Por: Raúl Hernández Moreno.
Abril 03.
Paso, ya, medio año de que Carlos Canturosas inició su mandato. Seis meses en las que anunció, como su obra cumbre, la construcción de una secundaria y preparatoria, en la que se invertirán 45 millones de pesos.
Sí, apenas 45 de los 2,466 millones de pesos que gastara este año la administración municipal. Es una obra, presupuestalmente, chiquitita. ¿Porqué no proyecta mejor una ciudad universitaria, en un terreno de 200 o 300 hectáreas que dentro de 50 años siga siendo funcional?
En este medio año que lleva al frente de Nuevo Laredo, Canturosas y sus funcionarios han gastado ya mil 200 millones de pesos y no han podido iniciar la construcción de la mentada secu-prepa. ¿Por qué será tan lento? ¿O será que necesitamos que al frente de Nuevo Laredo este Don Horacio Garza, para qué entonces sí se puedan iniciar y terminar obritas de 45 millones de pesos?
Y es que cuando Don Horacio administró los recursos de Nuevo Laredo, en cuatro meses se construyó el puente internacional III, con una inversión de 400 millones de pesos, ocho veces más que lo que Canturosas nos presenta como la obra inédita de su trienio.
De que el señor Canturisas es lento, ni duda cabe. Seis meses después de que empezó su mandato sus funcionarios nos acaban de informar que próximamente se pondrán en funcionamiento el Parque Jurásico y las tirolesas de los parques Viveros y Narciso Mendoza.
Lo curioso es que las tirolesas se las entregó funcionado la anterior administración y el Parque Jurásico se lo entregaron terminado.
Si Canturosas sigue perdiendo el tiempo en pachangas, los 29 meses y días que les restan a su gobierno no le servirán para nada, en su proceso teórico para cambiar a Nuevo Laredo. Y es que aunque el hombre es bipolar y no tiene palabra, de pronto uno quisiera creer lo que anuncia.
Cuando uno va a Laredo, Texas, uno dice con todo y que Laredo es una de las ciudades más pobres de los Estados Unidos, si Canturosas logra que Nuevo Laredo por lo memos se le iguale, ¡qué maravilla!
Pero mientras el gobierno municipal nos anuncia que tapo un bache, surgen otros tres; nos dicen que limpiaron el arroyo el Coyote, y dos meses después vuelve a estar igual de sucio; nos dicen que reemplazaron tres lámparas, y se fundieron otras 10. Todo eso es señal de que el mantenimiento que se ofrece a la ciudad es insuficiente y que es necesario acelerar el paso, no para que Nuevo Laredo sea una copia de Laredo, sino para que la ciudad no se siga arruinando.
Nos anuncia una mega feria del empleo donde se ofertan más de mil empleos –todo en teoría– y se despiden a tres mil empleados del Municipio.
Nos dice que se va a reducir el gasto en propaganda y resulta que mientras la anterior administración gasto 84 millones de pesos al año, la de él va a gastar 97 millones de pesos, es decir, 13 millones de pesos más. Nos dice que está en contra del culto a la personalidad y esos 97 millones de pesos lo desmienten.
Es necesario que se ponga las pilas, que se olvide de odios y rencores; que se olvide de sus sueños mesiánicos de ser el próximo Gobernador y que se ponga a trabajar, pero a la voz de ya, porque ya se le acabó una sexta parte de su período.
