CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Años perdidos…
«Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla, de mujeres y hombres afligidos por el abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.
Yo veo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, que merecen mejores servicios, y gobiernos que les cumplan, ciudadanos que aún no tienen en el futuro fincada la derrota y que están dispuestos a sumar su esfuerzo para alcanzar el progreso, veo a un México, convencido de que estas son las horas de las respuestas, que exige soluciones”.
El de la voz es un político, un priísta, un hombre que bien pudo ser presidente de México pero que un par de balas le quitaron la vida un 23 de marzo de 1994, hace 20 años.
Por ello este mes fue dedicado por muchos políticos de México a recordar el asesinato de Luis Donaldo Colosio, casi nos arrancan las lagrimas, según ellos le lloran mucho, le recuerdan, siguen su ejemplo, lástima, en muchos se nota hipocresía, en casi todos se nota que van en camino contrario.
Quien sabe que habría ocurrido si Luis Donaldo hubiera sido presidente de México, quizá sería un ex presidente más, tal vez habría padecido igualmente de la corrupción que en campaña y a base de palabras atacó con mucha fuerza, es posible que no hubiera logrado lo que en discursos proponía o tal vez, si, tal vez hubiera sido el mejor presidente que haya tenido México en toda su historia… pero el hubiera no existe.
Lo que sí es que es el mexicano, el político, que sin ser presidente dejó la mejor herencia y la mejor enseñanza, el voltear a la pobreza, al pueblo, porque logró observar que el PRI nos estaba partiendo la madre y era necesario cambiar, aunque lamentablemente caímos en lo que pretendía evitar, en una aventura política, en un salto al vacío con Vicente Fox primero, y con Felipe Calderón después.
Quién mató a Colosio es imposible saberlo a ciencia cierta, la ley dice que fue Mario Aburto como asesino solitario, otros dijeron que había dos tiradores, el pueblo en su juicio sumario sentenció que fue Carlos Salinas y lo condenó al despreció, a ser el icono de la corrupción, y otros más le vieron ojos de asesino a Ernesto Zedillo que a su muerte tomó la estafeta.
Es la hora de dar certidumbre al país, y quizá, aunque nos cueste, es la hora de voltear al pasado, de recibir y empezar a aplicar la herencia de Luis Donaldo, el hombre que el pueblo, a pesar de los gobernantes, hizo mártir, hizo demócrata, hizo su político modelo de los últimos tiempo, por eso le dejo parte de su discurso del 6 de marzo de aquel año, discurso, que dicen, le sentenció a la muerte.
“México no quiere aventuras políticas, no quiere saltos al vacio, no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces, México quiere democracia, pero rechaza su perversión, la demagogia”.
“La Reforma del poder, para democratizarlo, para acabar con cualquier vestigio de autoritarismo, el origen de nuestros males se encuentra en la excesiva concentración del poder. Concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos, a los excesos».
“Yo veo un México de jóvenes que enfrentan la difícil realidad de falta de empleos, que no siempre tienen a su alcance la oportunidad de una buena educación, que se ven orillados a sumarse a la delincuencia, a la drogadicción”.
“Yo veo a un México de mujeres que no reciben el reconocimiento a su esfuerzo”, (igual se refirió a empresarios, a profesionistas, a trabajadores).
«Hoy vivimos en la competencia y a la competencia tenemos que acudir; para hacerlo se dejan atrás viejas prácticas: las de un PRI que sólo dialogaba consigo mismo y con el gobierno, las de un partido que no tenía que realizar grandes esfuerzos para ganar”.
«¡No queremos ni concesiones al margen de los votos ni votos al margen de la ley! ¡México no quiere aventuras políticas, nuestras elecciones, y lo digo con pleno convencimiento, no tendrán vergüenzas que ocultar».
«Frente a Chiapas (le agregamos, además de la huasteca, Tepito, San Bernabé y otras regiones que menciona en el discurso, a las Entidades de Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, y muchas regiones dentro de todos los Estados donde hay muerte por hambre o por daños colaterales causados por la misma) los priistas debemos de reflexionar. Como partido de la estabilidad y la justicia social, nos avergüenza advertir que no fuimos sensibles a los grandes reclamos de nuestras comunidades; que no estuvimos al lado de ellas en sus aspiraciones; que no estuvimos a la altura del compromiso que ellas esperaban de nosotros”.
«Tenemos que asumir esta autocrítica y tenemos que romper con las prácticas que nos hicieron una organización rígida. Tenemos que superar las actitudes que debilitan nuestra capacidad de innovación y de cambio”.
«Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad! Es la hora de la Nación, es la hora del cambio, con rumbo seguro, para garantizar paz y tranquilidad a nuestros hijos, la única continuidad que propongo es la del cambio, pero un cambio con responsbilidad».
«Con firmeza, convicción y plena confianza, declaro… soy un hombre de trabajo que confía más en los hechos que en las palabras».
Ese es el Luis Donaldo Colosio Murrieta que 20 años después todavía vive, porque el México que dibuja es el mismo de hace 20 años, años que se han perdido porque estamos peor que antes.
Les dejo el twitter @gatovaliente para que nos siga, también el correo electrónico y la cuenta de facebook a sus órdenes para lo que guste y mande… marcovazquez20001@hotmail.com
© 2014 MicrosoftTérminosPrivacidad y cookiesDesarrolladoresEspañol
© 2014 MicrosoftTérminosPrivacidad y cookiesDesarrolladoresEspañol
