Vámonos a Matamoros…
“Viva Matamoros altiva y heroica, región que dormita en la margen del rio, la sangre palpita en el pecho mío, al recuerdo glorioso de sus hombres y su honor”, esas son estrofas escritas por el profesor JOSE BARRIENTOS para su querido Matamoros y que después fueron adaptadas como himno a Tamaulipas.
De una u otra manera la heroica Matamoros ha sido punto de referencia, noticia, y parte de la vida histórica de Tamaulipas, entre muchos acontecimientos podemos citar el himno, pero igual todos los oriundos de ese municipio, sobre todo los cuarentones, recuerdan el desenfreno de los spring breakers por citar ejemplos.
Al grito de, “vámonos a Matamoros”, los jóvenes de muchos municipios, no solo de Tamaulipas sino de Estados vecinos y Texas, se preparaban para el desenfreno, para las fiestas, donde el espectáculo principal eran los estadounidenses que como autómatas caminaban, cantaban, tomaban, bailaban y hacían de todo por la calle sexta y sus alrededores.
Los más conservadores solo tomaban como paso a Matamoros rumbo a la Isla del Padre, pero igual la curiosidad los anclaba porque no había limite, era muy común que el sol sorprendiera a muchos jóvenes tirados en el césped, borrachos, o con la resaca de la noche de copas, la noche loca donde las autoridades solo se convertían en espectadores para no ahuyentar al turismo juvenil estadounidense, que a decir verdad, eran más los desfiguros y los daños que ocasionaban a los jardines y a la ciudad que la economía que dejaban.
Ni siquiera los hoteles o restaurantes registraban repunte en sus cuentas, lo que si se vendía a raudales era el alcohol, esa fue una de las razones por la que los jóvenes gritaban “vámonos a Matamoros”.
Todo era felicidad hasta que aparecieron SARA ALDRETE y CONSTANZO que se dijo aprovechaban la inconsciencia de los muchachos para enrolarlos en su secta, se especula que muchos desaparecieron, como el chico norteamericano que fue clave para investigaciones y descubrimiento de los narco satánicos, después de eso bajo el número de visitantes jóvenes, más de Estados Unidos, el miedo era más fuerte que el deseo de desenfreno.
Ahora, para repuntar el turismo y que el municipio tenga derrama económica, las autoridades municipales en estrecha coordinación con el Estado preparan una serie de eventos con sana diversión para chicos y grandes en la Semana Mayor.
Eso es bueno porque es darle otro rostro a Matamoros, que la gente sepa que no es solo destino para los spring breakers, que a decir verdad ya son pocos, hoy las autoridades municipales se están aplicando, evitando que el alcohol corra a raudales sin control por las calles y playa del municipio, hoy todos pueden tener sano esparcimiento con eventos de altura y donde los visitantes puedan pasear, degustar de la gastronomía, las artesanías y por supuesto el destino de sol y arena en la Costa Azul.
El gobierno de Matamoros pretende recuperar el turismo comercial y de servicios que se había perdido, esperan que para la temporada vacacional de Semana Santa arriben a la playa Costa Azul más de 300 mil paseantes, además de reactivar la llegada de estadounidenses a la zona comercial.
En coordinación con la Cámara de Comercio del Valle de Texas se realizaran las tradicionales fiestas del charro y se llevará a cabo el saludo de la alcaldesa LETICIA SALAZAR VAZQUEZ con su homólogo de Brownsville en las inmediaciones del puente internacional, la idea del encuentro, como siempre, es estrechar lazos, pero sobre todo en esta ocasión es hacer la invitación para que ya no se emitan alertas que alejen a los estadounidenses de Matamoros.
Del 13 al 20 de abril Matamoros será un buen destino turístico y de diversión sana, donde bailaran al ritmo de la banda El Recodo, cantarán con TITO El Bambino y el grupo Tercer Cielo, mientras que las damas se podrán deleitar la pupila, y hasta soñar con un sirenito del Rey Costa Azul SEBASTIAN RULY.
Bien por Matamoros, la puerta grande de Tamaulipas, ya es momento de que la gente tenga confianza y pueda vivir, disfrutar e invertir en la región y se vuelva a escuchar el grito de “Vámonos a Matamoros”.