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El Centro de Investigaciones Agrícolas, abandonado

NOTICIERO…

El Centro de Investigaciones Agrícolas, abandonado
¿Dónde están los dirigentes del campo?
Dos testimonios de gratitud
Otro motivo de orgullo para la UAT

HECTOR MIGUEL CHAVEZ
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H. Matamoros, Tam.- ¿Sabía usted que en Río Bravo funciona desde hace ya muchos años el Centro de Investigaciones Agrícolas del Golfo, dependiente de la Secretaría de Agricultura?.

Las noticias son muy escasas sobre el trabajo de este centro. Ocasionalmente ha habido una que otra información donde hablan de la falta de recursos y el abandono por parte del gobierno federal, pese a que ha tenido magníficos avances en sus investigaciones.

Pero lo más extraño de todo es que además del supuesto abandono del gobierno federal, tampoco se ha escuchado o leído que los líderes del campo exijan apoyo para este centro.

Ni los ejidatarios, ni los pequeños propietarios se han manifestado en la exigencia ni en interés por este centro, que según los conocedores representa un pilar muy importante para el desarrollo de la agricultura.

¿Dónde están los líderes?, ¿dónde están los diputados federales y senadores?.

DOS TESTIMONIOS

Una nota muy rara apareció ayer. Se trata de un testimonio de gratitud de una derechohabiente del Seguro Social. Y es que la sociedad está tan acostumbrada a ver notas de crítica que realmente este es un caso raro.

La señora Patricia Pérez González de 39 años, madre de tres hijos, de 24, 16 y 15 años respectivamente, se presentó ante el delegado del Seguro Social a expresar su reconocimiento a la institución.

Dijo que en junio del 2012 ingresó al programa “Chécate, mídete, muévete” en la Clínica No. 24 de la Unidad de Medicina Familiar de Ciudad Mante. Llegó con antecedentes de hipertensión arterial y obesidad mórbida. Con 118 kilos de pesos, un índice de masa corporal (IMC) de 45.5, circunferencia de cintura de 108 centímetros y cadera de 121 centímetros.

Esta condición la llenó de complejos y la orilló a vivir durante tres años encerrada sin salir de su casa por temor al rechazo social.

Casi dos años después, al día de hoy, la señora Patricia Pérez pesa 64 kilos y 700 gramos, y ha desarrollado una actitud más positiva hacia la vida. Ha vuelto a nacer.

Se sometió a todas las terapias e indicaciones del personal del Seguro Social que contempla este magnífico programa y sus resultados son un cambio de vida. “Ahora convivo con mis amigas, ya no vivo deprimida, ni lloro por cualquier cosa”.

La señora Paty convoca a todas las personas que padecen de obesidad para que aprovechen las bondades de “Chécate, mídete y muévete”.

EL OTRO TESTIMONIO

Esto es algo de lo que debe estar orgulloso el rector Enrique Etienne Pérez, los maestros y quienes integran la Universidad Autónoma de Tamaulipas:

La licenciada Zulma Raquel Zeballos vivía en el departamento de Oruro, región minera de Bolivia, habitada mayormente por indígenas de habla Machua y Ayumara, donde además del español son las lenguas oficiales.

Solicitó a México una beca para hacer estudios universitarios y fue aceptada por la Universidad Autónoma de Tamaulipas donde cursó la licenciatura en ciencias de la educación.

Luego, en la misma UAT estudió un postgrado en el área de Educación. Dice que se siente muy afortunada por haber recibido le beca de la UAT porque desde aquí se proyectó para seguir su formación en la Universidad de Guadalajara donde estudió la maestría en gestión y políticas de educación superior.

Además, recibió el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y finalmente se incorporó a la UAT al equipo de evaluadores donde colabora en programas de nivel nacional e internacional.

Dice que se siente orgullosa y agradecida de ser una egresada de la UAT porque esta institución además, le da certidumbre profesional porque está altamente preparada para desarrollarse en cualquier país de América Latina.

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