Política

TIEMPO DE PREPARARSE

En el PRI saben que las cosas no serán fáciles y que deben estar listos para ir a una contienda complicada en Tamaulipas.
El partido que encabeza Edgar Melhem entiende que tiene un reto enorme en los comicios de junio y por eso está tratando de hacer lo más que pueda, para llegar ahí en condiciones de competitividad.
Ayer, como en días anteriores, el tricolor destinó tiempo para impartir capacitación a integrantes de su estructura, con el objetivo de que vayan estando a la altura de la responsabilidad que será trabajar para obtener la mayor cantidad posible de votos.
En el ex partido invencible la preocupación es real, porque primero que nada quieren asegurar la cantidad votos suficientes para conservar el registro y poder seguir participando en los procesos electorales del próximo año y de 2024.
Luego, porque hay municipios y distritos en los que ya sea por negociación o porque va a presentar candidatos con un buen perfil en los que pueden dar la sorpresa y ganar.
También, porque en un ambiente de polarización social y política nacional, una tercera opción siempre puede atraer a los votantes indecisos, que son una parte considerable del mercado electoral.
El programa de capacitación de quienes integran la estructura operativa y electoral del PRI es un reto que asumió como tarea prioritaria Mayra Ojeda Chávez, la secretaria general de la dirigencia estatal.
Ojeda, una abogada que ya fue candidata a una diputación local por Madero, tiene claro que quienes decidieron quedarse en el tricolor por convicción merecen las mejores herramientas para poder hacer su trabajo de la manera más adecuada, de ahí que se estén impartiendo cursos y talleres.
Es tiempo de prepararse para las campañas. Tienen quizá, el reto más grande de todos los partidos, porque el pasado al que estaban acostumbrados les exige seguir siendo una opción.
COVID: LAS CIFRAS IMPARABLES
Mientras las distracciones de los verdaderos problemas del país se ven un día sí y el otro también, la realidad de asuntos tan graves como la pandemia nos remite a los años en los que el discurso oficial se imponía sin oposición.
Ya no es así, por fortuna, pero hay visos de intolerancia que quieren regresar a ese pasado.
En el mundo real, no en el que se ha construido en la narrativa de la cuatroté, las cifras del Covid siguen creciendo de manera imparable.
Hasta anoche, México reportaba 1 millón 978 mil 854 casos confirmados acumulados. De un día para otro, más de 10 mil personas se contagiaron de Covid, lo que nos deja ver la gravedad del asunto.
Los muertos que deben endosarse a la autollamada 4T, por la incapacidad para enfrentar y manejar adecuadamente el problema de salud pública, ya suman 172 mil 577.
Como van las cosas, sin vacunas y con un ritmo de vacunación lento por la misma causa, las perspectivas en el mediano plazo no son buenas.
Mientras eso pasa, la medición diaria que se hace de la popularidad presidencial retrocedió un puntito esta semana, pero aún es lo suficientemente alta como para soportar las críticas y el descontento que empieza a generarse en diversas regiones del país.
En tanto se acrecenta ese descontento, el Presidente López se puede seguir dando el lujo de distraer, polarizar, desacredita y fustiga a la oposición y a quienes no están de acuerdo con él, fungiendo siempre como jefe de partido.
Todo eso en uno, sin contrapeso, sin mella en su imagen y sin riesgo político…por ahora.

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