CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Se aprobó en Tamaulipas la reforma política y electoral que propuso el PAN y Enrique Peña Nieto, que negociaron el PRI y el Partido Acción Nacional, para entenderlo mejor, a cambio de la aprobación de la reforma energética.
El Congreso del Estado convirtió así a la Entidad en la número 16 que revisaba el proceso y lo aprueba para estar en condiciones de que el Presidente Enrique Peña Nieto promulgue dichas leyes que implican reformas constitucionales para permitir la reelección de Alcaldes, Diputados Locales, Diputados Federales, y Senadores.
Con lo aprobado por el Congreso además se creará el Instituto Nacional de Elecciones, que sustituirá al IFE y a su vez absorberá el 80 o 90 por ciento de las funciones que realizan los Consejos Electorales Estatales.
Fue creado el INE y todavía no queda claro quién habrá de resolver las controversias sobre resultados, y hay una sin fin de cosas que siguen revueltas ya que existirán los consejos electorales pero no harán prácticamente nada.
Fue un duro golpe a los ideales revolucionarios de 1910 que planteaba el sufragio efectivo y la no reelección, fue un golpe certero al federalismo porque de golpe y porrazo le quita a los Estados soberanía y la facultad de organizarse y llevar a cabo sus procesos electorales.
Y lo peor es que el IFE y el TRIFE en cada elección dejan un mal sabor de boca como para darles todo en charola de plata, siempre resultan muy caros sus procesos electorales, y siempre queda la duda sobre los resultados, basta revisar la elección de Felipe Calderón, la de Enrique Peña Nieto, y la de otros donde ambos organismos cometieron aberraciones cercanas a un sinónimo de una mentadas de madre para los ciudadanos.
Puede ser una simple resistencia al cambio pero no hay duda que son pasos para atrás, que más valía obligar a los Estados a cumplir a cabalidad sus funciones en materia de elecciones a caer en las garras y tentaciones de los reyecitos del centro de la República que harán y desharán de las Entidades, acordando en sus pactos por México y avasallando a las autoridades locales y sin tomar en cuenta a los ciudadanos.
Por lo demás, pues queda tiempo suficiente para ir creciendo como ciudadanos, para evitar que los alcaldes se pasen de listos y destinen el dinero público a hacerse promoción, dejen las cosas peor que todos y puedan reelegirse sin problemas en una especie de compra de votos.
También queda tiempo para empaparnos sobre las funciones de los Diputados locales, de los Diputados Federales, de los Senadores, y revisar sus acciones para que no vengan cada año a vendernos espejitos y recetar una serie de mentiras a mil por hora disfrazados de informes legislativos pero con el único afán de posicionarse para lograr ser gobernadores del Estado.
A que vamos, a que las cosas ya están dadas y es tiempo de actualizarnos, de empaparnos de las leyes y trabajar con las mismas para no ser sorprendidos a la hora de la hora.
Debemos tener esperanza, desde luego, de que las reformas tienen puntos buenos y malos, que así como es doloroso que se borre a las fuerzas locales (incluya gobierno y sociedad) de un plumazo, también a largo plazo las reelecciones pueden ser buenas, cuando la democracia este mejor, perfeccionada, y haya personajes más decentes en la política.
Si, le insisto, lo ideal habría sido reformar las leyes electorales para endurecer los requisitos de elegibilidad de cada aspirante a un puesto de elección popular, desde los regidores al presidente de la República, obligarlos a que pasen por los exámenes psicológicos, las pruebas de control y confianza, de conocimientos, todo con el objetivo final de garantizarle a la sociedad políticos de primera, porque solo de esa manera se podrían tener autoridades decentes.
Pero… ya tenemos una reforma y no debemos desperdiciarla, parece que fue un retroceso, igual Ramiro Ramos Salinas y demás Diputados del PAN y PRI, Verde y Panal que demostraron tener control y buen trabajo para ellos en la cámara local, dicen que todo será mejor, ya el tiempo pondrá a cada quien en su lugar y descubriremos quien tenía la razón.
En otras cosas… ayer el ejecutivo Egidio Torre Cantú estuvo en Nuevo Laredo, tierra gobernada por el panista Carlos Cantú Rosas, dejaron claro, ambos, que hay cordialidad, que los colores de las campañas quedaron atrás y que se busca mejorar las condiciones de toda la Entidad.
Se habló de seguridad, allá se realizó la reunión semanal de coordinación interinstitucional, también de un amplio programa de obras y además, del mejoramiento en las relaciones entre ambos poderes que permitirá que aterricen más recursos.
“Quiero testimoniar amigo gobernador el agradecimiento y el apoyo que hemos recibido por todo su respaldo y que esperamos que esta relación que hasta ahora hemos llegado siga siendo constructiva y siga proyectando el gran ánimo democrático que ha caracterizado al gobierno del estado y al gobierno de esta ciudad”, habría dicho el alcalde panista.
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