NO HAY MAYOR SATISFACCIÓN QUE CONTRIBUIR AL DESARROLLO DE LOS JÓVENES: ENRIQUE ETIENNE
Ciudad Victoria, Tam. 17 de enero de 2014.
Orgullosamente UAT: C.P. Enrique Etienne Pérez del Río (parte 1)
“Nada hay que se compare con la satisfacción de saber que estuvimos junto a un joven en su transformación de adolescente a adulto y que al formarse como persona de bien, lleva algo de nosotros”, ha dicho el contador público Enrique Carlos Etienne Pérez del Río, rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT). La frase explica el prestigio adquirido como profesor, directivo y funcionario de la UAT a lo largo de 46 años, aspectos que apuntalaron su postulación al máximo cargo y sobre los que volveremos más adelante. En esta entrega, sin embargo, exploraremos otras facetas de su vida.
“Mi familia llegó a Tampico por la rama paterna entre 1824 y 1828. Por mucho tiempo tuvo negocios allá. De hecho, Tampico se movía por la hora de la joyería ‘El Rubí’, que patrocinaba ese servicio en la radio. Fue un negocio que inició mi abuelo en 1900 y mi padre mantuvo en funciones hasta finales de la década de 1980”, relató hace poco a los estudiantes de la conurbación del sur.
Ahí nació Enrique Carlos en 1941 y, como era natural, su infancia transitó en medio de la actividad comercial, la fiesta y el desasosiego que distinguen al puerto: “Me tocó la época de los carnavales y fui testigo de la devastación que causaron los ciclones de 1951 y 1955”.
En 1956 hubo de trasladarse a Monterrey para estudiar el bachillerato y posteriormente la carrera de Contador Público. Era el año en que la Universidad de Tamaulipas, mediante los decretos 156 y 157, se constituía jurídicamente, integrada por las facultades de Derecho, Medicina y Odontología, así como por la Escuela de Enfermería y Obstetricia, ubicadas en Tampico.
En 1963, ya egresado del Tecnológico de Monterrey, estableció su despacho en Ciudad Victoria, donde, casado tres años antes, se instaló en forma definitiva. A finales de 1964, cuando tenía 22 años, fue nombrado contador general del estado. No se imaginaba entonces que el licenciado Praxedis Balboa, a la sazón gobernador de Tamaulipas, le encomendaría en 1967 una importante tarea.
“Me dijo que necesitaba una facultad de comercio en la capital del estado”, relató. Así comenzó su historia en la universidad. En septiembre de ese año diseñó y fundó la Facultad de Comercio y Administración Victoria (FCAV), de la que fue catedrático y su primer director, responsabilidad que cumplió hasta 1978 sin abandonar la docencia, por lo que llegó a ser decano y profesor extraordinario.
Durante muchos años combinó la cátedra con el servicio público y privado. “En el gobierno estatal trabajé en cinco administraciones, me quedé hasta 1988; el despacho lo seguí atendiendo hasta 2013”, reveló.
“La vida nos enseña muchas cosas —explica quien mereció en 1992 el diploma al Mérito Universitario—Tan pronto aprende uno a guiarse con valores de lealtad, gratitud y honestidad, más convive uno con las personas que están alrededor”.
Quizá por esas cualidades fue designado en 1995 presidente del Consejo Municipal Electoral. “Fui su titular en dos periodos y estuve en tres procesos federales también; luego fui presidente del Instituto Estatal Electoral”. No olvida reconocer el trabajo de los voluntarios que participan en las elecciones: “El funcionario de casilla es el principal elemento de una elección. Por eso les aconsejo que participen siempre que los inviten”.
En 2011, Enrique Carlos Etienne Pérez del Río asumió el cargo de tesorero de la universidad, donde pudo gestionar importantes avances en materia administrativa y de pensiones. Hoy tiene en sus manos una nueva tarea, liderar en la UAT la generación del conocimiento con valores, lo que constituye, tal como lo dijo en su toma de protesta, el mayor privilegio de su vida.
“Al cabo de los años, a uno que ha estado en los sectores público, privado, electoral y educativo le preguntan qué es lo que más le gustó. Yo, sin pensarlo, respondo: ‘dar clases, estar en un aula’, porque la satisfacción de ser parte de la universidad y colaborar en la formación de los jóvenes no tiene igual”, concluyó.