“La Quina”: El líder petrolero que retó a Carlos Salinas y hasta su último suspiro, lo llamó “traidor a la patria”
Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, quien nació el 12 de agosto de 1922 en el Distrito Federal, fue por varias décadas el líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) de Petróleos Mexicanos (Pemex). El fin del poder e influencia del polémico líder sindical llegó el 10 de enero de 1989 por órdenes del entonces Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, quien había asumido la administración federal apenas el 1 de diciembre de 1988, bajo fuertes sospechas de fraude electoral y por tanto de acusaciones de ilegitimidad, por parte de la oposición de la izquierda.
La persecución contra Hernández Galicia, de acuerdo con analistas, se debió a su oposición a las políticas de privatización del gobierno priista. En la campaña de 1988 lo calificó de neoliberal y, ya después de los comicios, se constató que en los distritos habitados por trabajadores petroleros, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el candidato del Frente Democrático Nacional (FDN) obtuvo votaciones copiosas. Se rumoraba también que Hernández Galicia había patrocinado la publicación del libro ¿Un asesino en Palacio?, que relata el episodio donde uno de los miembros de la familia Salinas de Gortari (Raúl Salinas de Gortari o Carlos Salinas de Gortari) asesina con un rifle calibre 22 a una empleada doméstica, en la residencia de la Ciudad de México del entonces prominente político mexicano Raúl Salinas Lozano.
En este contexto, elementos del Ejército mexicano irrumpieron el 10 de enero de 1989 en la casa del líder sindical y en las casas de los demás miembros de la familia en Ciudad Madero, Tamaulipas.
Hernández Galicia fue condenado a 35 años de prisión por posesión ilegal de armas. Junto con “La Quina” caerían todos sus allegados, encabezados por Salvador Barragán Camacho, acusados de acopio de armas y de asesinato en primer grado (nunca fueron acusados de corrupción o enriquecimiento ilícito, delitos por los que entonces la opinión pública e incluso los trabajadores de Pemex exigían ponerlo en manos de la ley).
Joaquín Hernández Galicia “La Quina” fue condenado a 35 años de prisión por posesión ilegal de armas.
Barragán y otros 30 petroleros fueron encarcelados y destituidos de todos sus cargos en el sindicato petrolero, desplazados por un nuevo liderazgo, esta vez encabezado por Carlos Romero Deschamps.
Joaquín Hernández Galicia fue amnistiado en 1997, pero siempre culpó de su derrumbe a Carlos Salinas a quien nunca dejó de llamar “traidor a la patria”.
SIEMPRE ENVUELTO EN POLÉMICA
Apenas el pasado 15 de octubre corrió el rumor de que el ex líder petrolero había sufrido un derrame cerebral, por lo que estaba inconsciente. El mismo día “La Quina” desmintió esas versiones declarando que su estado de salud era estable y que “sólo los rateros y enemigos traidores” eran quienes querían verlo enfermo o incluso que pasara a mejor vida. “Pero que por fortuna ‘diosito’ todavía no me quiere allá arriba aquí voy a seguir para romperle la madre a toda esa bola de traidores, que han dejado el pueblo empobrecido.
Seguiré, luchando por el tiempo que me queda de vida, aquí estaré un buen rato como siempre peleando por el pueblo, me siento muy bien”, dijo. También, hace poco más de un mes, “La Quina” aseguró que buscaría el apoyo del Gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, para recuperar un fideicomiso de 3 mil millones de pesos que se le quitó luego de su detención.
“Quiero regalarle el dinero a los pobres, a todos los pobres de México”, dijo. También, en esa ocasión se le lanzó contra los ex presidentes Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa
. “Ya estamos hartos de Presidentes tontos como Zedillo; payasos como Fox, y borrachos como Calderón”, afirmó entonces. En meses pasados, fue entrevistado en el programa “Tragaluz”, de Milenio TV, donde declaró que todo su poder “me lo quitaron los bandidos de Salinas de Gortari” y que el ex Presidente lo trató de matar cinco veces. También dijo que Carlos Salinas debía agradecer que no lo mandó matar.
“Que diga que no lo mandé matar, que dé las gracias que no lo mandé matar, porque no soy matón, que de las gracias a Dios que no lo mandé matar. Hay mucha gente que lo quiere matar todavía”, dijo. Aseguró que no lo perdonaría jamás, pues “es un traidor a la patria y los traidores de la patria no se perdonan, se fusilan”. Respecto al actual líder sindical, Carlos Romero Deschamps, dijo que se vendió “La Ramera” Deschamps.
“Ése fue el peor de todos, es un desgraciado que está riquísimo. ¿Por qué permite el gobierno que venda las plantas, que venda los exámenes médicos, que venda los préstamos”. También aseguró que Romero Deschamps lo dejaron hacerse multimillonario y no le hacen nada, como sucedió con la Maestra Elba Esther Gordillo Morales. Aseguró que Romero Deschamps debe estar preso “o muerto”.
“La Quina” falleció ayer por la mañana a la edad de 91 años, luego de permanecer varios días hospitalizado debido a un problema de colón.