VIDA DIARIA
Por; Rosa Elena Gonzalez
Todos en esta vida tenemos altas y bajas, lo importante es saber equilibrar, es decir, que los tiempos de bonanza no te hagan perder el piso y las rachas malas no te borren la sonrisa.
En ocasiones se piensa que la vida es difícil como para sonreír con frecuencia, pero se deben buscar las oportunidades, luchar por los sueños, instalarse en las realidades y generar las circunstancias para que nuestro paso por este mundo sea más llevadero y una sonrisa siempre es buena compañía.
Siempre será bueno, aún y en los momentos difíciles, hacer un esfuerzo para sonreírle a la vida, agradecerle al DIOS el ver un nuevo amanecer y el llegar a otro anochecer porque además siempre será mejor ver con alegría la vida para que ella pueda alegrarnos.
Para que la vida nos sonría es menester sonreírle a ella, cuando se va por la vida lleno de amargura a cambio se recibe amargura, rechazo, indiferencia, es la ley de la atracción, a la vida se le deben arrancar chispazos de alegría que te dibujen una gran sonrisa.
Reza el refranero que al mal tiempo buena cara, es verdad, hay momentos difíciles, es cuando se visualiza hasta imposible verle el lado bueno a las cosas, pero siempre es positivo recordar que el ser humano no se debe anclar en la desgracia y el dolor, que es mejor buscar la luz ya que aunque el túnel sea largo siempre hay un punto donde termina la oscuridad, obvio, siempre y cuando se busque, se luche, y no que nos encuentren los problemas sentados, y llorando por lo que no es.
Hay quienes dicen que se ríen de la vida para que ella no se ría de ellos, es buena filosofía, aunque hay un pero, la vida se debe llevar con alegría, sí, pero no, tan a la ligera, también se debe tomar con seriedad, es mejor sonreírle para que ella nos sonría pero si nos reímos de ella sin respeto quizá decida hacernos una mala jugada para culminar riéndose a carcajadas de nuestra desgracia.
Sonreírle a la vida funciona, alivia cualquier dolor, acaba con problemas, además siempre hay tiempo para reír y es gratis, no cuesta más que una buena disposición, una sonrisa abre puertas, alegra la vida, termina con malos entendidos, el rostro se embellece y es la esencia del alma.
Aunque se tengan problemas es bueno tener actitud positiva, sonreírle a la vida, porque genera tranquilidad y confianza a quienes te rodean.
La sonrisa y la alegría atraen la felicidad y bienestar, así como la pena y frustración atraen a la tristeza y rencor que termina en soledad.
Sonreír es como un imán que atrae cosas buenas y personas afables, claro que hay de sonrisas a sonrisas, porque hay que decir que también debemos cuidarnos de las falsas muecas que parecen sonrisa, o de las carcajadas a nuestras espaldas, pero eso sí, tenga la certeza de que cuando se está a gusto con uno mismo la sonrisa franca desarticula cualquier mal sentimiento.
Los políticos también es bueno que sonrían siempre, no solo cuando andan correteando el voto porque la gente ya sabe que en esos tiempos las sonrisas no cuentan y los candidatos no sabrán si la ciudadanía les sonríe o se ríe de ellos.
Así que es mejor sonreírle a la vida y cuando ella le sonría seguirle sonriendo al mundo, eso da tranquilidad emocional, paz en el alma.
