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Henning, el rehén británico, un taxista con alma humanitaria

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LEONARDO BOIX

LONDRES (apro).- En Manchester, al norte de Inglaterra, al británico Alan Henning lo conocen como uno de los taxistas más alegres de la ciudad.

Con 47 años y más de 15 en la profesión de conducir taxis, Henning no sólo conoce cada uno de los rincones de esa metrópolis clave en la Revolución Industrial inglesa, sino también a su gente, sus comerciantes y vecinos de toda la vida.

Trabajaba para la firma de taxis New Lyle Cars, con sede en la vecina Eccles, y vivía en el barrio popular de Salford, que cuenta con una población de unos 220 mil habitantes.

Escuchando la radio cada día durante sus viajes en auto y ante la creciente violencia en Siria, al padre de dos hijos se le ocurrió que se sumaría a la labor benéfica del grupo de voluntarios Aid 4 Syria (Ayuda para Siria) para colaborar en tareas humanitarias. Al principio se dedicaba a recolectar ayudas para esa organización humanitaria, pero en 2013 y apoyado por su esposa Barbara y el resto de su familia, decidió trasladarse a Siria para transportar él mismo esas ayudas –que incluían medicamentos y ropa– a niños sirios afectados por la guerra civil.

Henning viajaba en una misión financiada además por el grupo de caridad Al-Fatiha Global, con sede en la ciudad inglesa de Worcester.

Generoso y honorable

Sin embargo, su vida dio un vuelco. En la mañana del 26 de diciembre de 2013, cuando realizaba el cuarto viaje a Siria en dirección a un hospital ubicado al noroeste de ese país, fue secuestrado por un grupo de hombres enmascarados en la ciudad de Al Dana, cerca de la frontera con Turquía.

El británico fue raptado sólo media hora después de haber ingresado a la zona de guerra. Desde entonces y a pesar de intentos denodados de su familia para que la cancillería británica investigara lo ocurrido, su paradero fue un misterio durante meses, hasta que el sábado 13 yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) difundieron un video que muestra la decapitación del británico David Haines, y en el que se amenaza también a Henning con convertirse en el segundo británico en ser asesinado del mismo modo.

Un activista sirio que pasó junto a él una noche en prisión antes de huir, contó que Henning estaba convencido de que sería liberado pronto por su actividad de voluntariado en la organización musulmana Al-Fatiha Global. El activista contó cómo el británico mantenía “muy alto su espíritu” hablando de todo lo que haría si era puesto en libertad.

Sin embargo, el inglés fue trasladado por sus captores a la ciudad de Raqqa, considerada el bastión del Estado Islámico (EI) en Siria, donde según los servicios de Inteligencia británica estaría cautivo.

“Él pensaba que su misión era la de ayudar a los niños sirios, pero ahora le ha pasado esto. Es una desgracia”, contó su esposa, Barbara Henning, quien lo describió como “muy generoso”, siempre dispuesto a ayudar a los demás.

Para Mohammed Shafiq, director ejecutivo de la Fundación Ramadhan de Manchester y quien conocía personalmente a Henning, se trata de un hombre “honorable”.

“Es un británico con mucho honor que se sentía obligado a hacer lo que pudiera para ayudar en la crisis humanitaria de Siria”, explicó Shafiq, quien dijo que conoció al taxista en una cena a beneficio en septiembre pasado.

“Es un hombre muy decente, un taxista muy trabajador reconocido en la comunidad. Estaba emocionado de poder ayudar en esa crisis. Mi corazón está entristecido por todo lo que ha pasado”, contó.

Shafiq, que sostuvo que los terroristas del Estado Islámico no representan en absoluto las enseñanzas del Islam, exhortó a los británicos a evitar viajar a Siria a toda costa.

“Si Alan nos ha enseñado algo, es no viajar a Siria. Instamos al Estado Islámico a darse cuenta de que Henning y su ayuda humanitaria no tienen nada que ver con los gobiernos británico o estadounidense, y que lo que estaba haciendo en Siria era ayudar”, subrayó.

Tras las amenazas del EI en el video en el que Haines es decapitado, miles de habitantes de Manchester participaron el martes 16 de una vigilia con velas por la liberación del taxista.

Uno de sus amigos más cercanos, Mohamed Elhaddad, director de la Sociedad Arábiga del Reino Unido, contó sobre la determinación de Henning para ayudar a otros. “Estoy en desacuerdo con todo lo que le está pasando. Alan es mi amigo y esto que le está pasando es terriblemente doloroso para él y su familia. Es una situación de mucha tristeza”, continuó.

La hermana mayor de Henning, Gill Kenyon, publicó en su cuenta de Twitter una foto de ella y su hermano en la que aparecen cuando eran pequeños. Era un homenaje para conmemorar los 47 años de él. Adosó un mensaje que decía: “Feliz 47 años a mi pequeño hermano Alan Henning. No veo la hora de celebrar en una fiesta por tu regreso. Te amo hermanito”.

“Monstruos”

Horas después de emitirse el video por la decapitación de Haines, el primer ministro David Cameron se trasladó de emergencia a su residencia oficial en Londres, el número 10 de Downing Street, desde donde emitió el primer mensaje oficial del gobierno al respecto.

Según el jefe del gobierno británico, los yihadistas que asesinaron a Haines, de 44 años, y que amenazan ahora con decapitar a Henning, “no son musulmanes, sino monstruos”.

Haines, que vivía con su esposa y su hija de cuatro años en Croacia, fue secuestrado en Siria en 2013 mientras realizaba tareas humanitarias.

Cameron dijo que Gran Bretaña “hará todo lo que sea necesario” al ayudar en la campaña internacional para destruir “al malvado grupo extremista” que decapitó al trabajador humanitario Haines.

Luego de participar de una reunión de emergencia Cobra en Londres con autoridades militares y de seguridad, Cameron calificó a Haines de “héroe británico” y prometió “atrapar a aquellos responsables, llevándolos ante la justicia, sin importar el tiempo que eso lleve”.

Indicó que el Reino Unido “no puede darse el lujo de ignorar la amenaza severa que los yihadistas presentan tanto al mundo como a la seguridad del país”.

Por su parte y luego de una cumbre en París el lunes 15 con líderes de más de 30 países que prometieron combatir al EI, el ministro de Defensa británico, Philip Hammond, admitió que el gobierno desconoce el paradero exacto de Henning.

“No sabemos dónde está. Obviamente, si supiéramos dónde está estaríamos analizando todo tipo de opciones, pero lo desconocemos”, subrayó el funcionario.

La decapitación de Haines fue supuestamente perpetrada por el mismo hombre con acento británico que decapitó a los estadunidenses James Foley y Steven Sotloff, y que tiene en su poder a Henning. Se trataría del llamado “John el Yihadista”, un exrapero londinense de 24 años que viajó a Siria en 2013, y que desde entonces se ha sumado a las filas del EI.

El decapitador advirtió en el video titulado “Un mensaje para los aliados de América”: “Si tú, Cameron, persistes en luchar contra el Estado Islámico, entonces tú, como tu maestro Obama, terminarán con sangre de su propia gente en sus manos”.

Bautizado como Abdel Majed Abdel Bary, el inglés fue identificado por los servicios secretos británicos MI6 como el decapitador de Foley, Sotloff y Haines, además de ser uno de los yihadistas más buscados por las agencias de seguridad de Estados Unidos y Gran Bretaña.

“John el Yihadista” es hijo de Adel Abdul Bary, un egipcio que recibió asilo político en Reino Unido en 1990, y que 16 años más tarde fue extraditado a Estados Unidos para ser juzgado por los atentados de 1998 contra las embajadas estadunidenses en Tanzania y Kenia, en los que murieron más de 200 personas. Adel es considerado por los servicios secretos británicos MI5 y MI6 como un colaborador de Al Qaeda en Londres y uno de los lugartenientes más cercanos de Osama Bin Laden durante los primeros años de la organización terrorista.

Bary sería sólo uno de al menos mil 500 musulmanes británicos que habrían partido de Gran Bretaña en el último año para combatir en Siria e Irak, sumándose a las filas del EI, atraídos por la creación de un califato islámico.

Debbie Ashton, una vecina de Henning en Salford desde hace más de una década, dijo que el hombre “sólo trataba de ayudar”.

“Se emocionaba mucho cuando hablaba del tema y solía decir que esos niños necesitaban toda la ayuda posible. Siempre nos preguntaba si sabíamos de gente que quisiera donar ropa. Solían dejarle bolsas con vestimenta y otros objetos fuera de su casa”, contó la mujer, de 47 años.

“Me dijo que irían a la frontera (de Siria con Turquía) y que tendrían que transportar toda la ayuda de una camioneta a una ambulancia, sino no lo dejarían pasar. Me dijo ‘No tienes idea la vida que se vive allí’. Y luego desapareció un día después de Navidad. Siempre tratando de ayudar, no se merece lo que le ha pasado”, agregó.

Catrin Nye, de la cadena BBC Asian Network, conoció una vez a Henning a mediados de 2013, y quedó conmovida “por su disposición para ayudar”.

“Me enteré que ya había viajado a Siria y que planeaba regresar. Había viajado en un convoy a un campo de refugiados, y esa experiencia le cambió la vida. Me dijo que había entregado ayuda, me describió como abrazaba a los niños y cuánto lo había afectado todo. Me dijo que planeaba regresar”, narró la periodista.

De acuerdo con un informe del periódico The Independent publicado el lunes 15, el comandante de Al-Qaeda en Siria, Jabhat al-Nusra, le habría pedido expresamente al grupo que encabeza “John el Yihadista” que dejara en libertad a Henning. Argumentó que su captura no sólo es “contraproducente” para los objetivos del EI, sino también “un sacrilegio bajo la ley islámica”.

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