NOTICIERO…
El caso de los 10 más corruptos
La percepción como noticia
Tomás Yarrington y los otros se defienden
Mostraron pruebas de su inocencia
HECTOR MIGUEL CHAVEZ
H. Matamoros, Tam.- El caso de los supuestos 10 más corruptos de este país, publicado por la revista Forbes, es analizado desde otra perspectiva por el periodista Leopoldo Mendívil, del DF. He aquí el texto que pongo a su consideración. Dice así:
El problema de Dolia Estévez es que hace periodismo para México, un país muy inclinado a aceptar la percepción en noticia. Los declarantes, sobre todo los políticos, hacen de sus percepciones noticias que los periodistas difunden. Hasta para defenderse…
Pero la corrupción invade todos los ámbitos de acción en el país y Dolia se limitó al político. Sus percepciones la llevaron hacia allá. ¿Y el empresariado? ¿Y la Iglesia católica, por sólo citar otras dos arenas? En la academia también hay mucha corrupción, pero Dolia, naturalmente, buscó noticia que impactara, que escandalizara y dice ella que para lograrlo le ayudaron colegas periodistas y académicos
¿Qué hizo Alejandra Sota para rechazar su inclusión entre los mexicanos más corruptos? ¿Cuántas pruebas de incorruptibilidad presentó? Sólo su percepción de sí misma. No respondió a ni una de las acusaciones que, con pruebas o con percepciones, han publicado numerosos espacios informativos -éste incluido-, pero también legislativos. Y han hecho señalamientos claros o basados en declaraciones de gente bien informada.
Lo mismo hizo Genaro García Luna… ¿Por qué salió de México tan pronto como concluyó su gestión en la Secretaría de Seguridad Pública federal? Porque sabía de la andanada que se le vendría y, claro, culpó a cuantos dañó en su gestión. ¡Obviamente debe haber varios de ellos tras algunas notas periodísticas, pero la Auditoría Superior de la Federación hizo, desde que él estaba en plena operación y con toda la venia presidencial, declaraciones basadas en las pesquisas que suele realizar para cumplir con su encomienda.
Ni Alejandra ni Genaro son políticos en estricto sentido. Llegaron a sus muy altos cargos por amistad y “lealtad” -si eso se puede llamar así- con Felipe Calderón. De todos los señalados en la lista de Dolia, sólo cuatro habían respondido hasta la hora de este espacio. Los otros dos son -por orden alfabético- Fidel Herrera y Tomás Yarrington, quienes presentaron más hechos realizados o denunciados en sus respectivos casos y situaciones. Por ejemplo, un comunicado que la defensa de Yarrington mandó anteayer a los medios informativos, destacó:
“Tomás Yarrington terminó su gestión como gobernador de Tamaulipas en 2004. Y es hasta 2012, en medio del proceso electoral, que surgen’ acusaciones en su contra. Tuvieron que pasar ocho años y una elección que se veía perdida, para que el entonces gobierno de Calderón siguiera la recomendación de su estratega electoral, Antonio Solá, para armar un caso en contra de algún priista reconocido. Y justamente lo hicieron a base de filtraciones a los medios y manipulando las percepciones, antes de proceder jurídicamente, con lo cual la PGR violó el secreto a que toda autoridad procuradora de justicia está obligada.
Todas las acusaciones en contra de Tomás Yarrington están basadas en los dichos -que no las pruebas- de testigos protegidos de la PGR. Se trata de testigos que lo mismo declaran en un caso que en otro. Hoy en día sabemos que esos testimonios no tienen la menor valía y han sido desechados en otros procesos.
En cambio, la defensa del Lic. Yarrington ha presentado más de cien pruebas de inocencia y ha procedido a denunciar a quienes, siguiendo las instrucciones de la entonces procuradora, se prestaron a ‘validar el testimonio’ de dichos testigos rebasando con mucho sus atribuciones.
En México, el caso de Tomás Yarrington está ahora en manos de los jueces, de quienes esperamos una sola cosa: Justicia.”
