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2016; Apocalipsis para el PRI en Tamaulipas

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2016, Apocalipsis para el PRI en Tamaulipas

Negociada la transición democrática.
Para oxigenar al Estado, dejara el poder.

Por: Mauricio Fernández Díaz

En el ambiente político flota, desde hace varios meses, un secreto a voces, un trascendido que, conforme van pasando los meses va tomando fuerza, conforme se van viendo en los hechos las señales que indican el paso de una hipótesis a una realidad.

Se trata crear las condiciones para la urgente oxigenación democrática en Tamaulipas, de hacer a un lado -al menos temporalmente, como estrategia- a la mafias política que durante 21 años se ha repartido el poder político y económico en el estado, convirtiéndolo en un feudo exclusivo, un coto de poder en el que mantienen multimillonarios negocios que administran y cuidan a través de sus empleados, políticos y funcionarios colocados estratégicamente en la función pública a través de pactos y negociaciones sexenales.

Gobernador que llega, gobernador que se compromete a mantener vigente ese pacto no escrito, de cuidarle las espaldas a su antecesor y brindarle espacios de poder para que desde ahí Cavazos Lerma, Tomas Yarrington, Eugenio Hernández velen por sus intereses económicos y políticos.

Cada elección de diputados, municipales y gobernadores ha sido exactamente lo mismo. Sólo cambian unas pocas caras. Cada elección, solo son reciclados a otro cargo, pero siempre dentro de la estructura gubernamental.

Ejemplos sobran…Felipe Garza Narváez, Delegado Federal de Profeco, Luis Enrique Rodríguez, alias el Pipo, Delegado Federal de Corett, Guadalupe Flores, Secretaria General de Gobierno, Rafael González Benavides, presidente del Comite Estatal del PRI en Tamaulipas, Óscar Almaraz, secretario de organización del mismo Comite, Alejandro Etienne Llanos, presidente municipal de Victoria, por nombrar sólo a unos cuantos de los integrantes de esta administración. Cada uno trae el fierro, el sello de alguno de los tres ex gobernadores.

El colmo, la exasperación del pueblo y de los mismos priistas es esa grosera, obscena idea de imponer como » nuevos rostros de la política estatal» a júniors de esos viejos políticos ya en retirada. así tenemos al, diputado local Ricardo Rodríguez, con una carrera meteórica, en la cual, como en el juego de damas de peón paso a coronarse, con el tablero arreglado y brincando todas las fichas.

De presidente del PRI municipal victorense, al cual llego como un advenedizo, paso sin más méritos que el ser hijo del ex Procurador de Justicia en la Administración Yaringtoneana, al puesto de Diputado. Y se le prepara ya para competir por la presidencia de Victoria, en la próxima contienda.

Otro junior que pretenden vender como el rostro fresco del PRI es el hijo de Cavazos Lerma, quien después de no dar el kilo en Sedesol Estatal, fue colocado como titular del programa Federal Oportunidades; su mediocridad ha sido tan patética como lo fue en Sedesol.

Así podemos continuar con otros ejemplos, pero para muestra basta este par de botónes.

Estos excesos, aunado a la quiebra técnica en que se encuentra sumida Tamaulipas, el brutal desgaste provocado por la inseguridad, la ausencia de empleo, la falta de obra pública a todos los niveles de gobierno, la pérdida de posiciones políticas importantes a manos del PAN, la parálisis que demuestra el PRI en víspera de elecciones federales, pero más que nada el hartazgo ciudadano ante estos criticable hechos, abonados por otros cometido por Peña Nieto, su gabinete y nuestros diputados y senadores, mantienen al estado al borde del colapso social, económico y político.

Así, la estrategia que se viene planteando es entregarle, negociado, el poder al PAN, en la figura ya sea de Cantú Rosas (un presidente con más corazón priista que panista) o a Leticia Salazar, hábil negociadora que sin duda entendería el («vas a ganar, pero no te la creas»).

Cualquiera menos Cabeza de Vaca, es la consigna.

Se maneja, inclusive, que podría ser un enviado del centro, a la antigua usanza priista de imponer desde el Nacional al candidato.

La línea, negociación, acuerdo o imposición que rige este proyecto tiene como premisa el llevar a cualquiera a la gubernatura, de preferencia un panista para simular la entrada de Tamaulipas a la transición democrática, o un priista siempre y cuando no pertenezca a ninguno de los grupos de poder que han mandado en Tamaulipas estos tres sexenio a y pico.

Ya lo ratifico ese simulador que es Beltrones, al externar, sin ningún respeto a la investidura del primer priista Egidio Torre, invadiendo espacios políticos que no le corresponden, que el Gobernador próximo podría salir de los legisladores Federales, o sea, un enviado del centro.

Es obvio que esto, sin que lo externara Manlio Favio, es una innegable realidad, ya que no están impedidos de manera alguna para buscar la candidatura. El hecho de que aclarara algo obvio lleva implícito el mensaje.

Por su parte, los dirigentes partidistas ya han hecho público su deseo de conformar un frente amplio; el diputado Jorge Valdez, ex dirigente del PRD, Cuihtlauac Ortega Maldonado, líder estatal de ese partido, Alejandro Cenicero, sempiterno dirigente del PT en el estado, Gustavo Cárdenas, líder del Movimiento Ciudadano y López Fonseca, dirigente del PAN, han aceptado que se está en busca de esta alianza «para encontrar un candidato común y sacar al PRI de palacio de Gobierno» ( sólo Fonseca no ha declarado en este sentido, al menos no de manera tan tajante)

Recordemos que PAN y PRI actuaron como aliados para sacar las reformas propuestas por el PRI,especialmente la energética y educativa. Y esto tuvo un costo para el PRI.

Ya lo acepto el legislador federal por Matamoros Carlos García en rueda de prensa, al declarar que hubo negociaciones para aprobar la reforma energética, y una de ellas fue que desaparecieran los Institutos Estatales Electorales y se implementará el INE, regido desde el centro, » para evitar las prácticas caciquiles de algunos gobernadores que lo utilizaban para legitimar triunfos fraudulentos»

O sea, ya no será el gobernador ni los grupos locales de poder quien manipule las elecciones, sino las fuerzas suprarregionales a través de los Comités Ejecutivos de los partidos políticos con sus representaciones dentro del INE (Instituto Nacional Electoral) y la voluntad del presidente Peña Nieto.

Un buen candado si dentro de las negociaciones realizadas por el PAN con el PRI se acordó el cambio democrático en Tamaulipas.

Obviamente que el partido revolucionario no cederá alegremente el poder…será sólo un simulacro, como dijimos una oxigenación para bajar la presión social, algo parecido al triunfo de Fox, que fue pírrico en resultados,pero disminuyo en mucho la desesperación y malestar de la ciudadanía que creyó realmente que habría algún cambio. El lema Cambiar para seguir iguales sigue vigente.

Ya veremos en las elecciones federales que cuentas le entrega el PRI al Presidente PEÑA. este, necesita urgentemente la mayoría absoluta para no atorar ni tener que negociar con los otros partidos las reformas que quiera hacer.

Pero independientemente de esto, se olfatea ya en el aire que vienen cambios históricos para Tamaulipas. Por lo pronto, ningún priista ha crecido lo suficiente como para asegurar que será el candidato. Más bien…no los han dejado crecer. ¿La razón?…saque usted sus propias conclusiones.

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