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La seriedad del bullying

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Maremágnum
Mario Vargas Suárez

Los temas sobre el acoso escolar o ‘bullying’ están siendo estudiados formalmente desde el ángulo científico, y por desgracia los resultados hasta ahora obtenidos apuntan en la misma dirección, desde los reportes de investigación de instituciones privadas y hasta las instituciones públicas.
El Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma del Edomex UAEM, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y la Procuraduría General de la República (PGR), fueron los actores de un simposio sobre el tema del bullying.
Vale la pena apuntar que el vocablo pareciera se puso de moda en distintos cotextos, cuyo centro es la escuela mexicana y los actores directos o indirectos son nuestros hijos, los míos, los de usted.
Adentrándonos al tema, le comento que para Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la PGR dice: “Hay una relación proporcional entre la violencia que se vive fuera de los centros escolares y la que se da en su interior.”
“No es una regla general, pero hay una relación de los niños que ejercen acoso sobre sus compañeros de aula y que padecen de violencia intrafamiliar”, apuntó en entrevista el funcionario de la procuraduría federal.
En el mismo tenor, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) destacó que, pese a las innumerables investigaciones sociales del tema, existen pocas cifras publicadas al respecto de esta negativa actitud social en el país.
Sin embargo, se sabe que el número de casos de acoso escolar o bullying, afecta al 40% de los alumnos de primaria y secundaria, en instituciones educativas públicas y privadas del país.
El número pudiera ser escandaloso, sobre todo si consideramos que las escuelas privadas atienden, por lo general, pequeños grupos de alumnos, en relación a las escuelas públicas, donde se supone existen grupos hasta de 50 escolapios por aula. Mientras en las escuelas particulares o ‘colegios’ se suponen grupos no mayores de 30 alumnos.
Un grito desesperado se escucha en el silencio de los edificios escolares cuando el 43% del personal, entre directores y maestros, afirma haber detectado casos de bullying. En este sentido hay muy poca intervención de los padres de familia, existe más la denuncia anónima de los mismos alumnos.
Para desgracia del sistema educativo mexicano -sin colores electoreros- de acuerdo con los reportes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar internacional en casos de bullying entre estudiantes de secundaria.
Las universidades públicas, pese al problema, no se sabe de alguna proposición nacional para abatir el problema, se la han pasado más en la distribución financiera del presupuesto gubernamental que en ocuparse en temas relevantes como este.
En Tamaulipas la Universidad La Salle, del campus Victoria, ha propuesto algún proyecto sobre este fenómeno escolar y si no se ha aceptado en un 100%, algunos temas se han considerado para reformar la ley estatal de educación.
A nivel nacional un estudio de la Cámara de Diputados en 2011, reveló que en la escuela primaria cerca de 80% de los estudiantes expresaron vivir, observar o ejercer violencia hacia y por parte de sus compañeros de escuela, mientras que a nivel secundaria 63% de los alumnos convive de manera cotidiana con este fenómeno.
Durante el simposio organizado por la UNAM, la titular del DIF Nacional destacó que 17% de los menores de seis años afirma que haber sido golpeados o insultados en la escuela. El mismo porcentaje se aplica a niños entre 10 y 12 años que afirmó padecer acoso y humillación en sus propias escuelas.
La misma fuente informativa, destacó que Chiapas, Guerrero y Oaxaca son las entidades que ocupan los primeros lugares de maltrato infantil tanto en la familia como en la escuela.
La funcionaria nacional anunció que la institución que representa (DIF Nacional) prepara la propuesta de una estrategia para prevenir el acoso escolar, que se pondrá en marcha con apoyo y a través de los sistemas estatales y municipales DIF.
Sin embargo y pese a las buenas intenciones del DIF Nacional, para el director de la Red de los Derechos de la Infancia en México, (REDIM) cualquier estrategia de este tipo debe ser precedida por un diagnóstico nacional.
Por desgracia, ninguna institución pública o privada ha elaborado, no existe hasta el momento. Quizá una de las razones es que la violencia escolar no se vive de igual forma en todas las regiones del país.
¿Cómo andaremos en Tamaulipas? ¿Qué dicen nuestros investigadores de este tema?

Comentarios: mario.vargas@starmedia.com

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