CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Realmente México se mueve en la frontera del caos, una muestra más es que el Secretario de Educación, Emilio Chuayffet, prácticamente fue echado de Michoacán al ser atacado a pedradas, mentadas de madre y pancartazos para finalmente obligarlo a abandonar un evento por la puerta trasera y suspender el resto de su agenda en esa Entidad.
Obvio, los acusados son los “maestros” de la CNTE, esos que entre más actos de protesta realicen más sueldo o prestaciones obtienen, a ellos la prueba Enlace les valía menos puntos que rayar una pared en protesta por las acciones de gobierno.
Lo más triste es que sea Chuayffet y su dependencia los que mantienen vivo este movimiento, los que siguen pagándoles por protestar, por tomar plazas y sitios públicos del DF, por paralizar la educación de muchas Entidades del sur del país, y ahora por ir a mentarle la madre y atacarlo a pedradas.
Así, a golpe de garrote y piedras, es como los maestros de la CNTE echan por tierra todo el esfuerzo que se realizó para concretar una reforma educativa que da envidia en el papel pero que causa mucha ternura y hasta pena en los hechos.
Es verdad, con los actos porriles y violentos en Michoacán, por la forma como se ganan el salario los maestros de ese Estado y los de Oaxaca, Chiapas, y algunos más de la República, el resto de los profesores que no estén de acuerdo en las evaluaciones ya vieron la ruta a seguir, la violencia, esa que les da impunidad y les ayuda a conservar la chamba como si provocaran la excelencia en sus alumnos.
Triste el caso de este hermoso país, cualquiera doblega al gobierno y sin razón alguna, cualquiera lo somete y lo hace huir del sitio donde se hace importante su presencia, peor cuando se cometen delitos con toda impunidad, con todo el descaro, retando siempre a la autoridad nomás como para que todo México se enteren que no sirven para nada.
Lamentable como la mejor reforma que ha realizado este gobierno en conjunto con el Congreso de la Unión ni siquiera sirva en el papel, no tenga un uso que valga la pena y pueda ser la base, el pilar, del México del futuro, ese que soñamos en paz, con menos pobreza, más trabajo.
Para abonarle a ese clima de perversidad y caos, apareció Carlos Salinas de Gortari, expresidente de México para decir que le paso lo mismo, que los alzamientos en Chiapas más los magnicidios de Luis Donaldo Colosio (que ayer cumplía años de nacido) y Francisco Ruiz Massieu fueron un intento de los antireformistas por descarrillar su gobierno, por echarle a perder todos sus logros.
Dijo que se pretendía estancar a México, incluso dejarlo en el atraso, la corrupción, y las medidas que favorecían a unos cuantos y empobrecían al país, y todo viene a colación porque parecen los mismos argumentos del actual gobierno por defender sus tendencias reformistas.
Ahora, no toda la culpa es del gobierno o la autoridad, también los ciudadanos somos culpables por ocuparnos de México solo de lunes a viernes y siempre y cuando no ruede un balón de futbol, los fines de semana y cuando hay partidos nos olvidamos de la pobreza, de que hay gente con hambre, de que los políticos se están agandallando nuestra riqueza.
También nos olvidamos de México por algo tan comercial como es el Día del Amor y la Amistad, la prueba son las expectativas que tiene la Cámara de Comercio del DF en cuanto a que cada pareja de enamorados se gastara hasta 8oo pesos para celebrar “tan importante acontecimiento”, ese es México, el de un gobierno que le vale madre y una ciudadanía que ni siquiera usa pañales todavía, que está demasiado pequeña para participar a favor del país.
El caso es que este México lindo y querido ciertamente se encuentra en la frontera del caos, pero al ritmo que vamos, ante la flojera de la gente, la inoperancia de la autoridad, y lo fuerte de los poderes fácticos, no dude que muy pronto veamos a este gobierno cerrado por derribo.
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