LA HORA DE TODOS
Por Víctor Contreras
Al firmar el Convenio de Coordinación con la Subsecretaria de Asuntos Migratorios y Asuntos Religiosos, la tampiqueña Mercedes del Carmen Guillén, mejor conocida cariñosamente en el ambiente político como Paloma, el gobernador del Estado, Egidio Torre Cantú recibió un reconocimiento del gobierno federal por su política, y el trato a los migrantes, apegada estrictamente al respeto de los derechos humanos.
Con ese evento, con su visita a Tamaulipas, la hermana del Subcomandante Marcos, se anota en el juego de la sucesión tamaulipeca.
Paloma se incluyó en la lista y ya son varios, los que se anotaron, como Homero de la Garza, que pretende ser diputado federal y formarse en el “Partidero” junto con Alejandro Etienne Llano, Ramiros Ramos, el alcalde Pepe Elías y el grandioso alcalde tampiqueño Gustavo Torres Salinas y el fascineroso mantense Alejandro Guevara Cobos, que tiene la virtud de encuerdarse solo.
EL “PONCHO” Y EL “BENJAS” ¿PISARAN LA CARCEL?
Con una embestida inusitada en contra de los ex alcaldes de Nuevo Laredo y Matamoros, los panistas Carlos Cantú Rosas y Lety Salazar se han dejado caer balconeando las cinco nóminas del sacristán “Benjas” y las corruptelas del “Poncho”.
La pregunta es, el Congreso del Estado, la Auditoría Superior del Congreso, tendrán la voluntad política para auditar y enjuiciar a estos ex alcalditos que salieron unos verdaderos “pillos de siete suelas”, unos hampones dirían otros, y ganándose el mote de “Las Ganzúas de Oro”.
Dejaron temblando el presupuesto.
En Matamoros, hasta cirugías estéticas se pagaron con recursos del erario municipal.
En Nuevo Laredo, las cinco nóminas eran para justificar ¿gastos de campaña? O ¿iban a parar a los bolsillos del sacristán, “Benjas”?
El desvío de recursos no es el problema, sino la imagen de corrupción comprobada que le está creando al priismo tamaulipeco, que hoy fueran las elecciones en esos municipios, el PRI perdería de calle nuevamente.
La estrategia del PAN, según los analistas políticos, va con todo y en serio.
Todo parece indicar, como lo señala atinadamente el maestro Evaristo Benítez, que Tamaulipas se vestirá de azul.
Pero ¿en los demás municipios sucedió lo mismo? O La Auditoría Superior del Congreso ¿no tiene interés en denunciar a los ex alcaldes pillos o está en complicidad con ellos?
En fin, cuando en México y en Tamaulipas pasa algo, no pasa nada.
QUE SIGNIFICA SER UN ASESOR
Un amigo, ducho en la búsqueda de interesantes y sabias historias, nos envió el siguiente relato:
La historia cuenta que “en el pueblo había un afanoso carnicero que diariamente exhibía afuera de su negocio los animales que a la mañana siguiente serían sacrificados, desde antes que el Sol despuntara en el horizonte ya estaba ocupado en la matanza y preparación de los cortes y chicharrones para su abundante clientela.
Al concluir las ventas, afanosamente limpiaba el local y se iba a descansar a su casa. Cosa que no lograba, debido a que siendo su modesta casa de techo de lámina, un gato bodeguero, que era el terror de las “mininas” de barrio, las trasegaba sexualmente en su techo, con el consiguiente ruidasal y maullerío interminable, que le impedían conciliar satisfactoriamente el sueño.
Cierta noche, ya cansado del ruidazal generado por la fogosidad del gato semental bodeguero, el carnicero se puso un filoso cuchillo en la boca, se subió en una silla y sigilosamente se acercó al techo de lámina, al asomarse encontró al gato fornicando a una preciosa gatita, con su siniestra lo tomó del pescuezo, lo levantó y tomando el cuchillo con su diestra de un sólo tajo lo capó, soltó al gato que se fue trastabillando.
El problema san se acabó. Pero como a los seis meses volvió el ruidazal. Desesperado volvió a tomar el cuchillo, colocó sigilosamente la silla y al asomarse al techo, tomó al gato que encabezaba el borlote, le tiró un tajo en salve sea la parte, pero se fue en balde, lo miró a los mojos y le dijo:
― Bueno ‘abrón, ¿No eres tú el gato que cape hace seis meses?.
― ¡Sí, soy yo!.
― ¿Y qué haces aquí? –Intrigado preguntó el carnicero.
El gato respondió: ― ¡Soy asesor!..
Es decir un asesor es un “pelaó deshuevado”, metiche, que opina de todo… ¡y no resuelve nada!.
Conoce Usted caro lector a algún asesor con estas características o ¿todos son así?.
Mejor aquí la dejamos, porque el Congreso es lo mismo, solo que con diferentes diputados y el mismo jefe de prensa.
Que tengan buen día y como decía aquel tipo alburero, ¡Que buenas las tengan y mejor las pasen…!
Dios los bendiga.
