Las crónicas de un Ángel
Por Edelmira Cerecedo García
Un paciente en el Hospital se queja de un dolor, cada vez màs fuerte, a un lado de èl una mujer vestida de blanco sostiene su mano y le dice, ya le pase medicamento Don Pedro, deje que le haga efecto, tranquilícese, en un segundo viene el doctor, otro paciente a un lado pide que le chequen el suero, haber si está pasando correctamente, mientras el familiar de una paciente grita que le atiendan a su familiar por que requiere algo ante unas nauseas que la anestesia le ha provocado.
En pediatría llega un niño, no tiene pelo, la quimioterapia se lo ha tumbado, El enfermero ya le dice por su nombre, “hola Chevito”, el sonríe, ya no tiene miedo, le enseña un muñeco y atiende las indicaciones de aquel joven que le da una bata y le ayuda a cambiarse, sonriendo le pregunta el niño, donde esta Marcos mi amigo hoy le toca la quimio…el joven baja la cara y le dice quizás luego llegue..entonces la mamá entiende que Marquitos no regresara, llora y el joven de blanco seca sus lagrimas y alienta a la mujer.
Cada día es difícil, todas las enfermeras y los enfermeros, tienen que lidiar con el espejismo constante que les `persigue del tiempo antes de que llegue la muerte, ellas son las primeras que reciben a los pacientes, checan los signos, hacen la pronta canalización y buscan el auxilio médico, todas con la una responsabilidad que las tiene en aquel lugar cumplir un trabajo, pero no es un trabajo solamente, es una vocación, es una línea, es una responsabilidad, que aceptaron por amor a la humanidad, que algunas hacen sin ni siquiera recibir un sueldo.
Hoy vamos hablar de esas mujeres que han entregado su vida en el Hospital tituladas de enfermeras y los años las han dejado fuera de la nomina quedándose siempre de voluntarias a través de los años, pero por el amor a lo que hacen siguen firme en su convicción de la búsqueda de ayudar y de poder si en un futuro tener un trabajo.
Algunas son requeridas en este tiempo festivo y en fin de semana, todas amorosas y gustosas haciendo a veces lo que otras por obligación en cumplir un horario hacen, mientras que ellas felices en un amor a la vida realizan dejando su casa, sus hijos, sus padres solos, y dando su servicio de manera gratuita.
Las Enfermeras y Enfermeros hoy en día son el bastón de apoyo para la medicina, son aquellas mujeres y hombres que son el proceso de sanación de un enfermo, tras distribuir el medicamento de la manera màs ordenada y exacta, son vitales para hacer curaciones y son personas que se han humanizado mas y han empezado un proceso de dolor unido a cada paciente.
Estos Ángeles que hoy nos cuidan en los hospitales, no pueden distraerse, tienen calculado cada cosa que hacen y dan, son precisas y a veces por eso se sumergen en el mundo de no voltear a ver a nadie màs, màs que a sus enfermos, cada uno y una de estos profesionistas, nos han atendido en algún momento, todos tenemos agradecimiento por que nos han alentado, nos han tomado de la mano, nos han dado valor para enfrentar noticias y nos han ayudado a estar mejor.
Por eso a cada una de ellas “Gracias”
