Subir cuotas obrero-patronales, sugiere el informe del IMSS
Los problemas financieros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se originan, principalmente, del déficit que enfrenta el seguro de enfermedades y maternidad (SEM), estimado en más de 40 mil millones de pesos en 2013, y la carga que representa para el organismo, en su carácter de patrón, el pago del régimen de jubilaciones y pensiones (RJP) de 231 mil 800 trabajadores en retiro y casi 300 mil que en los próximos años serán acreedores de ese derecho.
Así lo señala el Informe sobre la situación financiera 2012-2013 que el organismo entregó al Poder Ejecutivo y al Congreso de la Unión el pasado fin de semana.
En el caso del SEM plantea dos alternativas de solución: incrementar las contribuciones obrero-patronales, a fin de que en las siguientes cuatro décadas se mantengan en un promedio anual de 16.7 por ciento del salario base de cotización (SBC). Actualmente la aportación equivale a 12.3 por ciento.
Incrementar hoy los ingresos de los trabajadores, la otra opción
La otra opción es que desde ahora subieran los ingresos de los trabajadores de manera permanente, de tal suerte que el salario base de cotización aumentara y en lo inmediato pasara de 288 pesos actuales a 371.2 pesos diarios. Para el año 2050, llegaría a 829.5 pesos y sería equivalente a 10.7 veces el salario mínimo vigente en el Distrito Federal. Este indicador es de 4.4 veces en la actualidad.
El informe plantea que por lo menos el SBC tendría que mantenerse en un promedio de 597 pesos diarios durante el periodo para lograr el equilibrio financiero del SEM. También advierte que, como sucede en todo el mundo, los gastos en salud suben por encima de la inflación, por lo que sus necesidades económicas son crecientes.
Sin embargo, la principal fuente de ingresos del IMSS –cuotas obrero-patronales y aportaciones del gobierno federal– ascienden en este año a 190.2 mil millones de pesos y apenas representan 77.7 por ciento de los gastos previstos en el año.
Para los siguientes, la curva de ingresos del SEM (que incluye los gastos médicos de pensionados) seguirá a la baja, de tal forma que en el año 2050 las cuotas obrero-patronales y aportaciones del gobierno federal alcanzarán para cubrir sólo 55 por ciento de los gastos, indica el documento.
En cuanto al RJP, el informe sobre la situación plantea que la carga financiera está dada por los trabajadores que ingresaron al organismo antes del 12 de agosto de 2004 y tienen derecho a los beneficios económicos del esquema de retiro.
Para las personas que empezaron a laborar después de esa fecha aplican otras reglas y limitaciones legales que impiden al instituto tomar dinero de sus ingresos para financiar el retiro de los empleados. Además, están los convenios suscritos con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), principalmente el de agosto de 2008, en el cual las partes convinieron que las jubilaciones y pensiones de las personas de nuevo ingreso se financien con los ahorros que ellas mismas logren durante su vida laboral.
De acuerdo con el reporte, el IMSS aporta 62.6 por ciento de los recursos necesarios para financiar el RJP. El resto proviene del instituto en su calidad de asegurador, las aportaciones de los trabajadores activos y en los años recientes del fondo laboral. Este último se agotará este año, por lo que el IMSS empezará a hacer uso de los saldos transferidos de los seguros de invalidez y vida y riesgos de trabajo al SEM, los que a su vez se agotarán en el 2016.
Señala que de aquí a 2020 el número de sus nuevos jubilados y pensionados crecerá de 9 mil a 16 mil personas por año, de tal suerte que al final de 2035 habrá 391 mIl 280 jubilados y pensionados vigentes.