‘En Tamaulipas los políticos de izquierda dan pena… son priistas o mafiosos sin principios’

Por Rigoberto Hernández Guevara

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Rodrigo Guillermo Justiniani Ibarra es un hombre de izquierda. Hace años, en compañía de otros líderes encabezó el movimiento que dio pie a la primera nacionalización de vehículos extranjeros en Tamaulipas. Militó en el PRD, y hoy lo hace en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Se considera “obradorista”, no fanático.

Creció en los barrios del Distrito Federal y desde chavo se unió al grupo denominado Movimiento Armado Revolucionario, cuya efímera duración allá por los 70 se debió a la embestida del gobierno contra estos grupos en cuestión.

Ahí se formó. “Éramos gente que nos movíamos entre pandillas, yo pertenecí a los Panaderos, ahí crecí”.

-¿Qué recuerdas de aquel tiempo cuando encabezaste la lucha que concluyó con la regularización de miles de vehículos extranjeros?

-A mediados de los 90s enfrentamos una dura campaña del gobierno recogiendo vehículos. En ese tiempo eran circunstancias distintas pues era una necesidad de transporte. Conmigo estaban gente como Aníbal Martínez, andaba por ahí Bruno Álvarez. Había gente de la Unión Campesina Democrática, bueno había gente hasta de la CNC. Aquella fue una movilización intensa, muy amplia.

-¿Cómo empezaron a convocar a la gente?

-Fíjate que fue sorprendente. Como todos los grandes movimientos de masas fue algo espontáneo. Un domingo, me acuerdo que estaba en mi casa, llega un vecino y me dice: “oiga vecino, no vaya a salir, están decomisando carros”. Y yo traía un carro americano

Entonces me comunico con uno de los líderes sociales de aquel entonces, Arnulfo Gómez, y le pregunto: “oye, qué está pasando”. Y me dice: “están quitando carros, si quieres vamos a asomarnos”. Y sí, estaban quitando carros, la gente empezó a juntarse de un día para otro. Creció porque hubo un movimiento de resistencia, aquí en las oficinas del SAT (Sistema de Administración Tributaria) recuperamos dos vehículos.

Hoy la sociedad, no digo los que se dedican a este negocio de los carros, sino la gente de hoy tiene necesidad de cosas que no alcanza con su salario. Tiene necesidad de transportarse, el vehículo es un medio de trasporte muy importante para hacer la vida familiar, acudir al trabajo y para hacer la vida, independientemente cuando no se tiene un trabajo.

Los carros americanos no son chatarras como luego dicen, las condiciones de circulación en los Estados Unidos son distintas a las de México. En México sin embargo la gente ha resuelto su necesidad de transporte con ellos.

Cuando la Policía Fiscal llega de un día para otro y te quita el vehículo, la gente no sabe que basta con que alguien proteste, como nos pasó a nosotros, que nos enfrentamos a esos policías, Arnulfo Gómez, “La Colorina” y yo.

Entonces el movimiento comenzó a extenderse y Aníbal y otras gentes convocaron a una manifestación en el Estadio, y ahí comenzaron a juntarse más personas. Se dio respuesta así, espontáneamente, porque nadie planeó las acciones que se fueron desencadenando.

-¿Fue un movimiento estatal?

-Quiero decirte que llegamos a tener coordinación con movimientos en Reynosa, Matamoros, en Tampico y en El Mante. De repente nos dimos cuenta que en muchos lugares estaba ocurriendo.

-¿Cómo los trató el gobierno, hubo represión?

-No. Fue sorprendente, porque no sé si recuerdes que hubo un acto de confrontación muy fuerte con la Policía Fiscal, ahí en el triángulo. Llegaron a decomisar unos carros, se quemó un vehículo. Y de ahí nos fuimos a sacar ocho vehículos a las oficinas del Sistema de Administración Tributaria, la Secretaría de Hacienda en aquel entonces.

Yo en la noche, negociando con el gobierno, porque sabíamos que había delitos fiscales en Matamoros, detuvieron al dirigente del Frente Juvenil Revolucionario de Matamoros, lo metieron a la cárcel por haber sustraído vehículos decomisados. Pero ya en la negociación nos dimos cuenta de algo: mucha gente de Hacienda operaba por su cuenta y lo hacía por dinero. Entonces había acciones ahí fuera de la línea del estado. El estado no actuó en contra de nosotros.

-¿Fue un movimiento apartidista?

-Sí. Incluso hubo intentos por ahí de un partido político, pero hubo un rotundo no de la gente. Fue un movimiento de reivindicación que no tenía que ver con partidos políticos. Y tú veías a gente del PRI, de todos los partidos andar, ahí sin la capacidad de asumir el liderazgo.

-¿Qué opinas sobre el movimiento para nacionalizar vehículos extranjeros en Matamoros?

-Yo tengo seria desconfianza sobre lo que ahí ocurre. Hace muchos años que la introducción de vehículos dejó de ser un negocio hormiga. Este es, como muchos otros negocios, un negocio controlado.

Cambió la situación. La gente antes iba por un vehículo con sus primos, con sus hermanos, se traían un vehículo y se podía circular por las brechas.

-Rodrigo, ¿cuál tema podría convocar a la gente hoy en día?

-Mira, creo que se están dando movimientos. Aquí en Tamaulipas la gente está muy inquieta por temas que afectan la tranquilidad de la población. Por ejemplo, desde hace tiempo hubo temblores en San Carlos y la gente cree que son por las acciones que se están dando en la Cuenca de Burgos, situaciones así que provocan a la gente.

-¿Qué piensas de las organizaciones civiles que son rebasadas por las demandas?

-La población carece hoy de direcciones políticas, con experiencia, con formación, y conocimiento de la realidad del país. Por lo pronto está luchando sola y resiste todos los días con lo que puede. Hay una resistencia muy difusa muy dispersa, pero la hay, como en el voto.

En Tamaulipas, por ejemplo, el PRI ha perdido las últimas elecciones. Ha caído hasta el tercer lugar, porque hay un rechazo popular.

-Rodrigo, ¿qué piensas de la izquierda en Tamaulipas?

-En Tamaulipas no hay izquierda. Desafortunadamente los hombres de izquierda perdimos la batalla, lo que hay ahorita en Tamaulipas son membretes. Aquella izquierda luchaba por un alto contenido humanista, procuraba la solidaridad entre los seres humanos. Hoy la mayoría de la gente busca el cargo público, el poder por el poder, entran a la política para entrar a la riqueza.

Rodrigo Guillermo Justiniani Ibarra hace énfasis en algo:

-Los políticos de izquierda en Tamaulipas dan pena. Fíjate que muchos de los de izquierda, que andan dispersos, decimos: ésos no son de izquierda, esos son priistas o mafiosos y son gente que no tiene principios.

Nos ganaron porque nosotros planteamos una política de principios. Ellos llegaron con un costal de billetes y una serie de relaciones que les permitieron encaramarse en la cúpula de las organizaciones de izquierda en Tamaulipas.

Sin embargo este régimen se ha caracterizado por esa capacidad de complicidad con una parte de la sociedad.

-¿Qué hace falta para cambiar?

-Hace falta eso en lo que se está constituyendo Morena. Yo creo que a Morena hay que cuidarlo. Yo no soy fanático de Andrés Manuel López Obrador, yo soy obradorista. A Morena hay que cuidarlo construyendo los liderazgos que hoy hacen falta a Tamaulipas y al país.

-¿Qué opinas de la cobertura social del periodismo de los últimos años en el país?

-El periodismo dejó de tener la confianza de la población. En muchos casos su papel fue sustituido por las redes sociales. Y es lo que está ocurriendo.

-¿Y de la juventud, qué opinas?

-El sistema educativo está educando para obedecer. Se le instruye para ser una fuerza de trabajo en las condiciones que se requieren.

En ese marco las condiciones generales se dan para que el país esté en subasta.

-¿Y Morena?

– Morena sigue siendo para mucha gente una esperanza y eso es lo valioso, pues su liderazgo nacional (Andrés Manuel López Obrador) tiene tres cosas importantes: una es que hasta el momento no le han encontrado actos de corrupción, y no ha sido Presidente por el hecho y persistencia en querer cambiar el poder económico en el país. Tiene la confianza de la gente, y en esa perspectiva la esperanza de un cambio en México.

-¿En Morena es legítima aún la aspiración del poder?

-En este momento ellos, la generación del poder, tienen el control del gobierno mexicano, pero no tienen el control de la sociedad. Y el hecho es que las últimas elecciones las han perdido, incluso el efecto Peña Nieto aquí no tuvo éxito. Creo que se están disponiendo las cosas para que surja en el país un nuevo actor y creo que será Morena. Morena se está conformando de gente que no vota con el estómago -dijo por último el activista Justiniani Ibarra.

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