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Acoso universitario

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Mario Vargas Suárez
Acoso universitario

Antes de iniciar el tema central de este día, le comento de la marcha que se organizó ayer domingo 18, en la plaza del 8, a las 8 de la mañana, en un recorrido por la carretera México-Nuevo Laredo, tramo centro de Cd. Victoria.
Los analistas no se ponen de acuerdo en el número de participantes, porque hay quienes calculan participaron miles, pero otros observadores citan cientos. La realidad es incierta pero según la convocatoria, los participantes vistieron de blanco.
El recorrido se planeo para estimular que las personas que salían de misa de la Basílica de Nuestra Señora del Refugio para que se contagiara del entusiasmo y esperanza de las tres principales demandas: «¡Exigimos paz!», «¡Queremos vivir sin miedo!» y «¡No más secuestros!».
Los reportes que se leen es que el entusiasmo y el respeto prevaleció, aunque no faltaron los infiltrados que quisieron cambiar el sentido ciudadano con consignas en contra del gobierno. Sin embargo la cordura siempre prevaleció entre los manifestantes.
Centrándonos en el tema de hoy, le comento que la semana pasada, en «La Bella Airosa», Pachuca, capital del estado de Hidalgo, se llevó a cabo el Foro Belém do Pará, que tuvo como tema central la violencia contra las mujeres.
Dentro de las conferencias y trabajos desarrollados en el Foro, se advierte que hasta un 50% de las estudiantes ha sufrido alguna conducta ofensiva, desde la mirada lasciva de un hombre o una mujer hasta piropos indeseados y mensajes electrónicos; además de situaciones más graves.
Lo anterior significa que el hostigamiento en mujeres universitarias es real, según datos estadísticos de un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Los investigadores aseguran que del 20 al 50% de las jóvenes que cursan una licenciatura pudieron ser víctimas de algún tipo de agresión, según Ana Buquet, investigadora de la UNAM.
Lamentablemente no hay diagnósticos en las instituciones educativas mexicanas, «…nos falta hacer investigaciones muy profundas al respecto”, declaró la investigadora en su participación en el foro Belém do Pará.
En México falta que las universidades tengan una instancia especial dedicada a la atención de violencia de género, donde un grupo interdisciplinario de especialistas brinde apoyo social, médico, psicológico y académico a las universitarias víctimas de este mal social.
Otra realidad a la que se debe enfrentar el investigador es que «No es fácil que una víctima -hombre o mujer- denuncie este tipo de actos, y cuando lo hace por lo regular tiene que transitar por toda la universidad para buscar quién atienda».
Es urgente haya una instancia integradora para que cualquier joven que sufra una agresión, tenga que ir a un sólo lugar y encuentre respuesta efectiva e inmediata.
Chile, participo en este Foro con Ana María Arón, investigadora del Centro de Estudios y Promoción del Buen Trato en Chile y dijo ella amplió los márgenes de edad a las víctimas del acoso, cuando dijo que «La educación desde los grados primarios hasta el nivel superior carece por lo regular de programas con perspectiva de género, pese a que el tema es cada vez de mayor observancia para las sociedades…».
Solo una cuantas universidades de Latinoamérica tienen un departamento de género que no corresponde a las exigencias de las universitarias de hoy y que debe iniciase desde la educación básica.
Cierro este espacio con la reflexión para buscar trabajos -no víctimas- de investigación sobre este tema, particularmente las agresiones -de cualquier naturaleza- a la juventud universitaria y no me centro solo en las mujeres, porque se sabe que también los varones son acosados de una u otra forma.
¿Habrá en nuestras universidades tamaulipecas docentes, estudiantes, directivos o funcionarios acosadores?
Buen tema para fundamentar una oficina, departamento, dirección o área que se encargue de auxiliar a las víctimas de Tampico, Cd Mante, Victoria, San Fernando, Valle Hermoso, Matamoros, Río Bravo, la Rivereña o Nuevo Laredo. Interesante tema.
Colofón: «No dejes que tus oídos sean testigos de lo que tus ojos no ven; no dejes que tu boca hable lo que tu corazón no siente.» Hasta mañana
Comentarios: mario.vargas@starmedia.com

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