Columnas | por: Edy Pintor |
Parámetros
Los clásicos del PRI utilizan el recurso del mensaje en forma constante y sin que el ciudadano común se dé cuenta, por eso no es de extrañarnos que estemos observando a este tipo de mensajes del ‘centro’ de aquí en delante de una manera constante.
Casi se cumplen dos años del regreso del PRI a la presidencia de la república.
En el tercero y cuarto el presidencialismo debiera, según la historia, encontrarse instaurado completamente. Erigido en su totalidad.
Existen dos figuras en la política nacional que destacan en el escenario de la misma, pero especialmente en Tamaulipas.
César Camacho Quiroz y Adrian Gallardo Landeros, presidente del CEN del PRI y de la Fundación Colosio, respectivamente.
Son sin lugar a dudas los encargados de transmitir y propalar el discurso y mensaje del presidente de la república. Son quienes bajan a través de la estructura y la militancia el mensaje del presidente, con un propósito único: hacerlo efectivo entre los gobernados.
De cesar Camacho es evidente la manera magistral con la que se conduce.
Con respecto a Tamaulipas, en un mensaje ´entre líneas’, ya todo lo dijo en el evento de la semana pasada en Ciudad Victoria.
Todo está dicho y dicho muy bien.
Están de regreso los días felices de los enviados presidenciales al estilo de Luis Echeverría, los días en que recorrían mundo y país, en pos de su sueño: la aprobación de la Carta de Deberes y Derechos.
De los hombres fuertes de la presidencia, políticos equivalentes a Javier García Paniagua, Miguel de la Madrid y Jesús Reyes Heroles, como aquellos hombres fuertes del sexenio López Portillita,
Están de regreso los días presidenciales similares a los de aquel sexenio, en donde se recibió al país en una situación difícil, ya que apenas unos días antes el presidente Echeverría había realizado una de las devaluaciones monetarias más severas que el país hubiese vivido hasta esas fechas.
El PIB per cápita cayó 2.5 %: el déficit de las finanzas públicas alcanzaba un impresionante 9.1 del PIB y, por consecuencia, la inflación se situaba en un nunca visto 27.2 %.
La deuda externa total a de junio de 1977 era de 20,948 millones de dólares, es decir, más de cuatro veces la que existía al fin del período de Gustavo Díaz Ordáz.
En la actualidad, se asoman líderes defensores del aperturismo tendientes al neoliberalismo y la globalización solo que bien manejado por políticos y economistas disciplinados.
Líderes, encargados de hacer efectivo en política el discurso del primer priista del país.
Adrian Gallardo Landeros de la fundación Colosio, por ejemplo, es un político experimentado que además de entenderle muy bien al tema político y de operación, es también uno de los pocos políticos que hablan bien el español con Luis Videgaray Caso, secretario de hacienda, en donde acuerdan y establecen acciones.
Ambos hablan sobre temas de política económica y Adrian Landeros los baja a las estructuras conceptualizado ya, en un mensaje político altamente digerible. Jura honrar la memoria de Colosio.
Ellos dos son los encargados de bajar el mensaje del presidente de la república a la estructura y militancia.
Los clásicos del PRI: de la lengua de ellos, se desprende un mensaje con presteza, claro, de forma sencilla y con una determinación serena.
De la lengua de ellos, precede la reflexión y análisis de muchos.
Muchas gracias y hasta pronto…
