Peña tiene que pasar del discurso a la acción si quiere salvar a México: AI
MÉXICO, D.F. (apro).- El secretario general de Amnistía Internacional (AI), Salil Shetty, invitó al presidente Enrique Peña Nieto a dejar atrás la retórica y hacer realidad su compromiso con los derechos humanos en México.
Además, aseguró que las reformas económicas tan cacareadas por su gobierno serán “débiles mientras no se solucionen las violaciones a derechos humanos en el país”.
En conferencia de prensa durante su último día en México, Shetty insistió en la preocupación de AI por el grave deterioro de los derechos humanos en los últimos cinco a siete años, sobre todo en sectores tan vulnerables como los inmigrantes centroamericanos, y explicó que en octubre próximo el organismo abrirá una oficina especial para México y Centroamérica.
El secretario general de AI nacido en la India, reconoció que en los 14 meses que Peña Nieto lleva al frente del gobierno se ha enfrentado a “problemas acumulados” desde la administración anterior, por lo que es importante, dijo, que haga público su compromiso con los derechos humanos y que, “más allá de la declaración, haya beneficios para la gente”.
Acompañado de la defensora Silvia Pérez Yescas, de la organización Ciarena de Oaxaca; Lourdes Heredia, hermana de Germán Heredia, víctima de tortura, además de Erika Guevara y Perseo Quiroz, representantes de Amnistía Internacional en América y en México, Shetty sostuvo que durante la reunión que tuvo este lunes con Peña Nieto y miembros de su gabinete, insistió en que la imagen del país en el mundo “no es halagüeña, por las diferencias que existen entre lo que dicen las leyes (en materia de derechos humanos) y la realidad”.
Cuando se le pidió su opinión sobre la portada del semanario Time con la imagen de Peña Nieto y el título “Saving Mexico”, de próxima distribución, Shetty manifestó que no se pronunciaría por la publicación, pero que consideraba que “en relación con los derechos humanos hay muchas cosas que salvar todavía”.
Luego enlistó una serie de temas que se han vuelto cotidianos en México: la tortura y los maltratos; el “uso rutinario de las detenciones arbitrarias; un sistema de seguridad pública que no garantiza la protección de los derechos humanos para todos los mexicanos, mucho menos para pueblos indígenas, migrantes y mujeres”.
Si Enrique Peña Nieto “quiere salvar a México tiene que dar resultados tangibles en materia de derechos humanos, tiene que pasar de la declaración a la acción”, y debe ser consciente de que “los proyectos económicos sólo son exitosos si tiene impacto positivo en los derechos de las personas, si son consultadas antes de que se lleven a cabo los proyectos”.
Shetty se dijo muy impactado por los testimonios recabados en Saltillo, Coahuila, donde se reunió con familiares de desaparecidos, así como por el desdén de las autoridades para atender los casos.
Lamentó, asimismo, las medidas que han tomado instancias creadas para atender los casos, como la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos de la Procuraduría General de la República (PGR), que hasta ahora no ha depurado la base de datos heredada por el calderonismo, con casi 26 mil nombres de personas desaparecidas.
De igual forma, cuestionó el funcionamiento del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas que, subrayó, hasta ahora ha sido ineficaz para atender a defensores y periodistas en riesgo.
Sobre el surgimiento de las autodefensas en México, consideró que si bien es explicable que la población desesperada por la violencia reaccionara de esa forma, lo cierto es que “en materia de seguridad no hay lugar para outsourcing. El Estado no puede delegar su responsabilidad en personas civiles, porque si ahora no puede pedir cuentas a militares, marinos y policías federales que cometen abusos, ¿cómo podrá hacerlo con personas que no forman parte de su gobierno?”, preguntó.
En su intervención, e relator especial de AI para México, Rupert Knox, señaló que en materia de seguridad pública “no hay cambios sustanciales” en la política, que pone a las fuerzas armadas en el centro del combate al crimen organizado.
Agregó que pese a que oficialmente se habla de una disminución de la violencia y del número de homicidios, en materia de derechos humanos “siguen registrándose casos de desaparición forzada y tortura, y los responsables siguen gozando de impunidad”, como ocurre en casos documentados por Amnistía Internacional en Nuevo Laredo, Tamaulipas, apuntó.
Al finalizar la visita a México, que incluyó entrevistas con secretarios de Estado involucrados en la seguridad pública y la procuración de justicia, así como con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza, y legisladores de la comisiones de Derechos Humanos del Senado y la Cámara de Diputados, Amnistía Internacional emitió un comunicado.
En él pidió al presidente Peña Nieto “realizar un pronunciamiento claro sobre los compromisos de su administración en materia de derechos humanos y cumplir su promesa de enfrentar efectivamente la grave situación actual”.
Asimismo, demandó “garantizar la búsqueda efectiva de víctimas de desaparición y llevar a los responsables ante la justicia, incluyendo funcionarios públicos que pudieran estar implicados en desapariciones forzadas”, así como otorgar seguridad a defensores y periodistas de derechos humanos que se encuentran en riesgo, “mediante acciones integrales y efectivas”, además de “hacer rendir cuentas ante la justicia a los responsables de ataques y amenazas en su contra”.
Por último, demandó “asegurar los derechos humanos de migrantes irregulares, incluyendo el derecho a no ser objeto de violencia”, tomando en cuenta que “todos los abusos contra personas migrantes deben ser exhaustivamente investigados y las personas responsables deben rendir cuentas”.