Un Atlético de Madrid entregado, sin fondo, con alma, cayó 4-1 en la prórroga de la Final de la UEFA Champions League ante el Real, y el último gol llegó en los pies de Cristiano Ronaldo, de penal, su número 17 de la competencia, que lo consagró como el mejor; sin embargo, su festejo no estuvo a la altura.
Rivales y afición recriminaron la actitud de CR7; minuto 118′ de la Final, con un contrincante en la lona, y el ariete lo festejó de más, sin playera, con todo, situación que se observó más como burla, como sal a la herida; incluso, Diego Simeone entró al campo y reclamó la actitud, indigna de quien se consagró como el máximo bombardero de la campaña 2013-14 de la contienda.
Considerado el mejor jugador del mundo durante los últimos años, junto a Lionel Messi, hay que remontarse hasta la temporada 2007-08 para verlo levantar su primera Champions con el Manchester United. Desde entonces, apenas ha llegado dos veces a la Final (otra con los Red Devils y esta última con el Madrid).
El sabor agridulce que tienen las finales de la máxima competición europea para Ronaldo se inició, de hecho, cuando ganó el título. Pese a marcar un tanto, el duelo entre Manchester United y Chelsea acabó con 1-1 y fue necesario llegar a los penales.
En el tercer lanzamiento, la estrella lusa asumió la responsabilidad, pero erró. Las lágrimas de Ronaldo dieron la vuelta al mundo, aunque al final los de Alex Ferguson remontaron la tanda y se alzaron con el trofeo.
Al año siguiente claudicó de forma dolorosa contra el Barcelona (2-0), club de su principal rival por el Balón de Oro en los últimos años, Messi. Una derrota pesada para un Cristiano que hizo las maletas con dirección a Madrid, precisamente para mejorar su cuenta de dianas.
Con esto, el equipo de Carlo Ancelotti logró la décima ‘Orejona’ en la historia de la institución, algo que buscó desde su última conquista hace 12 años.
