MIRAR HACIA ARRIBA: GINA BARCELÓ, ALUMNA DE LA UAT
Cd. Victoria, Tam., 5 septiembre de 2013
Orgullosamente UAT, Gina Barceló Talip
Cuando a mediados de abril Gina no vio su nombre en la lista, por un momento se sintió extraviada. Revisó mentalmente el proceso que había iniciado en febrero para ir, como estudiante de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), al XXIII Verano de la Investigación Científica. Quizá no la habían elegido porque, siendo estudiante de Ciencias de la Educación, tal vez debía dar prioridad a las humanidades en vez de la biología, área en la que deseaba profundizar. Una carta del Consejo Tamaulipeco de Ciencia y Tecnología (Cotacyt) le devolvió la confianza: era la oferta de cubrir la mitad de su estancia en el Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). La otra mitad la aportaría la UAT.
Así, Gina Barceló Talip, quien cursa hoy el séptimo semestre de la carrera de LCE con opción en Ciencias Químico-Biológicas en la Unidad Académica de Ciencias, Educación y Humanidades (UAMCEH), empezaba a cumplir un sueño acariciado desde inicios de 2012, cuando el profesor José Rafael Sáenz Rangel, coordinador de Movilidad Estudiantil, le habló de los requisitos: ser alumno regular con promedio mínimo de 9, no adeudar materias y haber concluido el sexto semestre o reunido el 75% de los créditos.
“Surgió entonces el problema de que nuestra carrera no se encuentra en otro lado —comenta la propia Gina—, así que por nuestra formación buscamos algo relacionado con la biología”. Así contactaron a Héctor Estrada Medina, profesor investigador de la UADY, doctorado en Ciencias del Suelo y Agua con amplia experiencia en recursos naturales tropicales.
Junto con Gina viajarían dos compañeros de su carrera: Mayra Alejandra González Martínez y Mario Castillo Zúñiga, también alumnos de excelencia seleccionados al programa. “Cuando el Cotacyt nos remitió la carta y nuestro director, Pedro Espinoza Baca, nos dijo que la UAMCEH aportaría la otra mitad de la beca, enviamos la carta de aceptación que recibimos del doctor Estrada, realizamos los últimos trámites y esperamos ansiosos la fecha para viajar a Yucatán”.
Ya en el campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UADY, Gina, Mayra y Mario practicaron en el Laboratorio de Análisis de Suelos, Plantas y Agua (LASPA), hicieron trabajo de campo en varios municipios de la península, asistieron a talleres y asambleas sobre recursos naturales y diseñaron paquetes didácticos para diversas asignaturas, entre otras actividades.
“La experiencia te cambia el punto de vista. A veces le das poca importancia a lo que harás al terminar la carrera o te conformas con sietes. Pero luego de esto te impones metas más altas. Empiezas a mirar hacia arriba, hacia el futuro”.
En su futuro, hoy Gina vislumbra una estancia en la Escuela de Pedagogía de la Universidad Panamericana de la ciudad de México, repetir el verano en la UADY y realizar una tesis sobre suelos enfocada a la región citrícola de Tamaulipas, por lo que exhorta a la UAT a seguir apoyando a sus estudiantes:
“Agradezco al director e igualmente al rector José Ma. Leal Gutiérrez. Ojalá sigan apoyándonos, pues si queremos que las cosas mejoren en el país, nosotros debemos echarle ganas y ellos deben seguir animándonos”, concluyó.