La de Hidalgo, calle de Victoria que empiezan a dejar los ladrones con un simple timbrazo
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- “Este negocio está inscrito en el programa cuadra segura”, señala el texto que se exhibe en el aparador de varios negocios de la calle Hidalgo de esta capital, y sobre el particular habla don Ricardo San Miguel Cavazos, dueño de una zapatería.
“Teníamos asaltos, llamadas de extorsión y hasta secuestros, pero desde hace cuatro meses la Cámara de Comercio (Canaco) local nos invitó al programa que consiste en un timbre, que es activado cuando se vea a un cliente o a un compañero o cualquier ciudadano siendo objeto de un asalto; se llama a la policía o al Ejército, que acuden de inmediato”.
Y aunque dice no tener la cifra exacta de la disminución de los asaltos, asegura que la calle Hidalgo está tranquila y se pueden hacer compras de manera segura.
“Lo que sucede es que hay mucha vigilancia de la Policía Ministerial y del Ejército en cada esquina, además de las alarmas contra robos. Los comerciantes hemos aprendido a cuidarnos, no hacemos caso a extorsiones y a esas llamadas de personas internas en algún penal, fuera de la ciudad”.
Por lo pronto, los comerciantes de la calle Hidalgo están tranquilos y tienen fe en una recuperación con el redoblamiento de la vigilancia policíaca y los timbres de emergencia.
“La seguridad que se está brindando en estos momentos de parte del Ejército y de los cuerpos de policía es muy buena, yo creo que vamos a salir de todo esto, pero necesitamos echarle ganas todos, lo principal son los valores, ésos que se inculcan en la casa y se refuerzan en la escuela”, refiere Ricardo San Miguel Cavazos
Y el asunto del magisterio sale a colación, cuando se habla de jóvenes que desertan de las escuelas desde secundaria, hombres y mujeres por igual, que son presa fácil de los vicios y la mala conducta.
Los maestros, comenta don Ricardo, estaban dedicados a su trabajo, exclusivamente para enseñar, ahora andan en la política. Desde que se les vio como botín para acarrear votos la educación se vino abajo, la deserción escolar es alarmante, al joven ya no le interesa estar en las escuelas, porque no hay qué los entretenga como antes. El adolescente es muy fácil de echar a perder, porque no tiene aún una personalidad definida, está en formación, por eso no tienen la culpa tampoco, la culpa es del gobierno.
Señala que el gobierno sacó a los maestros de las aulas, convirtiéndolos en botín político, al que convirtió en un monstruo que ahora no sabe cómo aplacar.
“El maestro de México, el de antes, no era así, estaba dedicado a educar, pero ellos no tienen la culpa, sino los gobiernos, desde (Luis) Echeverría para acá”.
Para Cavazos San Miguel, la falta de apoyos sociales y programas recreativos, becas e incentivos son detonantes de los delitos como el robo y el asalto.
“Actualmente el padre y madre de familia tiene que salir a trabajar, dejando la responsabilidad al maestro para educar, cuando la responsabilidad debe ser compartida. Si ninguno de los dos cumple con ese deber, tenemos jóvenes hijos de la calle y las consecuencias son evidentes, lo que debe haber es un replanteamiento de las políticas educativas y de la actuación del gobierno”, concluyó el comerciante.