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Puras jaladas…

CENA DE NEGROS

Marco A. Vázquez

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Sirva expresión coloquial para describir lo que vivimos los mexicanos con nuestro sistema de procuración y administración de la justicia, es para llorar o morir de tristeza porque la frase lo define perfectamente, son puras jaladas.

Vamos por partes, todavía retumba en el cerebro de los mexicanos el caso de la francesa Florez Cassez, acusada de secuestro, con pruebas en su contra, sentenciada por ese delito, y de pronto resulta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación la dejó libre porque se violaron sus derechos humanos al no presentarla de inmediato con el Agente del Ministerio Público ya que el gobierno de Felipe Calderón prefirió hacer una novela, un montaje que les atrajera falsas estrellitas a sus uniformes, todo eso, antes que hacer cumplir la ley.

Es culpable la francesa de secuestro en México, estaba sentenciada a muchos años de prisión, pero se fue a su país gracias a los Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que privilegiaron sus “derechos humanos” sobre los derechos humanos y de víctimas que tuvieron familias de personas muertas o secuestradas y regresadas con graves daños psicológicos.

Caso más reciente El Ponchis, un joven sicario que aceptó y se le comprobó haber asesinado a muchas personas, dos años y medio paso en una correccional, se comprobó que no estaba apto para reinsertarse a la misma pero lo dejaron libre y seguramente será para seguir asesinando, secuestrando, traficando con droga.

El caso de Rafael Caro Quintero es similar, un narco de altos vuelos que ganó un amparo, quien sabe de qué forma pero lo dejaron libre, y ahora que lo busca la justicia de Estados Unidos dicen que siempre no merecía estar en la calle, ya fue declarado prófugo.

Raúl Salinas de Gortarí es el icono de la impunidad, la corrupción, y lo irreal de la impartición de justicia en México, después de tantas acusaciones, después de encontrarle sumas millonarias a su favor, mucho dinero de procedencia ilícita, resulta que ya fue declarado inocente y se le regresó su dinero o la posibilidad de reclamarlo sin que nadie diga nada, peor ese asunto, resulta que le decomisó la ley 214 millones de pesos por comprobarse su procedencia ilícita y pide la justicia a sus legítimos dueños que los reclamen, pero ilógicamente insisten que el hermano incómodo del ex presidente Carlos es inocente.

Para compensar esas aberraciones, los que imparten justicia se ensañan con quienes se roban una despensa en el súper, a ellos si los sentencian a pasar años tras las rejas, o con quienes han chocado accidentalmente y en sus cinco sentidos pero le causaron daño a un poderoso que busca venganza, también con quienes fueron usados para cometer fraudes (a fuerza o a placer), a ellos sí, a ellos los sentencian hasta los 250 años de cárcel como se dan casos en el Distrito Federal.

Todavía se ensañan más los justicieros inquisidores con quienes carecen de dinero para defenderse, no hablan nuestra lengua, ellos se pueden pasar años y años sin lograr por una menos una sentencia condenatoria o de inocencia, tiempo en la cárcel que los hace verdaderos delincuentes o los convierte en guiñapos, en lacras de la sociedad.

A otros, sin saber a ciencia cierta si son culpables o inocentes, como a un profesor chiapaneco llamado Alberto Patishtán, hasta lo llevan con el presidente Enrique Peña Nieto para lucirlo como un ejemplo “de respeto a los derechos humanos”, como si se hiciera una gracia al respetar la ley o el torcerla para quedar bien.

Con esos poquitos ejemplos usted no dudará en calificar al sistema judicial mexicano como lo que es, puras jaladas, un sistema que llega aplicarse a placer, para presionar, para desgraciar al enemigo, para cumplir caprichos, o para lucirse, eso no puede ser un código penal.

Por eso hay que reconocer el trabajo que se hizo en el Senado de la República para crear un Código Nacional de Procedimientos Penales, festinar que todas las fuerzas políticas lo aprobaron sin cortapisas, reconociendo que nos puede llevar a una nueva era en México, más segura, más justa, más equilibrada y más libre ya que se habla de juicios orales donde todo mundo podrá ver los casos que le interesen y recibir explicaciones del por qué de la actuación de los jueces o ministerios públicos.

Ojalá con esa pulcritud y con esos consensos trabajaran en el Senado todos los temas importantes para México pero ya vimos que no, otros son utilizados para golpear a los mexicanos, pero esa ya es otra historia, hoy a reconocer el buen trabajo.

En otras cosas… el gobernador Egidio Torre Cantú y su esposa Pilar González de Torre entregaron un reconocimiento al voluntariado en Tamaulipas, un premio de cien mil pesos, más otros cien mil del gobernador, para ROMANA GONZALEZ RÍOS enfermera de profesión, 17 años sirviendo desinteresadamente en la Granja Hogar San Pedro A.C. En el ejido Lomas del real, municipio de Altamira Tamaulipas.

El acto tiene relevancia porque pinta de cuerpo entero a los buenos tamaulipecos, da razones al gobernante para seguir comentando que es nuestra gente lo mejor que tenemos, y da razones a la sociedad para irse sumando a las buenas causas.

Les dejo el twitter @gatovaliente para que nos siga, también el correo electrónico y la cuenta de facebook a sus órdenes para lo que guste y mande… marcovazquez20001@hotmail.com

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