CENA DE NEGROS, Mal mensaje…
Marco A. Vázquez
La fortaleza de un gobierno en México es proporcional al respeto que se ganan sus instituciones, así, un gobierno, de cualquiera de sus niveles, que pierde guerras, batallas, o simplemente puede ser amagado y chantajeado en apuestas contra grupos tendrá por la eternidad una imagen deteriorada y pocos seguirán sus pasos.
Vicente Fox, por ejemplo, no pasó de ser un simple payaso, la gente lo recordará más por la frivolidad de aquel beso en El Vaticano, las toallas de cuatro mil dólares, sus botas hechas a la medida y utilizadas con traje, e incluso por las caricaturas en los periódicos y una celebre serie de televisión llamada El Privilegio de Mandar, todo eso lo trae a la mente más que por cualquiera de sus “buenas acciones” si es que las tuvo.
Fue, Vicente, quien deterioró la institución presidencial, cualquiera se burlaba de él, lo tildaban de tonto, de un hombre que vivió bajo los efectos del prozac y el toloache que le suministraba Doña Martha los seis años de su mandato.
Felipe, aunque es parte de los duros, jamás contó con el respaldo de la población y por lo tanto no pudo recuperar la fuerza de la institución presidencial, por eso se inventó esa sangrienta guerra contra la delincuencia, por eso es que no frenó nunca los gasolinazos, y también por ello que no pudo concretar ninguna de las reformas que valieran la pena para el país y se sumió, cuentan sus enemigos, en el alcohol, en el buen ron y las buenas parrandas.
Con Enrique Peña Nieto las cosas, de inicio, parecían diferentes pero el presidente cometió en campaña errores que le costaron calificativos de tonto e inculto, sobre todo en las redes sociales, su triunfo lo reivindicó poco, apresar a Elba Esther Gordillo lo hizo ver como parte del ala dura, y casi se gana una estrellita hasta que se le apareció la CNTE, lo chantajeo, lo amagó, y estuvieron a punto de dejarlo en ridículo con su reforma educativa.
En materia de seguridad pública tampoco hay suficientes resultados como para creer que todo ha mejorado.
Le vienen dos pruebas de fuego más a Peña Nieto, la primera, su reforma energética, la segunda, la Fiscal y Hacendaria, veremos de que está hecho, si en realidad tiene un proyecto de nación fuerte o trata de vender espejitos, más aún, si puede lograr consensos en el Congreso, pero sobre todas esas cosas, veremos si sus víctimas siguen siendo los que menos tienen o la tendencia será a democratizar más el pago de impuestos para que la carga del país sea pareja, para que los ricos sean sacados de su paraíso y sufran como parte del pueblo por cumplir con sus obligaciones.
Un dato que debe preocupar, y que manda un mal mensaje a la población, fue el sistemático cambio de hora y lugar para la lectura del mal llamado informe presidencial, dijeron primero que sería el domingo en el Campo Marte por la mañana, después lo pasaron para la tarde, posteriormente para la noche y terminó siendo el lunes, a las 10 de la mañana, En Los Pinos, lo que quiere decir que dependían, y mucho, de la ferocidad de los pandilleros y de los “maestros” que tienen sitiado el DF.
Hay esperanza, si la hay, pero esta se fortalecerá o debilitará en la medida que la institución presidencial lo haga, y hasta el momento todo parece indicar que no pueden o no quieren, que cualquiera los coloca contra la espada y la pared, que cualquier grupo numeroso y violento los puede chantajear así como lo hace la CNTE y como lo hacen otros grupos de poder.
Es verdad, hay cosas buenas en ese mal llamado informe, se deben reconocer éxitos que en 12 años no pudieron tener los gobiernos azules, pero mientras esos “triunfos” no signifiquen mejoras de fondo en la economía de México y en la de cada uno de nosotros nada pasará, nada habrá valido la pena.
Para la nación hay una nota buena y una mala, la buena es que en nueve meses se avanzó casi un mundo con referente a las administraciones anteriores, la mala es que ese avance todavía no alcanza para decir que estamos mejor y que si eso quiere festinar Enrique Peña Nieto pues de verdad que será un mal mensaje.
Para Tamaulipas, en lo particular, hubo dos notas buenas, la primera cuando el presidente habla de seguridad pública, nos apunta como un Estado que con Egidio Torre Cantú se ha fortalecido, se sigue fortaleciendo, y le ha alcanzado para disminuir la criminalidad en forma sustancial, dijo Peña Nieto que los delitos en esta región han bajado hasta en un 36 por ciento.
El otro asunto positivo es que ahí estaba el gobernador en el recinto donde se ofreció el mensaje, que Egidio y Peña Nieto se saludaron muy sonrientes, que hay buenos resultados en ese aspecto y que estos se pueden notar porque aquí, en el polyforoum Victoria, los delegados federales, los Secretarios de Estado, y sus enlaces estaban todos en un mismo salón escuchando el informe, y haciendo proyectos conjuntos lo que significará un bien para Tamaulipas.
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