Alejandro, su pleito con el guardaespaldas de Egidio
ESCENARIO POLÍTICO
Por Marco Antonio Torres De León
Ser niño o volver a ser niño, y aun en la vejez conservar alma de niño, no tiene precio.
Felicidades a todos los niños, sin los cuáles este mundo carecería de equilibrio.
Sin los niños, no habría griterío, ni el juego de las canicas, ni de los trompos, ni el balero o las escondidillas, ni dulcerías, ni navidad ni santa Claus.
Sin la presencia de niños, habría millones de matrimonios desintegrados.
Los niños son adorables, y más cuando comen poquito.
Nunca ha sido mejor negocio tener niños que coman poco, minimalistas.
Porque son el alma de cada hogar y a la vez, incentivan el ahorro. Jejeje (esto último, es broma).
Cambiando de tema, en El Mante avanza rápido el calendario, de tal modo que la disputa de los grupos políticos por llegar fuertes al año 2015 se intensifica poco a poco.
El candidato natural para la diputación federal del año 2015 es palpablemente el alcalde PABLO ALBERTO GONZÁLEZ LEÓN, cuya fortaleza radica –en este momento- en dos pilares, el primero, su histórica votación obtenida en 2013 en Mante, que no tiene parangón; y el segundo, sus logros y grandes alcances obtenidos en apenas siete meses de gobierno.
Sin añadir su juventud, y el sano perfil que refleja de cara al electorado. Amén de todo esto, el alcalde es un político sin vicios, sin falsas poses, cuyo perfil lo mantiene pegado a tierra.
Un error del tamaño del mundo cometido con frecuencia por los políticos modernos es pelear con medio mundo.
Y otro error craso, es la desmemoria.
En este último caso, cometen error tras error pues por ejemplo, una vez que fallaron al pueblo habiendo alcanzado un cargo de elección popular, no son para volver al pueblo que una vez representaron para resarcir daños, ni siquiera con una palmadita.
Por el contrario, son omisos, olvidadizos.
Esto ocurrió con Alejandro Guevara Cobos, diputado federal dos veces por el Sexto Distrito, y mismo personaje que alimenta –de cara al futuro, en el año 2015- esperanzas de volver a repetir.
Y pese a que sus proyectos son grandes, pues anhela gobernar a Tamaulipas, lo cierto es que Alejandro Guevara Cobos es un sociópata sin remedio, con perfil de político moderno, pero desalmado y avieso a la hora de alcanzar poder.
Cierto, la lógica nos indica que Alejandro Guevara está descartado para competir; pero la política es la única ciencia que nunca admite lógica.
En política se hace lo impensado, aun yendo contra la razón.
Aun así Alejandro Guevara Cobos, consciente de su habilidad para movilizarse en el mundillo del poder donde se toman las decisiones, sigue caracterizándose por ser un político con futuro.
No en balde está cerca del presidente Enrique Peña Nieto.
Hace esfuerzos sobrehumanos por mantenerse vigente, aunque sea mediáticamente a través de Facebook y Twitter, pues son gratuitos.
¿Qué cuesta retuitear? ¿Acaso 1 minuto?
¿Cuánto cuesta subir un par de fotografías a Facebook caminando al lado del presidente?
¿Acaso dos? Esto cuando mucho.
Lo malo es que cuando se abusa del blof, nadie cree.
Aun así, hay quienes tienen vasta habilidad para protagonizar a la perfección el papel de ‘engaña-bobos’.
Y aunque su capital no le alcance para más, es decir, para ser candidato a gobernador de Tamaulipas, él está consciente que siendo diputado federal por tercera vez, y logrando ganar la futura elección, esto lo ayudaría a mantenerse vivo.
Aún hay más aspirantes al año 2015 pues ni Pablo ni Alejandro son los únicos en el Sexto Distrito.
Por cierto, dos anécdotas de Alejandro Guevara Cobos dará cuenta del animal peligroso que es, y de los riesgos que implica rondar cerca de él.
En la última visita hecha por el gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ al Mante, Alejandro Guevara hizo un berrinche marca diablo poco antes que el mandatario estatal se fuera.
Estando en el estribo de la puerta de su camioneta blindada, Alejandro Guevara no dejaba de perseguirlo (aunque no estaba convocado) e intentaba permanecer cerca de él.
Pero hubo un instante que las cosas se salieron de control.
Fue cuando un guardaespaldas de Egidio Torre lo contuvo, pidiéndole de favor se alejara, pues el protocolo así lo marca; amen de esto, para efectos mediáticos, es incorrecto que un personaje principal aparezca junto con otro, sin haber contacto o correlación –en ese momento- entre uno y otro.
El guardaespaldas le quiso explicar pero Alejandro no oyó.
Estaba enfurecido.
-Tú no sabes quién soy yo, pendejo. ¿De veras no sabes quién soy? ¿Qué quieres, que haga que te corran?
Mil linduras le espetó, salpicándole la cara con su saliva.
Pero el guardaespaldas de Egidio ni se inmutó.
Lo tragicómico del suceso fue que el gobernador oyó todo lo que ocurría. Y volteaba a ver de soslayo lo que pasaba, reprobando con la mirada la cruel ofensa a su guardaespaldas, que se mantuvo incólume, quieto, inamovible pese a la andanada verbal del mantense.
Resta decir que esa tarde Alejandro Guevara ganó rabo y orejas. Fue la burla de todos, la comidilla adentro del vehículo del gobernador.
Íbamos a relatar una segunda anécdota de Alejandro Guevara, pero el tiempo se acorta.
Por eso intentaremos resumir.
Fue en la época en que alcanzó la victoria como candidato a diputado federal, hace unos 5 años; a los seccionales les hacía falta un pago, su liquidación por el trabajo realizado durante 4 intensos meses de campaña.
Se había alcanzado el objetivo, ganar para el PRI la diputación federal.
Había entre los seccionales una mujer, era casi una chiquilla y permanecía formada en la fila. Seguía ella para recibir de manos del virtual diputado federal tres cosas, un saludo, un gesto de agradecimiento y un sobre con dinero adentro.
Repentinamente ella se halló frente a él. Y cuando estaba justo enfrente, la miró a los ojos, la saludó, le tomó la mano y con morbo, mezquindad y con actitud ruin, la fuerza repentinamente a bajar su mano para que sus dedos rozaran con la cremallera de su pantalón.
-Ven, salúdame, mírame como estoy, la tengo bien parada, le dijo.
La chica asustada le contestó. -¡Usted está loco!
Salió corriendo avergonzada, llorosa.
Bien, por ahora es todo, nos leeremos en breve.
Aunque no nos iremos sin antes decir que el alcalde Pablo González León compartió ayer tarde con la niñez mantense, organizándoles una magna fiesta donde abundaron los regalos.
El presidente municipal y su esposa Verónica Téllez de González convivieron con los niños; y ellos por su parte, gozaron de lo lindo por la actuación de payasitos, por la actuación de luchadores profesionales en un ring y por la fiesta en general.
Y por su parte, la diputada federal Rosalba de la Cruz Requena no se iba a quedar atrás. E hizo entrega –en sus oficinas de gestoría- de regalos, miles de regalos a niños del sexto distrito.
Fueron momentos emotivos los que los niños vivieron al recibir de manos de la diputada priista lo que ellos consideraron un gran gesto, una noble acción, un donativo por el día del Niño.
Pero bien, ahora sí, es todo, hasta pronto.