Maremágnum
Mario Vargas Suárez
El empresario de origen libanés, Jean Touma Hann Succar Kuri, acusado por corrupción de menores y pornografía infantil, ha sido sentenciado a 112 años de prisión; más una multa de medio millón de pesos; más los gastos que se originen para la rehabilitación psicológica de las víctimas.
La historia de este monstruo de la pornografía dice que el empresario Succar Kuri salió huyendo de México por temor a ser aprendido. Sin embargo el gobierno de Quintana Roo, a través de su procuraduría local, en noviembre del 2003 -primer sexenio panista- solicitó el apoyo de la Interpol para capturar a Succar Kuri.
La eficiencia policiaca lo ubica en Chandler, Arizona apenas a cuatro meses de lanzada la alerta y en febrero de 2004 es aprendido y el juicio de extradición se prolonga hasta julio del 2006 que es enviado al DF y recluido en la prisión de alta seguridad de «La Palma» en Almoloya de Juárez, Edo. de México por los delitos de corrupción de menores, violación equiparada, abusos deshonestos y pornografía infantil.
En octubre de ese mismo año (2006), Succar Kuri reconoció, por medio de abogado Xavier Olea, su haber participado en actividades de pornografía infantil, ya en marzo de 2010 el empresario fue trasladado a la prisión municipal de Cancún.
Por corrupción de menores Succar Kuri fue sentenciado a 13 años de prisión en marzo de 2011; pero en agosto del mismo año, alcanzó una sentencia de 112 años y seis meses más de prisión como responsable de los delitos de pornografía infantil agravada y corrupción de menores, en agravio de siete infantes.
Trascendió a los medios que en el año 2012 Succar Kuri ingresó al hospital regional «Adolfo López Mateos» de Toluca, Estado de México.
Por «error» el Primer Tribunal Colegiado, radicado en Cancún, otorgó un Amparo a favor del empresario de origen Libanés y además ordena que se subsane una omisión cometida por el Tribunal Unitario del Vigésimo Circuito del Poder Judicial Federal, que dictó sentencia condenatoria en contra de Kuri el 30 de agosto de 2011, es decir, sobre los 112 años.
Succar Kuri figura en el libro «Los Demonios del Edén» de la periodista Lydia Cacho, quien en esta obra denuncia no solo a este pederasta, sino habla de la corrupción de figuras como a Kamel Nacif y a éste con el ‘gober precioso» Mario Marín, ex gobernador de Puebla y causante directo de la aprensión ilegal de la periodista Cacho.
A propósito de ex gobernadores, al preparar la presente nota, encontré una cconversación grabada entre el gobernador Joaquín Hendricks (1999-2005) y Kamel Nacif «El Rey de la Mezclilla» donde el primero solicita una entrevista para el día siguiente porque Alfonso Arau trae un proyecto para desarrollar en Playa del Carmen y que tiene que ver con el cine.
Kamel dice imposible ir de Puebla al DF, pero que al siguiente domingo ve al gobernador Joaquín Hendricks en Can Cun para hablar del proyecto y que el llega a casa de un amigo, Succar Kuri.
Las relaciones que Lydia Cacho hace en «Los demonios del Edén» no son exageradas y bien documentadas, tan bien que pisó muchos callos que dieron origen a que en ella se desataran la venganza del sistema político corrupto.
Las grabaciones, incluida esta que se cita, sobre el tema, son reveladoras y dejan ver un sistema político de mucha corrupción, pero dentro de todo ese lodazal, surge el periodismo de investigación, el periodismo profesional de un puñado de valientes reporteros que se enfrentan al monstruo de mil cabezas.
El pederasta Jean Succar Kuri, inicialmente declaró con Carlos Loret de Mola, que una familia de abogados, los Andrade, fueron quienes «tramaron» todos los cargos y hasta su salida del país, solo con la idea de robarle lo que con trabajos tenía. Hoy no dice que es inocente.
La revisión de la sentencia sobre los 112 años, finalmente, para fortuna de las víctimas, fue ratificada la condena.
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