Educadores sin Fronteras: El Estado mexicano ni siquiera lleva estadísticas exactas del maltrato infantil
En México no existen cifras exactas sobre el maltrato infantil, debido a la carencia de un Sistema de Protección para niños y niñas y de un protocolo en las escuelas para detectar abusos en las familias, dijo Silvia Garza, presidenta de la organización Educadores sin Fronteras. De acuerdo con Garza en el país hay algunos acercamientos al problema del abuso infantil, sin embargo son esfuerzos desarticulados. “No hay registros de los casos de maltrato en México. Hay muchas instancias que están haciendo algo pero lo hacen de forma descoordinada.
Mientras no haya esta armonía, coordinación, va a ser muy difícil que podamos realmente tener una modificación de comportamientos y conductas”, dijo. Según la Agenda Nacional de Derechos Humanos 2013 que emitió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el año pasado se contabilizaron 2 mil 660 quejas de abuso en contra de niños, principalmente provenientes del seno familiar. Y de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al día mueren dos infantes menores de 14 años por la violencia en el país.
Pero aunque existen estos datos, en México es difícil conocer la magnitud de la violencia que los niños viven en sus hogares, debido a que no hay un protocolo a seguir cuando un pequeño llega a la escuela con moretones y con signos de maltrato.
“Educa sin Golpes trabaja con padres de familia, pero estamos llamando a la ética de un padre golpeador. Mientras no haya un sistema que te ayude y ayude al maestro para que desde la casa se eduque con calidad, eso va a ser muy complicado, necesitan implicarse en las instituciones y las instancias correspondientes en cada uno de los ámbitos de protección de menores”, explicó Silvia Garza. La activista detalló que en el país el cintarazo, la nalgada y la cachetada a un niño es un método aceptado entre la sociedad y visto de forma natural.
“Ese ha sido el patrón de enseñanza que ha tenido con sus padres, lo ha incorporado como normal, la mayoría de los padres y familia queremos lo mejor para nuestros hijos y no lo hacemos porque seamos personas desquiciadas, sino porque no sabemos que eso está mal”, dijo.
Garza prosiguió: “Lo que tenemos que transmitir es que no se le está quintando la autoridad al padre, es desvincularlo de la violencia, el niño necesita una disciplina, pero hay que desvincular al abuso del poder y la violencia. Los niños no van hacer lo que quieran, pero hay que educarlos de otra forma”, explicó. De acuerdo con la activista es el Estado el responsable de elaborar un sistema donde se unifiquen criterios sobre maltrato infantil y se establezcan protocolos.
“En este documento se deben sintetizar las responsabilidad de distintas Secretarias; se debe establecer el proceso de actuación en caso de maltrato infantil, luego la formación y la capacitación a los maestros, policías y colectivos implicados, por último está el trabajo con las familias a través de escuelas para padres, pero en México primero hay que establecer las bases”, dijo. En el mundo existen experiencias con los Sistemas de Protección para Niños aplicados en las escuelas, principalmente en países europeos. España cuenta con uno de estos sistemas desde finales de los años 90 y está prohibido corregir a un niño con golpes.
Es decir, en España un padre puede ser procesado por darle una nalgada a su hijo, y aunque en un principio fue difícil para la sociedad española entender las nuevas disposiciones, con el tiempo los padres se han concientizado, dijo Amparo Zacarés, especialista española en temas de protección a la infancia y género.
“Tuvimos que atacar el problema para que los profesionales tuvieran protocolos de detección y prevención para canalizarlo dependiendo de las diversas facetas en las que se encontrara ese tipo de maltrato. Si un maestro o maestra ve a un niño maltratado, que llega a una escuela con un hematoma está obligado a denunciar. Hay un protocolo donde se informa y se toman medidas desde quitar la custodia a los padres o simplemente hacer una entrevista con los padres”, indicó.
La especialista explicó que si el maltrato y las lesiones son evidentes, el Estado otorga asistencia a las víctimas y ayuda también a los padres con educación. “Que los padres sepan enseñar los límites a las niñas y niños pero sin violencia, no se trata de dejar a los niños sin educación, sin contrariarlos, se deben generar límites y obligaciones.
En España existen escuelas para padres, los centros escolares tienen esta vía y hay fundaciones donde explican que es posible hacer que el niño entienda determinadas obligaciones sin violencia”, dijo. Para Amparo con el maltrato no se consigue el respeto de un hijo, ni tampoco le ayuda a que forme parte de una generación respetuosa con los demás.
“No tenemos muchas estadísticas porque en España no hay una criminalidad al respecto, llegan a las escuelas uno o dos casos de violencia, lo que sí sabemos es que el hecho de que exista el Sistema de Protección evita que se produzcan muchos más casos de abuso”, dijo la experta.