Ser periodista crítico en Tamaulipas es jugarle contras a la muerte; CARTA ABIERTA A PEÑA NIETO

Cd. Victoria Tamaulipas a 31 de mayo de 2014

LIC. ENRIQUE PEÑA NIETO
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
PRESENTE:

Ser periodista crítico en Tamaulipas, es jugarle contras a la muerte

Con todo el respeto que su investidura merece, me dirijo a usted por este medio para exponerle lo siguiente.

En nuestro estado desempeñar a cabalidad el periodismo es mentarle la madre a la muerte y sentarse a esperar que venga por uno.

Al principio era sólo el CO de quien debíamos cuidarnos.

Hoy, desgraciadamente la libertad de expresión ya tiene en su contra otro enemigo: El Gobierno del Estado con Egidio Torre Cantu a la cabeza.

Digo esto con pleno conocimiento de causa. He sido periodista durante más de 40 años, siempre fiel al lema utilizado en mi medio de comunicación www.sentido-común.com.mx así como el semanario político del mismo nombre: «ejercer la crítica constructiva, es obligación del periodista» .

Desafortunadamente, el ser críticos del sistema estos últimos años, ha sido una pesadilla; se ha tenido que aprender a escribir y publicar con el con miedo metido entre los huesos debido a las amenazas y advertencias provenientes ya no tan sólo del CO, sino ahora del mismo gobierno.

Como si Tamaulipas fuera propiedad privada de este grupúsculo, «castigan» sentenciando:»te vamos a castigar por haber escrito esto u lo otro, el gobernador esta muy enojado»; dichas sanciones son ordenadas e impuestas por el Coordinador de Comunicación Social del Gobierno del Estado Guillermo Martínez García y ejecutadas por su equipo, utilizando el chantaje financiero contra quien «delinque» publicando notas que van en sentido contrario a la línea oficial, aún y cuando sea esta información falsa o distorsionada.

Muchos colegas pueden atestiguar lo dicho, y en lo personal he sido víctima recurrente de estas nefastas prácticas fascistas de control mediático, debiendo dar por terminado el convenio de prestación de servicios que tenía con Gobierno del Estado ante mi negativa a callar la podredumbre que permea ya a casi todo el Gabinete.

Sin embargo no es esa mi preocupación, ni esta carta obedece a dicho acto.

Mi real temor son las reiteradas llamadas de números desconocidos amenazandome y advirtiéndome que ya «le baje de huevos si no quieres que te demos piso».

Dichas llamadas empezaron a raíz de escritos firmados por un servidor en los que hago alusión a lo que es vox populi, referente a los posibles vínculos de algunos funcionarios públicos con el CO, así como del escrito presentado en la Oficialia Mayor de Palacio de Gobierno solicitando información acerca del manejo de los recursos destinados para Comunicación Social, lista de proveedores y cantidad asignada a cada uno, misma que no me ha sido contestada y cuya copia anexo en este escrito.

Mi temor es fundado y sólido. Sobra decir que en el estado han sido levantados y ejecutados cuando menos una docena de comunicadores sin que hasta el momento se haya dado con los culpables.

Quien esto escribe y una colega probamos ya en carne propia lo que es un levanton, afortunadamente sin más consecuencias que golpes físico, amenazas y el trauma psicológico.

Hace un mes aproximadamente, la familia de un prestigiado periodista fue rafagueada, con saldo de un familiar muerto y varios heridos.

Lo curioso es que el reconocido periodista JAMÁS tocaba temas relacionados con el CO; sus críticas eran a funcionarios de primer nivel del Gobierno.

Se, conozco perfectamente las consecuencias que esta denuncia pública pueden desatar. Soy humano, tengo miedo, pavor por mi y mi familia.

Sin embargo, es ya imposible continuar viviendo en este continuo temor, callando las corruptelas del gobierno, sus yerros y sobre todo su ausencia de sensibilidad ante la diaria agonía de los ciudadanos que deben sobrevivir en un Estado que no brinda las mínimas garantías a que tenemos derecho.

Podría callar, continuar viviendo como si nada pasara; sólo existe un pequeño detalle ¿con que cara podría exigirles a mis hijos se comporten como ciudadanos de bien, íntegros y honestos cuando saben que su padre calla cobardemente cuando por ética y obligación moral debería alzar la voz?

¿Con que calidad moral puedo exigirle al gobierno que no calle, que no le mienta al pueblo, si soy parte fundamental de esa monstruosa complicidad?

Ante estos hechos le solicito tenga a bien atender mi solicitud de garantías a mi integridad física y a la de mi familia, y hago responsable de cualquier daño físico o material que llegaramos a sufrir al Gobierno del Estado, quien debe ser garante y salvaguarda de nuestros más elementales derechos, entre ellos el de la Seguridad.

Asimismo, ante la magnitud del problema, y a sabiendas de que publicando esta carta expongo mi vida y la de mis familiares, le solicito tenga a bien girar las indicaciones pertinentes para que una persona designada por usted se comunique conmigo, con la finalidad de poder estar en condiciones de informarle directamente cualquier situación anómala que llegara a suceder.

Sin más, me despido de usted deseándole una feliz estancia en nuestro Estado, confiando en que La Paz y tranquilidad vuelva a reinar en Tamaulipas

ATENTAMENTE

Mauricio Fernández Díaz
Miembro Directivo del Club de Prensa A. C.
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