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AI exige al GDF medidas para evitar violencia en marchas; RSF pide a la PGR investigar agresiones a periodistas

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Amnistía Internacional (AI) mostró su preocupación sobre las denuncias de violaciones a los derechos humanos cometidas por integrantes de los cuerpos de seguridad durante la marcha conmemorativa de la matanza del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco. De acuerdo con Amnistía, los actos de violencia cometidos por un grupo de manifestantes detonaron acciones policiales, que resultaron en la detención de más de 100 personas. “Según la información recibida, varios periodistas y personas defensoras de derechos humanos que cubrían la manifestación y el operativo policial, sufrieron golpes y otras agresiones al realizar su legítima labor.

En un caso, la policía intentó detener a un integrante del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh) que realizaba un trabajo de monitoreo. Otros miembros de la misma organización de derechos humanos sufrieron agresiones al intentar evitar la detención”, denunció por medio de un comunicado de prensa. Asimismo dijo que cuenta con información sobre detenciones no justificadas de manifestantes pacíficos, sobre el uso de balas de goma en circunstancias que podrían haber puesto en peligro vidas y sobre las acciones de policías vestidos de civil actuando en medio de los manifestantes, lo cual podría haber contribuido a la violencia.

Amnistía hizo un llamado al gobierno federal y al gobierno de la Ciudad de México a explicar públicamente las circunstancias que llevaron a la comisión de estos abusos y a dar a conocer las medidas que serán tomadas para evitar que una situación semejante pueda repetirse. Además exigió la liberaración inmediata e incondicionalmente a todas aquellas personas detenidas arbitrariamente y respetar el derecho al debido proceso y el juicio justo, de acuerdo a las normas internacionales, a cualquier persona acusada de un delito.

Por su parte, la organización internacional Reporteros sin Fronteras (RSF) pidió a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), que depende de la Procuraduría General de la República (PGR), iniciar una investigación sobre las agresiones que sufrieron más de quince periodistas a manos de manifestantes y agentes de la policía de la Ciudad de México en su cobertura de la marcha conmemorativa del 2 de octubre. Por medio de un comunicado de prensa condenó las agresiones contra periodistas,y exigió que se sancione a los responsables. Asimismo advirtió que el número de comunicadores agredidos podría ser mayor.

“Ya habíamos señalado que las agresiones a los profesionales de la información durante las manifestaciones se repetirían mientras los responsables de ellas no sean sancionados. La trivialización de la violencia contra los periodistas perjudica la cobertura de este tipo de eventos. Recordamos que sin periodistas, el mensaje de las manifestaciones no sería escuchado por la población”, indicó la organización con sede en Francia. Al respecto, Amnistía Internacional reconoció que varios policías fueron objetos de violencia severa por parte de un grupo de manifestantes y que las autoridades tienen el deber de mantener el orden público y evitar actos de violencia. Sin embargo, el operativo policial de nuevo ha resultado en violaciones de derechos humanos y el incumplimiento de los estándares internacionales.

Denunció que a pesar de los reiterados compromisos de las autoridades, “es preocupante que los cuerpos de seguridad pública sigan sin la preparación, capacidad o supervisión para realizar operativos de esta naturaleza sin recurrir a las violaciones de derechos humanos”. Perseo Quiroz, Director Ejecutivo de Amnistía Internacional México, dijo que “las agresiones cometidas contra agentes de la policía son injustificables, pero las agresiones cometidas por quienes tienen la obligación de prevenirlas son igualmente injustificables y además constituyen una clara violación a los derechos humanos.”

“Hoy, los ojos del país y del mundo estaban puestos en cómo las autoridades mexicanas actuarían durante las manifestaciones. Así, la falla en reaccionar de forma apropiada ha puesto en evidencia la falta de capacidad para respetar los estándares de derechos humanos en el mantenimiento del orden público. Las autoridades deben tomar medidas urgentes para investigar los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.” agregó Quiroz. Guillermo Barros, de la Agence France-Presse (AFP), relató a Reporteros sin Fronteras la agresión de la que fue objeto por parte de elementos de la policía capitalina.

“Me encontraba cubriendo la marcha en las inmediaciones de Reforma cuando los policías empezaron a pegarle a la gente para que se dispersara; cuando me identificaba como prensa, un policía llegó por atrás y me le golpeó con el tolete en la cabeza”. Según se informó, cuatro periodistas de esta agencia internacional fueron agredidos por policías, incluso Guillermo Barros, Yuri Cortez y Alfredo Estrellas. De igual manera se dio a conocer que la policía capitalina despojó de su equipo a la periodista Nayeli Roldán, de Efekto Noticias, cuando grababa la detención de manifestantes.

Al fotógrafo Omar Franco Pérez, del diario El Sol de México, lo golpearon con una porra en la cabeza. Aunque se identificaron como prensa, los fotógrafos Nicolás Tavira, de la agencia Notimex, Xilonel Perez y Heriberto Paredes, de la agencia Subversiones, así como los fotógrafos freelance Arturo Ramos, Consuelo Pagaza, Iván Castaniera y un fotógrafo de la agencia OOCHEL, resultaron heridos por agresiones de las fuerzas del orden, denunció Reporteros Sin Fronteras Por su parte, los periodistas independientes Daniela Paniagua y Alejandro Medina fueron detenidos de manera arbitraria por la policía, que los puso en libertad poco después.

De acuerdo con fuentes citadas por RSF, al menos otros ocho periodistas – tres periodistas extranjeros, y otros del diario Milenio y del Canal 11– fueron víctimas de agresiones. “Estos ataques a los profesionales de la información ocurren poco después de los hechos violentos y de las detenciones arbitrarias padecidas por el gremio que se registraron durante las manifestaciones de profesores del 1 y 14 de septiembre pasados”, acusó la organización.

Asimismo recordó que México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas. “En una década 88 periodistas han sido asesinados en el país y otros 17 han desaparecido. Los crímenes cometidos contra los periodistas con gran frecuencia no se resuelven y permanecen impunes”, denunció RSF.

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