Por Eduardo Bandín /ANTAM.
Reynosa, Tamaulipas.- La prueba pericial forense tanta de escena del crimen, médica legal y química, arruinaron la tesis de defensa del hoy preso por el asesinato del catedrático de la UTT del 28 de septiembre. Peor aún la juez segundo confirmó homicidio calificado el caso 144/2013 al dictar formal prisión.
En estos términos lo informó la secretaria de acuerdos Eliza Núñez Hernández luego de notificar al reo Edgar Eduardo Rodríguez López de 20 años la formal prisión, en consecuencia la teoría de una legítima defensa (propia) simplemente quedó desechada una vez superados los argumentos por las evidencias y vestigios certificados con peso jurídico agregados en el expediente aportados por peritos expertos de la Procuraduría General de Justicia.
La validez del procesamiento de la escena del crimen por parte del especialista Francisco Torres Duval, destacando la posición del cuerpo, la ubicación de las heridas en cráneo, impresiones y goteo de la sangre del ingeniero Raúl López Rodríguez, el daño en su cráneo por trauma y otros signos inequívocos de un ataque traicionero y ventajoso fincados por el legista desplomaron la versión de legítima defensa o al menos exceso en la misma.
Documentalmente la Policía Ministerial, dijo el comandante Gerardo Treviño Estrada, acumuló en la investigación que el victimario Edgar Eduardo tenía relación íntima de tiempo con el acaecido incluso el teléfono inteligente que atrajo a los investigadores para capturarlo, lo poseía el asesino mucho antes del día de los hechos.
Se demostró también que Edgar Eduardo había maquinado el crimen de su amante desde mucho antes, y su argumento de defensa al sentir peligro decayó desde el momento en que no le fue observado en su cuerpo huellas, marcas y vestigios de lucha como lo refirió en su declaración en la fiscalía séptima y que en su momento no les importó hasta que el inculpado contrató defensores particulares.
