Adicta
VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez
Cuando te conocí me gustaste, poco a poco me fuiste enamorando, no sé en qué momento te volviste tan importante para mí, tanto que enloquezco cuando te me pierdes, cuando te necesito y en la oscuridad mis manos no te tocan.
La verdad es que hoy no concibo la vida sin ti, eres parte de mí, eres luz en la oscuridad, voz en el silencio, sosiego de mis ansias, en ti escribo mi historia que guardo en la memoria, ¿qué puedo hacer sin ti?, muchas cosas pero no son iguales, tú eres mi necesidad.
A veces maldigo el momento en que te conocí y te convertiste en mi adicción, más porque me doy cuenta que me haces falta, que te necesito y ya no puedo vivir sin ti.
Tú despiertas mis pasiones, de ti escucho palabras que alimentan el alma y otras con las que pierdo la calma, no niego que también me has causado desilusiones, igual, contigo he reído y he llorado muchas ocasiones.
Te volviste parte de mi vida a tal grado que me siento sola, vacía, si tú no estás a mi lado, en ti encuentro todo lo que necesito, compartes íntimamente conmigo muchos de mis secretos, en resumen, el tenerte cerca me hace feliz.
Cierto llegaste a mí por circunstancias de la vida, pero llegaste, quizá el encontrarnos era nuestro destino, no lo sé, bien dicen que las cosas suceden por algo y que estés es por algo extraordinario.
Tú llenas todas mis expectativas por eso te hice parte de mi vida, complaces mis deseos, en silencio te acaricio, ¿cuántas veces te he sentido vibrar?, no lo sé, solo sé que cada ocasión ha sido especial, te siento y respondo.
Reconozco que en ocasiones no me agrada lo que escucho de ti, acepto que sin que tú tuvieras la culpa de mi enojo, te he maltratado, en la cama te he azotado y en ti me he desahogado.
Hoy das señales de partida, ¿qué hare sin ti?, quizá un rato te llore, mañana me vestiré de alegría y saldré a la calle a buscar tu remplazo, entiéndelo bien, nadie en esta vida es indispensable.
Cierto tu aun despiertas mis pasiones pero sé que encontrare quien te sustituya, quien satisfaga mis deseos y hasta estoy segura que será más joven y con más energía y capacidad que tú, que me hará soñar y lo sentiré vibrar.
No soy una mujer que pueda estar sin una compañía como la que tú me das, necesito conmigo lo que me brinde tranquilidad.
Mi consuelo es saber que no soy la única, que en estos tiempos globalizados la mayoría de las personas son adictos a los celulares, que esos aparatos se han vuelto una necesidad, parte de la vida misma, y cuando uno comienza a fallar buscamos el que cumpla las expectativas, que vibre y responda cuando se necesita porque la verdad es que hoy día es necesario el estar bien comunicados.
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