CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Gran parte del engaño, abuso, y autoritarismo de los gobiernos se tolera por la ignorancia y la poca capacidad de respuesta de los ciudadanos, pocos conocemos nuestros derechos, todavía menos los reclamamos.
De nuestra ignorancia, de nuestra tolerancia o resignación sobre la situación de las cosas, en gran parte tienen culpa maestros que lo son a fuerza, obligados por la situación económica o nomás por su avaricia, cinismo y corrupción, son hombres y mujeres que se metieron a una escuela Normal con el único objetivo de tener un empleo seguro, muchas vacaciones, y jubilarse lo más jóvenes posible.
Más culpables son quienes sin contar con el perfil adecuado están frente a grupos, los que heredaron una plaza de maestros sin tener conocimientos para desempeñar su trabajo ni la humildad para reconocerlo.
Pero el principal asesino de nuestros sueños de ser mejores, en materia educativa, ha sido la autoridad educativa acompañada de sus principales cómplices y sicarios, el SNTE o la CNTE, entre ellos han saqueado el presupuesto, se lo han robado para entregárselo a amigas, amantes, novios, novias, compadres, y hasta ahijados y futuras víctimas sexuales.
Hoy lo datos no dejan lugar a dudas, en México se gasta casi el 90 por ciento del presupuesto de educación en pagar la nómina, de ese dinero una mínima parte es para sueldo de los maestros frente a grupo y el grueso del recurso se lo gastan los funcionarios de educación, dirigentes sindicales y los aviadores.
Le doy datos concretos, según el INEGI en México se roban 35 mil millones de pesos al año del presupuesto de educación, y digo se lo roban porque son entregados vía cheques o depósitos bancarios a seudo maestros que no trabajan en ninguna parte, a aviadores pues.
Son, según el mismo INEGI, alrededor de 40 mil personas las que supuestamente están asignadas a una escuela y nadie las conoce, y son otras 30 mil las que son maestros pero cobran comisionados por labores en el SNTE o la CNTE, vaya, incluso hay personas que cobran sueldos de maestros o maestras que ya murieron.
Todo ese despilfarro de dinero, desde luego, sería suficiente para aumentar el sueldo a los maestros aplicados, a quienes van y se paran frente a grupo, atienden a sus alumnos e incluso adquieren liderazgos y compromisos como si fueran sus verdaderos padres, pero no, a ellos, a la gran mayoría de ellos, los tienen con un pie en el pescuezo, con sueldos miserables que apenas van de los 7 mil a los 10 mil pesos mensuales mientras, según la nómina de la propia Secretaria de Educación, hay comisionados que llegan a robar (salario no devengado) hasta 130 mil pesos mensuales, lo que obtienen juntos 35 profesores de recién ingreso.
Cierto, ellos, los profesores frente a grupo, la tropa, tienen parte de culpa en su situación, por qué, porque respaldan liderazgos sindicales que solo se dedican a saquear presupuestos, a medir fuerzas con la autoridad, y hasta enriquecerse con la venta de plazas y demás.
Ahora, si los maestros no quisieran ese dinero y creen que son bien pagados pues bien haría la autoridad en recuperarlo para invertirlo en cualquiera de las escuelas que no tienen drenaje (el 36 por ciento del total), o las que carecen de agua potable, (24%), las que no tienen baños (10%), las que no cuentan con electricidad (8%), hay escuelas sin sillas para los niños (15%), otras que no tienen pizarrón (10%), siendo más exigentes, casi la mitad no tienen computadoras y el 61 por ciento del total no tiene internet, todo basado en el censo que hizo el INEGI en las escuelas de México y sin contar las de Chiapas, Oaxaca y Michoacán que se negaron a censarse.
Son esas las razones por las que México se encuentra en los últimos lugares en aprovechamiento escolar, las que hacen suponer a organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la OCDE, que al ritmo que llevamos tardaremos unos 25 años para estar al nivel de los países avanzados en matemáticas, y unos 65 años para alcanzarlos en comprensión de lectura.
Los datos nos dicen que los maestros no son culpables del todo, pero también nos detallan que ha sido su indolencia, la falta de liderazgo, y hasta la carencia de compromiso social de los mismos lo que nos tiene así, condenados a ser ignorantes y pobres por muchos, pero muchos, años más.
Vaya, si el maestro tuviera compromiso social asumiría la suficiente fuerza para denunciar, y hasta exhibir, a los aviadores, a quienes tienen una plaza por el único mérito de haber tenido dinero para comprarla o adquirirla a cambio de favores sexuales, compadrazgos, amiguismos y demás.
Más aún, si el maestro tuviera liderazgo no permitiría que existiera la CNTE ni el SNTE en las condiciones de ahora, sino que los convertirían en verdaderos organismos gremiales que vieran por sus miembros y no por compromisos personales de sus líderes.
Hay, por supuesto que hay, miles y miles de maestros buenos, comprometidos, a esos hay que felicitarlos hoy e incluso incitarlos a ser mejores, de lo que le he detallado es tiempo que todos nos dediquemos a limpiarlo, para qué, pues para pagarle mejor y darles más capacitación y posibilidades de éxito a los maestros que si quieren serlo, que les gusta, que tienen el placer y hasta el orgullo de guiar a los mexicanos del mañana, además, solo así se eliminará nuestra mala educación.
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