Mr. Mex-Mex: De Telmex a Pemex
Parecería que el Rey Midas mexicano tiene debilidad por los monopolios ‘Mex’. El esquema de negocios de quien disputa el título del hombre más rico del mundo parece que ya no funciona igual, por eso se prepara para tomar por asalto el sector energético. La nueva joya de su corona
Carlos Slim va por otra joya para su corona: el sector petrolero.
Parecería que el Rey Midas mexicano tiene debilidad por los monopolios “Mex”: Telmex y Pemex.
El esquema de negocios de quien disputa el título del hombre más rico del mundo parece que ya no funciona igual. O no con las exorbitantes ganancias a las que está acostumbrado.
Por eso se prepara para tomar por asalto el sector energético, apoyado por el poderío que ya tiene con Carso Infraestructura.
Y es que los analistas estiman que con la reforma de telecom podría perder hasta 10 por ciento de participación.
Por esa razón viene invirtiendo desde hace algunos años en el sector energético. Y en especial en petróleo. Para ser el gran ganador mexicano de la apertura que se avecina.
Y a través de ocho empresas ya consumó alianzas con compañías petroleras que van desde México, pasando por El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Argentina.
En diciembre del 2006, Swecomex, subsidiaria de Carso Infraestructura y Construcción (CICSA), una de las compañías del empresario mexicano Carlos Slim, obtuvo un contrato de Petróleos Mexicanos (Pemex) para la perforación y terminación de pozos petroleros en el sur del país, proyecto que tuvo un valor superior a 400 millones de dólares.
En alianza con la empresa mexicana BJ Services Company, CICSA ganó una licitación lanzada por Pemex Exploración y Producción que incluyó los trabajos de perforación y terminación de alrededor de 60 pozos.
En esta licitación, Swecomex obtuvo ocho contratos por un valor de 6 mil 455 millones de pesos. Ahí, Slim comenzó a abarcar la construcción de plataformas marinas y la perforación de pozos exploratorios de la paraestatal.
A la fecha, Swecomex es un proveedor importante de Pemex.
En el 2008, el magnate mexicano invirtió en la empresa estadounidense de servicios petroleros Allis-Chalmers Energy, de la que adquirió 5.99 por ciento de las acciones.
Esta empresa, que se especializa en la extracción de petróleo y gas natural, y en la perforación de pozos, tiene contratos en varios países de América Latina, entre ellos México y Argentina. También en el 2008, Slim adquirió 15.4 por ciento de Bronco Drilling, una contratista de Oklahoma que ganó dos contratos para perforar pozos terrestres en la cuenca de Chicontepec, en el oriente de México.
En febrero del 2009, aumentó a 9.2 por ciento su participación en Allis-Chalmers Energy al adquirir una perforadora de pozos con sede en Houston. Y en septiembre, Carso Infraestructura y Construcción (CICSA) informó que logró un acuerdo para comprar el 60 por ciento de Bronco Drilling MX por un monto de 30 millones de dólares.
George Baker, director de la consultora Energy.com, aseguró en ese entonces a CNN Expansión que el objetivo de Slim era construir un consorcio al estilo de Halliburton o Schlumberger.
“Su estrategia es progresivamente convertirse en una empresa petrolera”, señaló el consultor en esa entrevista.
En el 2011, el magnate mexicano decidió vender su participación en Bronco Drilling MX. De acuerdo con información de El Universal, la inmobiliaria Carso vendió cerca de 4.2 millones de acciones a un precio de 11 dólares por acción, costo superior a lo que invirtió Slim en 2008, cuando pagó 6 dólares por acción.
En febrero de 2011, Slim adquirió el 70 por ciento de la petrolera colombiana Tabasco Oil Company por un monto de 23.3 millones de dólares.
Esta empresa tiene una concesión para explotar un yacimiento en la Cuenca de los Llanos Orientales, ubicada al noreste de Colombia, y en la actualidad se dedica a la explotación y comercialización de hidrocarburos en varios países latinoamericanos.
En junio del año pasado, tras la expropiación de YPF a Repsol por parte del gobierno argentino, la familia Slim, a través de Inbursa, pasó a ser uno de los accionistas privados destacados de la petrolera argentina, con más del 8 por ciento.
El magnate mexicano compró el 8.4 por ciento de las acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), dedicada a la exploración, explotación, destilación, distribución y venta de petróleo y sus productos derivados.
Del paquete accionario de la petrolera argentina, Slim detenta el 8.4 por ciento; Repsol el 12 por ciento y los bancos Credit Suisse, Goldman Sachs, BNP Paribas y Banco Itaú el 10.6 por ciento.
A través de su filial IDEAL, YPF diseña las plataformas marinas para Petróleos Mexicanos.
Con Logtec, parte del Grupo Condumex, Slim también participa en el almacenamiento, transportación y distribución de productos para el sector petrolero.
En el rubro del transporte opera Cicsa Ductos, que se especializa en oleoductos.
Operadora CICSA, que también forma parte de la holding del magnate mexicano, es proveedora de tuberías para las plataformas petroleras.
Recientemente, Operadora CICSA firmó un contrato de arrendamiento con Pemex Exploración y Producción para que esta filial de la paraestatal utilizara la plataforma Independencia 1 en la perforación de pozos petroleros en el Golfo de México. Esta transacción tuvo un valor de 415 millones de dólares.
Con este contrato amplía su participación en la industria petrolera, donde ya interviene en perforación de pozos, diseño y fabricación de plataformas y equipos especializados, ingeniería y construcción de ductos.
El inicio del monopolio
En 1990, el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, puso en venta la compañía estatal Teléfonos de México.
Carlos Slim pagó mil 760 millones de dólares por el monopolio. Así comenzó su emporio de comunicaciones.
Tiene 23 años de explotar ese título, y aún le faltan 27 más.