CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Muy mal equipo de comunicación social acompaña al Presidente Enrique Peña Nieto o de plano las reformas que ha emprendido son malas para la sociedad (muy malas de acuerdo a la percepción de la gente) que todos los días le quiere menos.
Cierto, toda reforma que se hace en un país va en contra de inercias, golpea intereses y cacicazgos muy arraigados, provoca malestar en una parte de la sociedad que se beneficia a la sombra del poder y de las leyes, pero ahora se supone que las realizadas por el Congreso de la Unión a propuesta del Ejecutivo son para mejorar, para ayudar a las mayorías aunque muy pocos lo perciban de esa manera.
El caso es que las mayorías no se tragan la píldora reformista, de plano le tienen cien por ciento de desconfianza a este gobierno y saben que no se beneficiarán con las acciones realizadas al respecto.
La otra opción es que nadie haya sido capaz de explicarles paso a paso y centavo a centavo en donde es que tendrán una mejor vida a partir de las nuevas leyes.
Así, y de acuerdo a una encuesta realizada por el Grupo de Economistas y Asociados, GEA-ISA, seis de cada 10 personas no reprueban al gobierno de Enrique Peña Nieto (cinco de cada diez de plano dicen estar en contra del mismo) y eso es malo en un país que se quiere reformar, porque significa que tendrán que meter a rajatabla los cambios a las sociedad en lugar de hacerla cómplice, de permitirse acompañar por la misma y evitar todo tipo de conflictos que en la generalidad son más dañinos que cualquier acción legal que se haya realizado, el ejemplo es la reforma educativa, es lo mejor que ha hecho el presidente y el Congreso y es lo que mantiene paralizadas las escuelas de muchos Estados.
La misma encuestadora, GEA-ISA, afirma que lo peor de Enrique Peña Nieto es su lucha por recobrar la paz del país, cuatro de cada 10 dicen sentirse peor hoy que hace un año, y es la misma proporción de personas que aseguran que el 2013 fue un mal año económicamente hablando.
Hay, dice la encuestadora, pesimismo de los mexicanos, y por ello solo un 20 por ciento considera que los problemas se resuelven con política.
Dentro de todo lo malo, destaca que la única reforma que aprueba la sociedad es la educativa, casi 6 de cada 10 consideran que fue la mejor acción que se pudo realizar al respecto, contrario a ello menos de tres de cada 10 encuestados aprobaron la reforma fiscal, y la energética tiene más o menos el mismo índice de aprobación.
Obviamente que en un país donde no se confía en su autoridad la democracia y asuntos electorales tampoco tienen una buena percepción, seis de cada 10 consideran que en México no hay democracia, ni equidad.
Qué debe hacer el gobierno para recuperarse, muy sencillo, la gente le pide medidas drásticas y hasta leyes que combatan la corrupción de manera eficiente, la otra parte es más fácil todavía, tiene que frenar sus apetitos reformadores o de plano capacitar mejor a su equipo de comunicación social para que le rescaten la imagen al presidente y a su programa de gobierno, es decir, enseñándoles a comunicar de manera efectiva que es lo que quieren, hacía a dónde nos pretenden llevar.
El caso es que es bastante dañino para un país tener un presidente al que la gente no quiere, resulta muy costoso para todos, porque evita que la sociedad se sume a su proyecto, porque toda buena acción se diluye en los pleitos intestinos del país en lugar de generar beneficios, otra vez el ejemplo de la reforma educativa cuadra en este caso a la perfección.
Lo que son las cosas, este Presidente parece que actúa de buena fe en muchos aspectos y es obvio que conoce más de política que sus antecesores, ha logrado las reformas que ellos consideraban una solución, unió a la clase política o la ha sabido manejar a su antojo cediendo migajas, pero los asesores de Enrique Peña Nieto no tomaron en cuenta que nada se puede hacer sin el apoyo del pueblo, y hoy por hoy parece que no lo tienen, o eso dicen las encuestas.
Enrique Peña Nieto es el reprobado, muchos pueden ser los factores, uno es que no esté haciendo un buen gobierno, dos es que su equipo no sepa comunicar que quieren, hacía a dónde vamos, y la tercera opción puede ser que el pueblo este equivocado, lo que al final de cuentas es intrascendente porque en la política la voz del pueblo es la voz de Dios, en resumen, tienen que analizar muy bien las dos primeras cosas hasta que convenzan a la gente de que van bien, o pararse un poco, tomar aire, y hacer una mejor estrategia de gobierno y de comunicación para retomar su proyecto.
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