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5 de febrero de 1917: Aniversario de la promulgación de la Constitución de México

En el caso de nuestra Carta Magna es precisamente el órgano rector del Estado, las instituciones y las reglas de convivencia social pacífica entre los mexicanos.

CIUDAD DE MÉXICO.-Una constitución es la Ley fundamental de un Estado, con rango superior al resto de las leyes, que define el régimen de los derechos y libertades de los ciudadanos y delimita los poderes e instituciones de la organización política; según definición de la Real Academia Española de la Lengua. 

En el caso de nuestra Carta Magna es precisamente el órgano rector del Estado, las instituciones y las reglas de convivencia social pacífica entre los mexicanos.

Desde el año de 1808, en que se registraron las primeras inquietudes de emancipación, hasta 1917, en que se promulgó la actual Constitución Mexicana, en la historia de México se registraron diversas asambleas constituyentes, instrumentos constitucionales y de planes que se proponían convocar a las primeras o modificar a los segundos.

La primera Constitución que se aplicó en México fue la española, expedida el 18 de marzo de 1812, por las Cortes de Cádiz, en las que estuvieron diputados representantes de Nueva España; y, aunque efímera y parcialmente, llegó a estar vigente en esta tierra.

De diverso origen, once asambleas constituyentes se reunieron en México en el lapso de 103 años, siendo considerado el de Chilpancingo en 1813, el primer Congreso Constituyente, convocado por José María Morelos, y que presentó al año siguiente el denominado Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, mejor conocido con el nombre de Constitución de Apatzingán, de tendencia liberal, que proponía un gobierno republicano y aprobaba medidas sociales y económicas antifeudales. 

Mismo foro en el que Morelos presentó su documento “Sentimientos de la Nación”, al que se consideró como un plan de alcance constitutivo y que influyó, de alguna manera, en la posterior organización constitucional.

Aunque el 18 de diciembre de 1822 se aprobó el Reglamento Provisional Político del Impero Mexicano, muy poco duró su vigente, ya que para 1823, se formó el Congreso Constituyente conformado principalmente por federalistas, quienes presentaron tanto el Acta Constitutiva del 31 de enero de 1824, como la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, que entró en vigor el 4 de octubre de ese mismo año.

Entre la Ley Fundamental de ese año y la aparición del tercer Constituyente de 1835, una serie de pronunciamientos, cuartelazos y planes, fueron claras manifestaciones de una precaria vida institucional.

Apuntalada por Antonio López de Santa Anna, se decretan las nuevas Leyes Constitucionales el 30 de diciembre de 1836, mismas que fincaron los cimientos de un régimen de gobierno centralista, teocrático, oligárquico y plutocrático.

Aunque en junio 12 de 1843 el gobierno en turno decretó las Bases de la Organización Política de la República Mexicana, para 1847, en plena guerra con los Estados Unidos y las luchas intestinas, la Comisión de Constitución, creada el 6 de diciembre del año anterior, propuso que el Congreso decretara el restablecimiento de la vigencia de la Constitución de 1824, con algunas reformas, a la que se denominó Acta Constitutiva y de Reformas, decretadas el 18 de mayo de 1847. 

Dadas las circunstancias, esta decisión sirvió como instrumento jurídico para dar impulso a la vida política de la colonia emancipada, aunque estuvo lejos de ser una Ley capaz de resolver las aspiraciones e ideales del pueblo mexicano.

En cumplimiento con lo acordado en el Plan de Ayutla dos años atrás, el 17 de febrero de 1856, se instala el Congreso Constituyente, merced a la convocatoria publicada el 17 de octubre anterior por Ignacio Comonfort, les tocó la tarea de delimitar los campos, definir los principios y batallar por ellos; pasar al terreno de las instituciones, lo que hasta entonces había estado acotado por los intereses de unos cuantos; lo cual dio como resultado la Constitución Política de la República Mexicana, decretada el 05 de octubre de 1857; a partir de la cual se desató una guerra fratricida denominada Guerra de Reforma, o Guerra de los tres años.

Bajo el Imperio de Maximiliano, México se rigió por el Estatuto Provisional del Imperio Mexicano, expedido el 10 de abril de 1865 creado para organizar la nación; pero tras el triunfo de la República en 1867, cambió de pronto y definitivamente el panorama constitucional de México. 

La República venció al Imperio y a la intervención extranjera; incluida la del partido liberal sobre el conservador, lo que significaba el fin de la disputa entre los dos bandos, generada por el contenido constitucional.

Posterior a 1867, se vivió la victoria de la Constitución de 1857; juntamente con las Leyes de Reforma incorporadas en 1873 por Benito Juárez. 

Las luchas consecuentes se dieron porque se buscaba mejorar la Carta Magna, por medio de reformas pacíficas y meditadas. 

Aunque los problemas económicos, la moral y la cultural del pueblo mexicano, reclamaba la satisfacción de otras necesidades diferentes a las políticas, que terminaron por absorberla.

A principios del siglo XX, se comienza a reafirmar el pensamiento en la reivindicación del obrero y del campesino; reforma social que no se había contemplado en la anterior Constitución y para los ideólogos de la Revolución tenían la certidumbre de que, ante las circunstancias del momento, era necesario crear nuevas instituciones, precisamente de carácter social.

El 19 de septiembre de 1916, es lanzada por el presidente Venustiano Carranza, la convocatoria para elegir a los diputados del Congreso Constituyente, el cual se instaló en la ciudad de Querétaro el 10 de diciembre, en el Teatro Iturbide, hoy Teatro de la República, con la participación de los representantes de 28 estados y del Distrito Federal, ya que Campeche, Quintana Roo y Baja California Sur, no eran entidades federativas, sino territorios dependientes del Gobierno Federal. 

Sesionaron hasta el 31 de enero para redactar la última de las Constituciones, que es la Carta Magna que nos rige actualmente y que vio la luz el 5 de febrero de 1917.

Aunque la asamblea estuvo conformada principalmente por constitucionalistas, participaron personas pertenecientes a distintas corrientes, como obregonistas y huertistas, y de distintas formaciones: Abogados, profesores e ingenieros, quienes se agruparon en dos grandes grupos: Carrancistas o moderados y los radicales o jacobinos; siendo estos últimos los que superaron el proyecto original en sus reformas sociales, que originó largos debates, como el del Articulo No. 3, en que se prohibía a los religiosos impartir educación, lo que no impidió que se aprobaran la generalidad de los artículos por mayoría absoluta. 

A fin de cuentas, cabe resaltar que sólo inspirado en las conquistas liberales de 1857, el Constituyente de 1916, pudo llevar a cabo la tarea de concretar en la norma fundamental vigente, los ideales de justicia social proclamados por la Revolución.

Como dato curioso cabe comentar, que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, fue impresa en los talleres del periódico El Universal; tal vez en agradecimiento por haber cubierto las sesiones del Congreso Constituyente de Querétaro, y porque uno de los principales protagonistas, Félix Fulgencio Palavicini, cercano al poder y quien sugirió a Carranza la convocatoria a la Asamblea Constituyente, era además, director del periódico en aquél momento.

Al cumplirse su primer centenario, es menester reflexionar acerca de que la Constitución, ha sido objeto de muchísimas reformas que, en su momento, fueron necesarias e importantes para ciertos sectores de la sociedad, como el de los aspectos religioso, la educación, el voto a la mujer, la ciudadanía a los 18 años, la impartición de justicia, reforma energética y petrolera, por mencionar algunas. 

Para el 15 de agosto de 2016, nuestra Constitución llevaba 699 modificaciones, motivo por el cual, según expertos en Derecho Constitucional, resulta un documento extenso y complicado, solo entendible por personas muy aplicadas en el tema y no por el común de la gente para la cual fue creada.

Transcripción de la publicación en el Diario Oficial de la Federación, el lunes 5 de febrero de 1917

 El C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de la Nación, con esta fecha se ha servido dirigirme el siguiente decreto:

 “Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos, hago saber:

 Que el Congreso Constituyente reunido en esta Ciudad el 1º de diciembre de 1916, en virtud del decreto de convocatoria de 19 de septiembre del mismo año, expedido por la Primera Jefatura, de conformidad con lo prevenido en el artículo 4º de las modificaciones que el 14 del citado mes se hicieron al decreto de 12 de diciembre de 1914, dado en la H. Veracruz adicionando el Plan de Guadalupe, de 26 de marzo de 1913, ha tenido a bien expedir la siguiente:

 CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, QUE REFORMA LA DE 5 DE FEBRERO DE 1857

 Dada en el Salón de Sesiones del Congreso Constituyente en Querétaro, a treinta y uno de enero de mil novecientos diecisiete.

Fuente: Imparcial

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