II Informe: La gente repudia a Peña
ÁLVARO DELGADO
MÉXICO, D.F. (apro).- Ante su II informe de gobierno, que representa el tercio de su sexenio, Enrique Peña Nieto es despreciado por la mayoría de los mexicanos: Le reprochan la carestía, el desempleo, la inseguridad y la violencia, pero también lo perciben falso, deshonesto, manipulado, rebasado por los problemas…
Las dos más recientes encuestas de los diarios El Universal y Excélsior, que son más bien proclives a la adulación presidencial, muestran que el aprecio ciudadano por Peña sigue por debajo de 50%: En la primera, la aprobación es de sólo 46%, por 45% de desaprobación, mientras que en la segunda el apoyo es de únicamente 43% contra 54% de rechazo.
Si esta desaprobación a Peña explica la apabullante campaña de propaganda desplegada en todos los medios –incluida la entrevista colectiva que dio lugar al escándalo por su talante obsequioso–, los detalles específicos de este rechazo popular revelan la alarma que existe en todo el gobierno y en el PRI ante las elecciones de 2015.
En efecto, la encuesta de Buendía-Loredo para El Universal, difundida el lunes 18 de agosto, y la de BGC de Ulises Beltrán para Excélsior, de este lunes 25, detallan las razones del rechazo. Por ejemplo, cuando se pregunta qué es lo mejor que Peña ha hecho hasta ahora, la respuesta de la mayoría de los entrevistados es contundente: “Nada”.
Y cuando se pregunta a los ciudadanos qué es lo peor que ha hecho, la respuesta de la mayoría es igualmente reveladora: Las reformas en general y particularmente la privatización del sector energético.
“Peña Nieto mantiene niveles de aprobación”, decía el titular de El Universal cuando dio a conocer los resultados de la más reciente encuesta de evaluación presidencial, pero el diario exageró: La aprobación es de sólo 46%.
Pero si se leen a detalle las respuestas, los resultados son devastadores para Peña y no hay lógica para que reciba una evaluación aprobatoria como la que se presenta el diario.
Por ejemplo, a la pregunta qué es lo mejor que ha hecho Peña hasta ahora, cerca de 5% de los entrevistados dijo que las reformas, pero un contundente 28% afirmó que “Nada”, porcentaje superior inclusive al 21% de “no sabe-no contestó”.
Y a la pregunta de “lo peor que ha hecho hasta ahora” Peña, la respuesta más alta corresponde a las “reformas”, 9%, la misma cifra que “Nada”, un porcentaje superior al 6% asociado al aumento de gasolina, luz y gas.
Cuando a los entrevistados se les pregunta si el país va por muy buen camino, por buen camino, por mal camino o por muy mal camino, un 48%, la cifra más alta, dice que México va por muy mal camino y sólo la mitad de ese porcentaje, 24%, considera que va por muy buen camino, una cifra más baja inclusive que el 27% que considera que ni bueno ni malo.
Las respuestas sobre el rumbo del país son, otra vez, apabullantes para Peña: Mientras que sólo 15% apoya que Peña debe mantener el rumbo, un aplastante 64% indica que debe haber un cambio de rumbo.
Lo mismo pasa con la apreciación sobre el control de Peña de los problemas del país o si lo están rebasando: Sólo el 28% dice que tiene el control, pero más del doble, el 66%, asegura que los problemas lo están rebasado.
La decepción cunde también entre los mexicanos: Sólo 10% dice que Peña ha hecho más de lo que se esperaba de él; 31% dice que ha hecho lo que de él se esperaba, pero un mayoritario 55% afirma que ha hecho menos de lo que se esperaba, una tendencia que viene a la alza desde febrero de 2013, cuando se ubicó en 41%.
La opinión negativa de Peña también ha aumentado: Al iniciar el cargo 52% tenía buena opinión y 28% mala. En vísperas de su II informe de gobierno, las cifras se han invertido: Sólo 35% tiene buena opinión de él, pero el 40% ya la tiene mala.
La encuesta de Excélsior muestra resultados semejantes a la de El Universal y, según explica la empresa de Ulises Beltrán y Alejandro Cruz, “la desaprobación prevalece alimentada por la percepción de falta de mejoría, particularmente económica, incumplimiento de promesas y aprobación de medidas como la reforma energética y la fiscal. Todavía se observa insuficiente control gubernamental sobre lo que pasa en el país”.
Y es que, según la encuesta, Peña sigue sin cumplir con las expectativas que se tenían de su gobierno. Así, 52% dice que ha hecho menos de lo esperado y sólo 14% cree que ha hecho más. Asimismo, le afecta la percepción de falta de control sobre lo que ocurre en el país (52%), porque sólo 35% dice que tiene el control.
“En cambio, como ha sido la tónica en este sexenio, la desaprobación prevalece significativamente en las cuestiones económicas. Así, la mayoría está especialmente en desacuerdo con la labor presidencial en el control del alza de precios (73%), la economía en general (68%) y la creación de empleos (60%)”.
Subraya: “Las acciones que más han molestado han sido la aprobación de la reforma energética en particular y otras reformas como la fiscal y la de telecomunicaciones, así como la persistencia de la inflación y el alza de precios de energéticos”.
Cuando se pregunta qué es lo que ha hecho mejor Peña, la respuesta es muy parecida a la de El Universal: “Nada”, es la respuesta de mayor porcentaje, seguida sólo por la reforma educativa, con 10%.
Y a la pregunta de qué es lo peor que ha hecho Peña, la más alta es la que corresponde a la reforma energética, con 14%, seguida de “aprobar las reformas” en general, con 8%, y reforma fiscal y aumento de impuestos, con 3%.
La encuesta de Excélsior es reveladora de otros aspectos de Peña: La mayoría de los mexicanos lo perciben alejado del pueblo (46%) más que cercano (32), con poco liderazgo (42%), más falso (41%) que sincero (27%), más deshonesto (40) que honesto (26%), y que se deja manipular (42%), más que tomar él las decisiones (24%).
Así llega Peña a su II informe de gobierno: Repudiado por los mexicanos…
Apuntes
Pero si la economía está deprimida, por lo que no se cumplirá la meta anual –como el año pasado–, lo que sí ha crecido en el gobierno de Peña es el horror: Ya se han acumulado 36 mil 718 muertos relacionados con la violencia en el país, una cifra que ya rebasó a los acumulados en el mismo periodo en el gobierno de Felipe Calderón, según cifras del semanario Zeta, de Tijuana. Y más aún, el Estado de México, del que Peña fue gobernador hasta 2011 y que de facto mantiene el control –con Eruviel Avila como florero–, es la entidad con más asesinatos del país.
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