*El fenómeno ocurrió el pasado martes a las 11:01 horas y tuvo una intensidad de 3.5 grados en la escala de Richter.
Agencias CNT | ANTAM.
San Fernando, Tam.- Por cuarta ocasión en siete meses, se registró un movimiento telúrico en San Fernando, un digito mayor en intensidad a los tres que acontecieron en los primeros meses del año, con lo que la región está entrando en el parámetro de “zona sísmica”.
El fenómeno ocurrió el martes anterior a las 11:01 horas y tuvo una intensidad de 3.5 grados en la escala de Richter, reveló el Servicio Sismológico Nacional –SSN- en su página web, especificando que el epicentro se localizó 52 kilómetros al sudoeste de San Fernando, pero debido a la baja escala, fue imperceptible para los habitantes de esta zona del país.
La información generada en esa dependencia, confirma que el sismo tuvo lugar en las coordenadas 24.57 -98.56, con 5.0 kilómetros de profundidad.
Entre los meses de enero y febrero del presente año, el mismo Servicio Sismológico Nacional dio a conocer el registro de tres movimientos telúricos con intensidad de 3.4 grados, en área cercana al temblor de este martes, situación que habitantes de la región relacionan con el llamado “fracking” o fractura hidráulica que utiliza PEMEX para la extracción del gas “Shale”, que está considerado en otras zonas del noreste del país, como la principal causa para el reacomodo de las placas tectónicas.
Los efectos de los cada vez más frecuentes sismos en la región se pueden observar en cuarteaduras de casas habitación de toda la cabecera municipal, en ejidos cercanos a la zona de explotación de hidrocarburos y en municipios vecinos como Cruillas, donde el impacto de las explosiones provocadas para el procesamiento de materiales pétreos triturados, aunados a los efectos de los temblores, han dejado huella en las construcciones.
En San Fernando pese a la intermitencia de los temblores en este año, ninguna dependencia ha iniciado investigaciones para determinar las causas de estos fenómenos, lo que provoca que entre la población se acentúe la creencia popular sobre la responsabilidad de PEMEX por el uso del “fracking”, método que podría afectar a corto plazo las actividades primarias de la región, según temores de los mismos productores.
