CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
De pinches ladrones pasaron a ser oportunistas, chambistas, hombres y mujeres sin más ideología que el dinero, el poder, y las ganas de fregar a la gente, son los azules, los del PAN que ahora se hacen garras en busca de la dirigencia nacional de su partido, esos motes, apodos, o sobrenombres se los han puesto entre ellos mismos, no son inventos tricolores ni ataques amarillos, lo que quiere decir, en automático, que tienen más conocimiento de causa, qué son más reales.
Comenzó, haciendo un poco de historia, Ernesto Cordero, el Senador (que por un tiempo fue coordinador en la Cámara Alta de sus compañeros de partido), que llamó pinches ladrones a los miembros de la dirigencia nacional del PAN que buscan quedarse dos años más, reelegirse en el cargo y tener en sus manos las candidaturas, pero sobretodo, el presupuesto de ese partido que suma muchos miles de millones de pesos.
Antes, el mismo Cordero fue exhibido por la dirigencia nacional azul, lo acusaron de mal utilizar algo así como 200 millones de pesos que tenía el presupuesto de la bancada en el Senado, que no comprobaba su gasto, que lo utilizaba en un mayor monto para entregárselo a sus amigos y a los familiares del ex presidente Felipe Calderón que tenía contratados como asesores.
El caso es que los panistas, de uno y otro bando (más los que se pudieran sumar en busca de la contienda del PAN) dan la impresión de ser viles mercaderes de la política, saqueadores, vividores del presupuesto público.
Se hacen garras, se exhiben, ayer toco al coordinador de los Diputados Federales, Luis Alberto Villarreal, acusar a los seguidores de Ernesto Cordero de chambistas, de ser nuevos en el partido, de haber ingresado al mismo solo porque les convenía económicamente.
Si, si, tiene razón, Villarreal es el mismo al que acusaron de pedir moche a los alcaldes panistas por cada una de las obras o recursos que les consiguiera, él y el diputado de Matamoros de nombre Carlos y apellido García, les señalaron de pedir el 30 por ciento del monto de las obras gestionadas además de llevar a los contratistas que las hacían.
Desde luego, al paso del tiempo se da cuenta la sociedad que los trapitos sucios de los panistas se los sacan ellos mismos, que su competencia parece ser por conocer al más corrupto de ellos y no por quien merezca la dirigencia nacional a base de ser honesto, tener ideales, y pensar en México.
Hoy, como se muestran, los políticos que pretenden dirigir al Partido Acción Nacional nomás dan la impresión de ser megacorruptos, saqueadores, ninguno de ellos puede presumir honestidad, menos ideales.
Todo esto viene a colación por la enorme preocupación que hay en Tamaulipas por la lucha sin dar ni pedir cuartel que tienen en la cúpula del PAN aunque también le meten leña a la hoguera en busca de tener ganancias.
En Matamoros, por ejemplo, la alcaldesa Leticia Salazar y su primer damo, Alfredo Biasi, le apuestan a que fluya la mayor información posible en contra de su antes compañero, cómplice y amigo de correrías, el Diputado Carlos García, creen que ya no lo necesitan para nada, incluso que les estorba, y eso se debe a que van a favor de Josefina Vázquez Mota.
En Reynosa son dos bandos, uno al mando del Senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca que le apuestan todo para que gane Ernesto Cordero, y el otro liderado por Francisco Javier Garza de Coss que hacen lo posible porque gane Gustavo Madero, el actual dirigente, porque saben que de ello depende borrar de una vez y para siempre a su Senador, al enemigo a vencer en la contienda interna del 2016.
Mientras en Nuevo Laredo la apuesta también es en contra de Ernesto Cordero, el alcalde Carlos Cantú Rosas también ve como enemigo a vencer en la búsqueda por la gubernatura al Senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Y mientras unos y otras sueñan con ser y despachar desde el tercer piso de gobierno apuntalados por el Partido Acción Nacional, en el PAN se hace garras a nivel nacional y al ritmo que llevan solo dejaran los pedacitos, lo que significa menos votos, lo que significa otra vez a empezar de nuevo, esos serán los daños colaterales de la guerra interna panista, el desarticular a la oposición en el Estado.
En otras cosas… el gobernador Egidio Torre Cantú recibirá un reconocimiento de la CNC nacional, la medalla Emiliano Zapata, un acto que hay que destacar porque significa que se ve con buen ánimo al campo tamaulipeco, con mucha esperanza, y de eso depende, por obviedad, que nuestra gente del área rural viva mejor a corto plazo.
En más de las cosas buenas apuntar que el Congreso de Tamaulipas, en voz de su presidente Ramiro Ramos Salinas se pronunció en contra de la legalización de la mariguana, “el crimen se combate con estrategia, generando más oportunidades para la gente, aplicando un mayor monto de recursos en la prevención, no legalizándolo”, habría dicho.
Ramos Salinas fue entrevistado previamente a la sesión ordinaria de ayer, por cierto, se anuncia un recorrido por Tamaulipas de la actual legislatura, ojalá la gente aproveche y le pregunte a sus diputados por lo que hacen.
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