VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez
Se acabaron las fiestas decembrinas en las que, a medida de las posibilidades, la gente tuvo diversión aunque parece que muy poca reflexión.
Como si se acercara el fin del mundo en lugar del nuevo año la gente se dedicó a hacer compras de pánico, las tiendas de autoservicio, supermercados y calles comerciales registraron gran afluencia, las ventas repuntaron y hasta el comercio domiciliario hizo su agosto en diciembre.
Aguinaldos y ahorritos volaron, las tarjetas bancarias hoy traen un déficit, mueblerías y tiendas de regalos llenaron sus listas de nuevos deudores y ahora viene lo bueno, el regreso a la realidad.
Para muchos quizá todo siga igual, las fiestas decembrinas será algo que poco o nada les afecta a sus economías pero para otros comenzará el tronar de dedos y las mortificaciones para pagar deudas o comprar la despensa de la semana, pero como dicen, ya lo bailado ni quien se los quite.
La noche de año nuevo pocos fueron los que agradecieron un año más, que, como dijera CALDERON “haiga sido como haiga sido”, con sobresaltos, crisis, desempleo, y muchas calamidades se tuvo vida y a la vida siempre hay que sacarle chispas de alegría, felicidad agradeciendo al Creador por un día más.
Por lo general la gente hizo sus peticiones y llenaron su lista de propósitos, las peticiones son deseos pero para que se cumplan hay que buscar la manera de que las cosas sucedan, porque en la espera pasiva nada ocurre.
Los propósitos tienen que estar acompañados de esfuerzo, entusiasmo, trabajar para que se cumplan porque las cosas no caen del cielo, nada sucederá si no se lucha por lo que se quiere, recordemos que DIOS dijo ayúdate que yo te ayudaré.
Más que propósitos debemos fijarnos metas a cumplir, a corto, mediano y largo plazo para no caer en decepción cuando las cosas no se dan como se quisiera a las primeras de cambio.
Cada año hay propósitos incumplidos, por lo general se rompen antes de que lleguen los Reyes Magos, tan es así que seguramente para hoy muchos ya fenecieron, sobre todo esos de tener un cuerpo escultural porque apenas estamos a 4 de enero y aun fala la rosca de Reyes y luego los tamales del día de la Candelaria y la dieta tendrá que esperar, igual los que prometieron ingerir menos bebidas alcohólicas tendrán de justificación que los festejos aun no terminan y aún cuando sean de carácter religioso serán aprovechados para la fiesta con todo y sus excesos alimenticios y etílicos.
La situación es que llego enero y su pesada cuesta, más porque el 2014 arribó cargado de impuestos y hasta sentencias para los que no cumulan con el fisco.
Nadie puede negar que el regalo más recordado será el que hizo el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO al pueblo, el 2014 será el año de los impresos y por si fuera poco ayer aumentó el costo de la energía eléctrica y de ahí vendrán otros incrementos.
Pero bueno, a toda desgracia hay que secarle cosas buenas, mire, los impuestos ya no hay poder humano que los detenga, tampoco los aumentos, las promesas de que este año le irá mejor a los mexicanos se quedaran en solo en eso, en promesas, así como tantas y tantas cosas que los políticos hacen para lograr sus objetivos de llegar al poder y robarse los recursos del país y hasta la conciencia del pueblo.
Entonces, no queda más que verle el lado amable, a las desgracias, también encontrarles un aprendizaje, ojalá todo eso sirva para que nos volvamos más administrados, previsivos, responsables y sobre todo aprendamos a razonar el voto, ese debe ser nuestro principal propósito.
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