Arrebatan viviendas a las familias
Escrito por Ramiro Ortega Valdez CASAS-INFONAVIT
EL MANTE, Tamaulipas.- No conforme con el daño físico y psicológico generado por la constantes amenazas de su grupo de abogados, en un acto desesperado por recuperar la cartera vencida, el Infonavit ha ido más allá de presionar a sus clientes poniendo en venta casas aún habitadas.
Este es el caso de la señora Bladimira Rodríguez Vázquez, vecina del Infonavit Cerro del Bernal, de esta ciudad, quien denunció que “Tras habitar por más de 24 años una vivienda de interés social, el Infonavit amaga nuevamente con sacarnos a la calle por el retraso involuntario en el pago de la casa”.
Agregó que ha tratado por todas las vías ponerse al corriente con el adeudo y evitar todo este mal momento que vive su familia, desde solicitando un convenio con Infonavit hasta pidiendo otras alternativas que frenen por completo el acoso del instituto, sin embargo señala que “jamás han accedido porque lejos de apoyarme para atender mi deuda me complican más la situación”.
Recordó que desde el 2010 comenzó el calvario, pues la presión de los licenciados era con mayor frecuencia al grado que su esposo refleja físicamente los resultados de la presión, la salud fue empeorando cada vez más hasta llegar a sufrir una parálisis, presión alta y hasta problemas renales, “todo se desató por las amenazas, la presión de los licenciados, pero apenas hace unos días mi vecina me informa que en un edicto publicado en el periódico se ha puesto en venta mi casa”.
La cuenta de 168 mil pesos la estaría liberando con 90 mil pesos que los licenciados les exigen, y el convenio que le ofrecieron no es acorde a la pensión de su esposo, “en 1995 la pensión que recibía mi esposo era de 800 pesos y el Infonavit me quería quitar 600, con 200 pesos no íbamos a vivir, en este momento yo apenas gano 110 pesos diarios para solventar gastos de alimentación, de estudios de mi hija y lo que genera la enfermedad de mi esposo”.
Rodríguez Vázquez aclaró no negarse a pagar, sin embargo el convenio que el instituto le ofrece es ilógico al tener que absorber casi el 90 por ciento de la pensión de su esposo, de tal manera que solicitó el apoyo para ser asesorada por algún profesional a fin de evitar ser despojada de su casa.