Panistas acusan a Rosario Robles de discriminación ante la Conapred
MÉXICO, D.F. (apro).- Por segunda vez en lo que va de su gestión, la secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) del gobierno peñista se encuentra metida en otro embrollo a raíz de su desafortunada declaración del pasado fin de semana en una comunidad de Nayarit, en la que condicionó el apoyo del programa Oportunidades a las familias indígenas con menos de tres hijos.
A pesar de que la experredista ha intentado sin éxito enmendar su yerro en distintas entrevistas, un grupo de diputados federales del PAN, entre ellos Beatriz Zavala –quien también fungió como titular de Sedesol en los dos primeros años del sexenio de Felipe Calderón–, interpuso una denuncia en su contra ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), por su actitud discriminatoria.
El pasado 30 de abril, durante una gira de apoyo en la comunidad indígena de Los Encinos, Robles señaló que el programa Oportunidades no apoyará a las familias indígenas que tengan más de tres hijos, ya que la procreación, dijo, se está viendo como una forma para que ingrese más dinero al hogar.
Con base en ese dicho, el legislador panista Fernando Rodríguez Doval sustentó la denuncia ante la Conapred:
“La secretaria (de Sedesol) hizo declaraciones claramente discriminatorias (…) Esto nos preocupa por varios motivos. En primer lugar porque atenta contra el artículo primero de la Constitución, que explícitamente habla de la no discriminación. Atenta también contra el artículo cuarto, que establece que toda persona tiene derecho a elegir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos.
“Este articulo consagra la libertad reproductiva y con este tipo de declaraciones se ve amenazada”, argumentó.
Por su parte, la diputada Beatriz Zavala Peniche manifestó que el programa Oportunidades tiene el enfoque de apoyar a las familias en pobreza extrema y jamás deberá condicionarse al número de hijos, “porque las reglas de operación del programa así no lo establecen”.
De acuerdo con la panista, Rosario Robles dio una mala lectura de Oportunidades y hay un desconocimiento preciso de la evolución del programa.
“Nos parece muy grave que la secretaria de Desarrollo Social quiera condicionar el otorgamiento de este programa al número de hijos que se tiene. Quiero especificar que el programa Oportunidades tiene muchos componentes económicos que forman la totalidad del apoyo que una familia recibe. La familia recibe un apoyo para su alimentación y para la salud integral de la familia y nunca ha estado condicionado al número de hijos”, subrayó.
La legisladora Lucia Pérez Camarena, otra de las denunciantes, solicitó al presidente Enrique Peña que exija una disculpa pública a Robles “por tales aseveraciones”, y manifestó su confianza de que el Conapred “pueda actuar y le pueda llamar la atención y eventualmente sancionar a la secretaria (de Sedesol), porque estas declaraciones no son propias de la responsable de aplicar e implementar la política social en el país”.
Por separado, Rosario Robles aceptó que el miércoles pasado fue imprecisa al referirse a la planificación familiar y al número de hijos que reciben una beca dentro del programa Oportunidades.
“(En el discurso) no soy precisa, en medio del discurso no puedes tener esa precisión (…) Oportunidades beneficia a todas las familias que están por debajo de la línea del bienestar”, justificó en entrevista con Carlos Puig en Milenio Televisión.
La exjefa del Gobierno del DF aclaró que las mujeres “pueden tener los hijos que quieran”, y reiteró que el párrafo en el que expresó que Oportunidades ya no va a beneficiar a las que tengan muchos hijos “es confuso y evidentemente se presta a una tergiversación, se presta a decir que estoy diciendo que no se va a apoyar a ninguna mujer con más hijos”.
Robles precisó que desde 2011 el programa Oportunidades ofrece becas hasta a tres hijos por familia, y aclaró que ésta no es una nueva medida del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Su preocupación fundamental al emitir ese discurso, precisó, es que en sus giras de trabajo por la República ve “a niñas de 12, 13, y 14 años con niños en los brazos”.
“Trataba de decir que busquemos medios y mecanismos para concientizarnos. Estas mujeres no decidieron libremente ser madres. Vamos a hacer una política pública. El crecimiento del embarazo adolescente es un problema real del país. Tenemos a nuestras niñas siendo madres. Es mi preocupación y eso quise concientizar. Ya hay una campaña de prevención del embarazo adolescente, pero tenemos que acompañar con medios, acceso a la educación, información y mecanismos para que tengan acceso a medios para prevenir el embarazo”, subrayó.
Las desafortunadas declaraciones que hizo en Nayarit la titular de Sedesol no sólo molestaron a los diputados panistas, otros representantes comunitarios y de organizaciones sociales también criticaron su postura.
Carlos Beas, de la Unión de Comunidades Indígenas de la zona Norte del Istmo de Tehuantepec (Ucizoni), advirtió que el gobierno federal priista “reincide en la imposición de programas de control de la natalidad que violentan y desconocen la cultura de las comunidades indígenas y específicamente los derechos de las mujeres”.
Por su parte, la dirigente amuzga guerrerense Martha Sánchez Néstor alertó sobre el riesgo de que el gobierno mexicano regrese a épocas en que las administraciones priistas impusieron programas de esterilización masiva y de implantación del diafragma intrauterino (DIU) a las indígenas sin su consentimiento e incluso sin informarlas.
Con ello coincidió Beas, quien en entrevista con el diario La Jornada, el pasado jueves 1, consideró que la posición de Robles Berlanga “es la de una política urbana que desconoce la concepción indígena y rural de la familia, donde el mayor número de hijos es una forma de apoyar en el trabajo del campo y, por tanto, en el sustento de la familia, pero también una forma de compensar la alta mortalidad infantil” que se padece.
Igualmente, Alejandra Ancheita, directora de la organización Prodesc, consideró que las declaraciones de la colaboradora de Peña Nieto son una “total falta de respeto” a los derechos reproductivos de las mujeres de los pueblos originarios, además de un acto discriminatorio que podría estar basado únicamente en las opiniones personales de dicha funcionaria.
Para Ancheita, además de una declaración “superficial y desafortunada”, los señalamientos de Robles dejan ver que la servidora pública está tomando sus propias opiniones como si fueran la política oficial del gobierno, lo cual obliga a la Sedesol a explicar cuáles son las bases para afirmar que las familias indígenas con más de tres hijos ya no pueden ser beneficiarias de programas sociales.