Tan sólo en el DF y Monterrey, hay por lo menos 250 denuncias de empresas contra los nuevos impuestos que se aprobaron en 2013 como parte de la reforma hacendaria.
Empresas como Ferrero de México, Sabritas, Productos Rochin y Gélita México reclaman la implementación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de 8 por ciento a los alimentos altos en calorías; mientras que Walmart cuestiona la aplicación del Impuesto al Valor Agregado en alimentos para mascotas , además del peso extra por litro en refrescos.
Ayer, el administrador General de Grandes Contribuyentes del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Óscar Molina Chie, dijo que aunque las empresas se hayan amparado, seguirán pagando los nuevos impuestos.
“Desde los pagos provisionales vamos a estar monitoreando, donde veamos que no enteran el pago del IEPS, por bebidas azucaradas o alimentos con alto contenido calórico, vamos a hacer requerimientos para que presenten sus declaraciones y sí tienen algún argumento por el cual no hacen el pago realizaremos auditorías, pero hasta ahora tenemos información de que sí lo van a hacer”, señaló.
Las embotelladoras Bebidas Mundiales y Arca Continental de Monterrey, también impugnaron el impuesto a los refrescos; Chedraui y Grupo Herdez se han unido para protestar en contra del aumento a comida chatarra.
Empresas de la industria química, como Bayer, han cuestionado el gravamen a los plaguicidas, que va entre 5 y 9%.
Al respecto el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, dijo ayer que “no hay ningún plan para modificar la reforma hacendaria. La reforma hacendaria, hoy, ha sido ya aprobada por el Congreso de la Unión, y hoy es la ley” y aclaró “no habrán de modificarse las tasas, que no habrá nuevos impuestos, que no habrá nuevas reglas de carácter tributario, para darle certidumbre a la inversión y creación de empleos”.
(Con información de Reforma, El Universal y Notimex)
