MÉXICO, D.F. (apro).- Luego de Chile, México es la segunda nación con mayor desigualdad entre los 34 países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Los datos no son alentadores, pues de acuerdo con el reporte Desigualdad creciente, elaborado por el organismo, en México mientras el 10% de la población más pobre concentra sólo 1.2% de los ingresos del país, el 10% más adinerado se queda con 36.7% de la riqueza nacional.
Eso no es todo, al comparar el coeficiente Gini, que es la medida para comparar la inequidad de los ingresos, donde “cero” significa que toda la población tiene los mismos ingresos y “uno” que sólo una persona concentra la mayoría de los recursos.
De acuerdo con lo anterior, el coeficiente Gini de México se ubica en 0.48; mientras que el promedio de los países de la OCDE fue de 0.32. Chile es el país más desigual con un promedio de 0.50.
En contraste, los países con mayor igualdad fueron Eslovenia y Noruega, con un coeficiente de 0.24 y 0.25.
Según el organismo encabezado por José Ángel Gurría, los impuestos y las transferencias, como las prestaciones por desempleo, han ayudado a mitigar el impacto en los ingresos disponibles, donde la desigualdad ha aumentado de forma menos pronunciada.
Sin embargo, enfatiza el reporte, la brecha entre ricos y pobres siguió aumentando: En 2011, el 10% más rico de la sociedad en los países de la OCDE obtuvo 9.6 veces más ingresos que el 10% más pobre.
Pero eso no es todo, pues la pobreza también se ha disparado. El estudio señaló que la pobreza relativa abarca a 20.4% de la población mexicana. Es decir, dos de cada diez personas tiene un ingreso menor a 50% de la media nacional.
En la OCDE, este índice alcanza sólo 11.7%; en tanto que en países similares a México, como Corea, obtuvieron una tasa de 15.2%, mientras que Chile registró un índice de 17.8%.
No obstante, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió que “basándonos en un umbral de pobreza pre-crisis que se mantiene constante en términos reales, la pobreza ha aumentado en muchos países desde 2007, eliminando la mayor parte de las mejoras en los niveles de vida alcanzados por los hogares de bajos ingresos en los 20 años previos a la crisis”.
La proporción de personas con menos de la mitad del ingreso medio real vigente en 2005 se elevó, por ejemplo, en 15 puntos porcentuales en Grecia, y en 8 puntos en Irlanda y España, tres de las naciones afectadas en gran medida por la crisis del 2009.
En México, la pobreza impacta considerablemente entre niños y adultos mayores:
Los datos de la OCDE revelan que 20.8% de la población entre 0 y 17 años está sumida en pobreza relativa. La cifra se dispara a 33.2% en los mexicanos mayores a los 66 años; en contraste, sólo 15% de los jóvenes que tienen entre 18 y 25 años están en esa situación.
En países como Dinamarca, los niños en condición de pobreza relativa sólo alcanzan una tasa de 3.8%, y la de adultos mayores, menos de 10%.
Sin embargo, en el conjunto de los 34 países de la OCDE los datos también confirman una tendencia ya identificada previamente, donde los jóvenes y los niños sustituyen a los ancianos como el grupo con mayor riesgo de pobreza.
