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¿Nuevo? Bullying

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Maremágnum
Mario Vargas Suárez

Una de las palabras de moda es el ‘bullying’ y ‘los que todo lo saben’ concuerdan en que un sinónimo es “que te agarren de carrilla”. Aunque adentrados en el tema el acoso puede ser: físico o psicológico, o ambos.
Los académicos que han estudiado el ‘bullying’, señalan reportes de contextos diversos. Los más comunes son la escuela, la familia, la calle y el centro laboral. Existen otros, pero insisto, esto son los mayormente estudiados.
En los escenarios académicos y hasta mediáticos, se ha omitido un estudio formal sobre el acoso sexista, pero no del varón contra la mujer, más bien, la ‘lucha de mujeres contra los varones’.
Soy de los que piensan en la igualdad entre los sexos. Reconozco que ni un hombre es más que una mujer, ni a la inversa. Considero que hombres y mujeres estamos en igualdad de situaciones.
Socialmente las mujeres asumen actitudes permisivas a los varones como el reparto de obligaciones hogareñas, la administración de autoridad, de finanzas, la guía o ‘rienda’ de los hijos, etc. La realidad es que en el matrimonio es posible la equidad de voluntades.
Lamentablemente es cierto que un sinnúmero de de mujeres han vivido bajo la sombra, protección, tutela y hasta esclavitud del varón, quien asume el rol de proveedor y protector de la familia incluyendo a la mujer como parte de ella. Hay extremos.
En ‘la guerra de sexos’ muchas mujeres han querido ‘superar’ al varón, rechazando el rol que la misma sociedad les ha señalado, como en el caso de los apellidos: “La señora Sánchez… la señora Medina…” Se identifican con los apellidos paternos del marido.
Las mujeres mexicanas han escalado peldaños de toda naturaleza, sobre todo de los años setentas a la fecha, recuérdese que hasta las cantinas se abrieron a las damas.
Los diferentes contextos donde se desarrolla la mujer le permiten reconocer los roles que debe asumir desde la niñez, la adolescencia, la juventud y la adultez. Son estas etapas las que le señalan la desigualdad frente al varón.
En el juego político han caído organismos mundiales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que en una de sus asambleas determinó señalar el 8 de marzo, “El Día Internacional de la Mujer Trabajadora” o “Día Internacional de la Mujer”.
Las justificaciones son claras y loables pero dejan en desventaja al varón, porque si hay un día para la mujer, debiera haberlo para el hombre, si se busca equidad.
La primera convocatoria para el día de la mujer tuvo lugar en 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza extendiéndose a numerosos países.
Como dato curioso valdría la pena revisar el presupuesto que se destina a los festejos del Día de la Mujer, considerando que los personajes que dictan sus conferencias magistrales se llevan muy buenos cientos de miles de pesos, como la premio Novel Rigoberta Manchú.
El día de la mujer es loable, pero también es sexista cuando, por ejemplo el día de la madre es el 10 de mayo -no trabajan las mujeres, es día libre- El día del padre es el tercer domingo de junio, día de descanso obligatorio. ¿Equidad?
La mujer mexicana es tan valiosa como los varones. Mire por ejemplo la Revista Forbes, afirma que las mujeres más adineradas de México heredaron sus fortunas de tres dinastías: Eva y Consuelo Gonda -mujeres- pertenecen a la familia Garza Lagüera, mientras que Martín Bringas -varón- está representada, además de los cinco varones, por Ana María y María Teresa -mujeres-.
En el caso de Mariasun Aramburuzabala -mujer-, ella es la ‘jefa de familia’. Su padre, Pablo, falleció en 1995 cuando era vicepresidente ejecutivo de Grupo Modelo. Ella, junto con su madre y su hermana -mujeres- decidieron mantener la administración de la empresa y resistir los intereses de terceros para controlar el grupo.
Históricamente en México se vive un matriarcado, porque son la mujeres quienes dirigen los destinos de la familia, el papel del padre en la mayoría de los casos es de apoyo a las decisiones de la madre.
La reflexión de que la mujer y el hombre mexicanos son igualmente importantes es buena, y el querer hacer el ‘Bullying’ a los varones o las mujeres, pudierase interpretar como distractores para minimizar temas como la economía, la política y el desarrollo social.
Cierro este espacio quizá con la simpatía del Filósofo de Güemez que pudiese decir: ¿Porqué si se dice chin&5# a tu madre… porqué no es usual decir lo mismo al padre? ¡No es otra cosa más que un vil y llano ‘bullying’!

Comentarios: mario.vargas@starmedia.com

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