Los cambios abruptos de temperaturas que se han registrado en este año para Reynosa y otras ciudades fronterizas de Tamaulipas no son un fenómeno “atípico”, sino, una consecuencia del cambio climático, que seguirá evidenciándose con extremos de frío y calor, advirtió el meteorólogo Óscar Sobrevilla.
Por ello es importante que las autoridades y población en general tomen cartas en el asunto.
“Lo que ocurrió no es algo atípico, tampoco algo que no se esperaba, son cambios en las temperaturas de nuestro planeta y que incluso aparecieron en los pronósticos hasta 15 días antes, desgraciadamente ninguna ciudad está preparada para ello, ni siquiera en las zonas del extranjero en donde suele nevar, ahí también hubo colapsos, fallas con los servicio, que nos permite ver que la naturaleza está por encima de todo”.
En el caso de Reynosa no se había registrado caída de nieve o aguanieve desde diciembre del 2017, por lo que la población considero lo ocurrido durante el 14 y 15 de febrero del año en curso como algo inusual, al sumarse temperaturas de hasta menos 6 grados centígrados con sensaciones térmicas de menos 12.
Los esfuerzos que se hacen por predecir el clima resultan insuficientes cuando la población pasa desapercibido el cuidado ambiental.
“Hablar del clima es algo muy complejo, quienes estudiamos esto sabemos que todos los pronósticos pueden cambiar de forma abrupta, de un momento a otro, pero en realidad, es que en nuestro estado falta mucha cultura, interés por el tema, para poder tan siquiera conocer qué es lo qué pasa o cómo podríamos apoyar al planeta”.
Aunque hablar de un pronostico para los próximos meses resulta para Sobrevilla precipitado, no descartó que los fríos y calores próximos sean más intensos, provocando de nuevo el asombro de la población.
Lamentó que aún con los constantes cambios en Tamaulipas se carezca de un Instituto de Meteorología, a diferencia de otros estados como Nuevo León o Jalisco que incluso cuentan con planes educativos.
