Sólo 1% del dinero ilícito que pasa entre México y EU es detectado: informe
La frontera entre México y Estados Unidos requiere de más agentes aduaneros y no de más patrullas fronterizas, pues menos del 1% del dinero ilícito que cruza la frontera es detectado y el 69% de las armas de fuego incautadas por las autoridades mexicanas fueron compradas originalmente en Texas, California y Arizona.
Lo anterior es conclusión del Reporte del Estado de la Frontera México-Estados Unidos, elaborado por investigadores de ambos países y publicado por el Wilson Center. Eric Olson y Erik Lee, autores del informe, consideran que ambos gobiernos se deben centrar en combatir el lavado de dinero y el tráfico de armas a través del intercambio de inteligencia, y no tanto en las inspecciones que se hacen de los vehículos al azar en la frontera ni en las detenciones que hace la Patrulla Fronteriza.
El estudio analiza cuatro sectores relacionados con las comunidades de la frontera México-Estados Unidos: La seguridad, la competitividad, la sustentabilidady la calidad de vida.
“Estadísticas de los gobiernos federales de Estados Unidos y México han demostrado que el crimen violento sigue disminuyendo en las principales ciudades a lo largo de la frontera México-Estados Unidos, en especial en San Diego, Tijuana, El Paso y Ciudad Juárez”, detalla el informe.
Las detenciones hechas por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en los sectores del suroeste durante 2012 fueron de 120 mil personas en Tucson, Arizona y de 97 mil 762 en Valle del Río Grande. Le siguieron Laredo, con 44 mil 872 personas y 23 mil 916 personas en el sector conocido como El Centro.
Esas cifras indican que las detenciones han disminuido en la mayoría de los sectores comparadas con años anteriores, pero existen otros factores que determinan el debate sobre el estado de la frontera.
La seguridad
De acuerdo con datos de la agencia Bloomberg, a Estados Unidos le cuesta 7 mil 800 millones de dólares al año mantener a la frontera con México.
Erik Lee, uno de los dos investigadores del Wilson Center —que apoyó para elaborar el diagnóstico de la Frontera México-Estados Unidos—explicó que la seguridad fue uno de los rubros importantes y serios pero no el único que estuvo sujeto a revisión.
En cuanto a su primer hipótesis planteada en el documento, Lee explicó que a pesar de que la seguridad es importante, la distribución de los recursos es inequitativa.
“La sobre concentración de recursos en la Frontera (y en particular entre los distintos puertos de entrada) desvía la distribución estratégica de los recursos destinados a la seguridad a lo largo de los Estados Unidos, México y más allá”, dijo.
En cuanto al análisis de la seguridad, revisaron temas diversos como el concepto de terrorismo y las detenciones de los indocumentados.
“Tenemos la detención de los indocumentados para ver qué tan cerrada o abierta está la frontera. El terrorismo en la frontera, sin duda es la preocupación más fuerte. Pero mientras más desarrollamos nuestras políticas públicas lejos de la frontera, más nos perjudica, tanto en la seguridad como en el comercio. La otra conclusión que sacamos grande, de este capítulo, es que la Patrulla Fronteriza a estas alturas es insuficiente. Creemos que ya estamos a un nivel más que suficiente y la conversación, el debate público, ya se está enfocando mucho más en las garitas, en la idea del personal que tenemos”, dijo Lee, durante la presentación del informe el viernes pasado en las oficinas de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El informe muestra una gráfica en la que se observa que Baltimore o Washington son ciudades más violentas en cuanto a número de homicidios que Tucson o San Diego, situadas en la frontera.
“Lo más interesante es el menor número de homicidios, que va a la baja pero por un porcentaje enorme. Es muy interesante el caso de Ciudad Juárez. La parte oeste de la frontera está muy calmada en contraste con la parte este”, reconoció Lee.
Violencia en las principales ciudades fronterizas.
En el reporte se puede leer que la conclusión en general es que se otorguen recursos para la seguridad de la frontera de manera más equitativa, no sólo para la Patrulla Fronteriza y promover las detenciones, sino para crear mejores estrategias que permitan una más rápida movilidad en los puertos de entrada. También consideran que debe mejorar el intercambio de inteligencia entre México y Estados Unidos.
“A menudo se oye decir que las armas estadounidenses están contribuyendo a la violencia relacionada con los cárteles en México. El rastreo de armas de fuego, desde las que entran a México así como su detención, es difícil en la frontera. Hasta el 65.5% (tomando el máximo de 2008) de las armas de fuego recuperadas por la seguridad de México provienen de Estados Unidos. Algunas piezas son fabricadas y vendidas en los Estados Unidos y otras son importadas de Estados Unidos para luego hacer su camino hacia México. La mayoría de las armas de fuego entran a México ilegalmente a través de cinco puertos fronterizos de entrada al suroeste: San Diego, Nogales, El Paso, Laredo y McAllen, y el 69% de las armas de fuego originalmente se compraron en Texas, California y Arizona”, detalla el reporte.
Calidad de Vida
De acuerdo con los datos del reporte, San Diego y Tijuana cuentan con la mejor calidad de vida de las localidades que se encuentran en ambos lados de la frontera.
Los tres municipios que cuentan con una mejor calidad de vida del lado mexicano son Tijuana, Mexicali y Tecate, de Baja California,mientras que el de peor calidad de vida es el municipio de Manuel Benavides, en Chihuahua.
Aunque a principios de 2000 se encontraba un mejor bienestar en la región, con el paso de los años la calidad de vida y la brecha entre ambos países se ha ido incrementando.
Paradojicamente en 2010 se reportó más desempleo en las localidades fronterizas de Estados Unidos, al alcanzar una tasa del 11.9% contra un 5.8% en las localidades fronterizas de México.
En lo referente a la educación existe una brecha amplia. En 2010 el 78% de los habitantes en la frontera con Estados Unidos alcanzó como nivel promedio de escolaridad la secundaria, mientras que del lado mexicano este nivel lo alcanza apenas el 34%.
En cuanto a los residentes sin seguro médico en la frontera de Estados Unidos fue dos veces mayor en 2010 que el de la media nacional al alcanzar el 32% en comparación con el 16% a nivel nacional.
Entre las propuestas de los investigadores se propone que el gobierno de Estados Unidos promueva becas de intercambio y mayores programas que beneficien a estudiantes mexicanos.
Competitividad
Aunque el comercio entre Estados Unidos y México creció de manera acelerada entre 1993 y 2000 a un 17% anual, después de los ataques terroristas del 11 de septiembre y hasta 2008 se tuvo un crecimiento del 4.5% por ciento anual, de acuerdo con los datos estadísticos sistematizados en el reporte.
La importancia del comercio entre ambas naciones se refleja en la cantidad de empleos que genera: 6 millones de mexicanos en Estados Unidos que a su vez apoyan a otros tantos en México con el dinero que generan.
México sigue siendo el principal comprador de Estados Unidos al ser casi su primer lugar donde exporta sus mercancías y casi el 80% de las exportaciones mexicanas se venden a Estados Unidos. La principal exportación es el petróleo crudo, pero también se exportan automóviles y autopartes.
El comercio entre ambos países ha generado que crezca el comercio y las mercancías que deben atravesar la frontera pero aún así se ha privilegiado la seguridad entre los puertos de entrada como lo es la Patrulla Fronteriza y no los recursos destinados a los puertos de entrada, lo que no agiliza el ingreso de las mercancías a Estados Unidos, detalla el reporte.
Sustentabilidad
En cuanto al cuidado ambiental, el reporte detalla que ambos gobiernos se han preocupado más en combatir la contaminación y no en proveer de mecanismos que mejoren el manejo de los recursos naturales.
Aunque la región fronteriza es vasta en energías renovables, éstas no cuentan con suficientes conexiones que permitan su rápido compartimento.
Algunos casos delicados son los materiales peligrosos que provienen de Estados Unidos y que son utilizados en algunas ocasiones en México así como los materiales riesgosos a los que no se les da seguimiento.
Un acuerdo sobre el agua del Río Colorado es uno de los ejemplos de la necesidad de mantener una amplia negociación entre ambos países.
“Con toda la complejidad que tiene la relación entre los dos países, hay que celebrar que en materia de medio ambiente tenemos logros muy importantes, muy interesantes. En cuanto al agua, hay un tratado de 1906, luego de 1944. Desde entonces para acá sólo hubo un sólo caso en el que se tomara una decisión sin consentimiento. Si hablamos de la firma, los dos países comienzan a mostrar una cara muy progresista hacia el futuro”, explicó Carlos de la Parra Rentería, del Colegio de la Frontera Norte, uno de los que participó en la ponencia del viernes pasado.
Investigadores del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM así como el Colegio de la Frontera Norte presentaron el estudio en México junto con representantes de ambos.