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EPN “presume” caída de la violencia en prensa: The Economist; en su plan “no hay nada nuevo”, dice

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El gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto presume su éxito por la disminución de la violencia en México desde las páginas de los periódicos nacionales e internacionales. Sin embargo, sus cifras contrastan negativamente con el aumento de 35% en los secuestros, respecto a 2012, durante los ocho primeros meses de este año, además de un repunte en las extorsiones, plantea un análisis de The Economist.

Por si fuera poco, su estrategia de lucha contra el crimen y para reparar el tejido social en las zonas con mayor violencia por la lucha contra el crimen organizado, es similar a la aplicada por el ex Presidente Felipe Calderón: “No hay nada nuevo”, afirma la revista británica. En su edición The Americas, el semanario publica un reportaje titulado: “La delincuencia en México. Fuera de la vista, no fuera de la mente”, en el que expone que el gobierno del Jefe del Ejecutivo federal ha sido criticado por ONGs, como Seguridad, Justicia y Paz, una organización contra el crimen, que situó a México como el lugar número uno en secuestros en el mundo. Ese organismo, cita el semanario, critica a Peña Nieto por carecer de una política de lucha contra el secuestro y minimizar el problema de la delincuencia.

Al respecto, cita las recientes cifras dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que planteó que en 2012 se registraron 105 mil 682 secuestros , y sólo mil 317 fueron reportados a la policía. “Otros analistas coinciden en que el gobierno todavía no hace nada para mejorar la calidad de la policía, poner fin a su cultura de la impunidad y crear tribunales con el coraje y la experiencia para condenar a los delincuentes. La mayor parte del trabajo se está dejando a los gobernadores estatales, lo que significa que los resultados serán irregulares en el mejor de los casos”, plantea The Economist.

El semanario inglés se refiere también a la promesa de Peña Nieto de crear gendarmería federal que, originalmente, fue concebida con 40 mil elementos que patrullarían las zonas rurales con problemas. Sin embargo, destaca, “las luchas políticas internas ha reducido esta idea prometedora en una sombra” y ahora las autoridades dicen que la nueva fuerza será sólo de 5 mil hombres.

“El vacío resultante ha sido rellenado en las partes más pobres del sur de México por los grupos de autodefensa, algunos a sueldo de los narcos y otros creados para proteger a sus comunidades de ellos”, añade. En tales circunstancias, publica The Economist, “algunos expertos se burlan del enfoque ‘suave’ del Sr. Peña a la prevención del delito. Ellos quieren que los criminales más pequeños estén tras las rejas antes de que sean asesinos y secuestradores.

El Sr. Capella [Jesús Alberto Capella , jefe de la policía de Tijuana, Baja California], quien ha ayudado a golpear la delincuencia en Tijuana, dice que México necesita una fuerte vigilancia para detener la violencia, así como lo han hecho los trabajadores sociales que recogen las piezas”.

Además, afirma, las ideas de Peña Nieto para combatir el crimen y reparar el tejido social “no son nuevas”. La revista expone que los esfuerzos para reparar el tejido social desgarrado en las ciudades de mayor criminalidad, como Tijuana y Ciudad Juárez , comenzaron desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

“El Sr. Peña les ha dado un mayor impulso , sin embargo, incluso su gobierno reconoce que no van a dar una rápida rentabilidad. Mientras tanto, está bajo presión para producir un plan coherente de aplicación de la ley en un país donde , de acuerdo incluso con las estadísticas oficiales, casi nueve de cada 10 delitos no se denuncian. La policía es una preocupación particular. ‘Todavía están en modo reactivo. Si hay un plan para perseguir a narcotraficantes, es mantenido en super-secreto’, dice Vanda Felbab -Brown, analista de la delincuencia en la Brookings Institution en Washington”.

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