Por Ambrosio Garza Dragustinovis
Ya se veía venir y más con la incursión de GENOVEVA PERAZA GUERRA como regidora en la planilla de GUSTAVO TORRES SALINAS, de que MAGDALENA PERAZA GUERRA al final traicionaría a quienes la encumbraron en la Alcaldía.
Por eso se le vio muy cariñosa a MAGDALENA PERAZA GUERRA con GUSTAVO TORRES SALINAS al término de un evento del candidato de la coalición Todos Somos Tamaulipas.
Sobre su decisión final de sumarse a la campaña de GUSTAVO TORRES pesan dos versiones. La primera es que los panistas, allá en el CEN, es decir en las altas esferas nacionales, le negaron la senaduría a MAGDALENA PERAZA GUERRA, ya que no la acomodaron ni como de mayoría ni en la lista plurinominal.
Esta “afrenta” dada desde el año pasado, no la perdonó MAGDALENA, por lo que decidió no afiliarse al PAN. Por otro lado la gente del PAN le negó la senaduría, porque presumían que MAGDALENA no podría regresar al PRI y ya ve ahora lo que pasó.
La segunda versión es que MAGDALENA PERAZA GUERRA le agarraron los dedos contra la puerta y la Auditoria Superior del Estado le detectó muchas cuentas sin sustento y harta lana que salió sin ser comprobada.
Ante esta realidad, la gente del CONGRESO simplemente le leyó la cartilla y aunque MAGDALENA PERAZA GUERRA pataleó y exigió la diputación local, al final de cuentas nomás le concedieron una regiduría para su hermana GENOVEVA y la palabra de que sus cuentas además de respetadas serían arregladas.
Por esa razón el sábado pasado le levantó la mano a GUSTAVO TORRES SALINAS, dejó sola a TERESA SOSA y consiguió bloquear al químico SALAZAR y a VILLASEÑOR para abonar el camino a favor de GUSTAVO… ¡Así o más traidora!
